Seguramente habrás oído hablar del capibara, el roedor más grande del mundo. Ahora te presentamos a un familiar un poco más pequeño, el tepezcuintle.
El tepezcuintle también recibe nombres más familiares, como agoutí, lapa o paca común, pero tepezcuintle es su nombre más antiguo, que significa ‘perro de montaña’. Aunque está lejos de ser un perro…
Esta especie está muy extendida por Centroamérica. Se puede encontrar en México, Paraguay, noroeste de Uruguay, el norte de Argentina, Colombia, Brasil, Perú, Panamá… Habita los bosques de galería, cercanos a un curso de agua, como la ribera de un río.
Cuniculus es el género de este animal, perteneciente a la familia Cuniculidae, que recoge a los roedores histricomorfos. Las chinchillas, cobayas, capibaras, agutís se encuentran en esta familia.
¿Cómo es el tepezcuintle?
Este gigantesco roedor supera los 60 centímetros de largo y puede llegar a pesar hasta los 10 kilogramos. Su cuerpo nos recuerda al de un pequeño cerdo y está recubierto de pelo castaño rojizo con líneas de pequeñas motas blancas, como las de un cervatillo.
Sus patas son cortas y acaban en dedos, cuatro en las patas delanteras y cinco en las traseras. Su cola es también muy corta, los ojos grandes, las orejas pequeñas y el morro alargado. Sus mejillas y la zona debajo de su nariz están llenas de bigotes o vibrisas.
Como el resto de los roedores, tienen incisivos sin raíz, que crecen durante toda su vida.
¿De qué se alimenta?
El tepezcuintle es una especie oportunista y sus hábitos de alimentación cambian de acuerdo a la estacionalidad, su área de distribución y producción de frutos.
Son principalmente frugívoros: el mango, el aguacate o el maíz son los alimentos más típicos que componen su dieta. Las semillas, plantas y tubérculos también suelen servirle de alimento en libertad. Es más, se considera a los tepezcuintle unos excelentes dispersores de semillas dentro de su ecosistema.
Comportamiento del tepezcuintle
Como el resto de los roedores, sus hábitos son crepusculares o nocturnos. Otra característica propia de los roedores es su instinto escapista o la reacción frente al miedo.
Cuando se sienten amenazados, se quedan totalmente paralizados hasta que pase el peligro, como haría un ratón. También suelen emitir chillidos muy desagradables, parecidos a los de los cerdos.
Generalmente, son animales solitarios, pero pueden vivir en parejas monógamas. Pasan el día en sus madrigueras, que suelen encontrarse entre pequeñas cavidades de árboles y raíces, siempre cerca de cuerpos de agua.
Las madrigueras suelen tener un hueco de entrada y otro de salida, y además pueden construir túneles que conectan con la zona de forrajeo.
Los tepezcuintles son muy buenos nadadores. De hecho, si tienen que huir de un enemigo, pueden sacarle ventaja lanzándose al agua. Incluso parte de su vida la desarrollan en el agua, y es que en ocasiones se han observado patrones de cortejo y cópula en el agua.
Las hembras se reproducen cuando alcanzan los 6,5 kilogramos, un dato muy importante en los programas de cría y conservación. Presentan celos durante todo el año, la gestación dura 116 días y los partos suelen ser bianuales, y con mayor concurrencia entre abril y mayo. Solo suelen tener una cría por parto.
El macho rocía a su hembra con orina; de esta manera, se reconocen cuando se separan. La pareja solo tolera a sus crías hasta que comienzan a alcanzar la madurez sexual o hasta que la hembra tenga otra cría.
Sus principales depredadores son los grandes felinos, los pumas, jaguares, ocelotes… y también el ser humano.
La cría del tepezcuintle
Existen criaderos de tepezcuintle y se les cría de manera semidomesticada. Hay un interés principal por su carne, una fuente de proteína muy importante para las poblaciones indígenas de Costa Rica y Panamá.
Como plato exótico, es atractivo para los turistas, y es precisamente esta la motivación de su caza y comercialización.
Actualmente, las poblaciones de tepezcuintle se mantienen estables, pero su hábitat se está viendo amenazado por la deforestación y la caza furtiva. No está considerada como una especie amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), pero a nivel local sí se ve amenazada.
Existen programas de reintroducción que tienen como objetivo aumentar el número de ejemplares en libertad, además de programas de educación ambiental y conservación del medio.
Bibliografía
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- Martínez-Ceceñas, Yuriana, Naranjo, Eduardo J., Hénaut, Yann, & Carrillo-Reyes, Arturo. (2018). Ecología alimentaria del tepezcuintle (Cuniculus paca) en áreas conservadas y transformadas de la Selva Lacandona, Chiapas, México. Revista mexicana de biodiversidad, 89(2), 507-515.
- Smythe, Nicholas y O. Brown de Guanti (1995) La domesticación y cría de la paca (Agouti paca). Roma: FAO. Instituto Nacional de Ecología (1989).
- Plan Manejo Tepezcuintle. Academia.edu.