La serpiente de coral azul, o Calliophis bivirgatus, es una especie de reptil venenoso nativo del sudeste asiático. Hace parte de la familia de los elápidos, un grupo de serpientes —bastante tóxicas—, entre las que se incluyen ejemplares como la mamba negra o la cobra real.
Por su llamativo color, comportamiento enigmático y excepcional veneno, esta especie ha despertado el interés de los herpetólogos durante las últimas décadas. A continuación, descubre la morfología, el hábitat, las conductas naturales, así como la composición del veneno de una de las serpientes más extraordinarias del reino animal.
Características físicas de la serpiente de coral azul
Se trata de una serpiente de tamaño medio, que no supera los 180 centímetros de longitud en edad adulta. Su cuerpo está provisto de pequeñas escamas de protección y dos grandes colmillos huecos que utiliza para inyectar su veneno.
Su coloración electrizante combina una variedad de tonalidades que advierten sobre su peligrosidad. Un rojo brillante se distribuye por las siguientes partes del cuerpo:
- Cabeza
- Zona ventral
- Punta de la cola
Por su parte, el dorso exhibe un intenso color azul y negro, acompañado de franjas blancas en cada lado.
Este fenómeno de la naturaleza se conoce como coloración aposemática. Su propósito es alertar a sus depredadores sobre las toxinas que se encuentran en su organismo.
Entre otras cosas, esta serpiente posee unas glándulas venenosas muy largas, que alcanzan hasta un tercio de la longitud total de su cuerpo.
Se presume que este inusual desarrollo se debió a la necesidad evolutiva de producir mayores rendimientos de veneno y, a la vez, conservar un cuerpo delgado para movilizarse sin dificultad en su hábitat. Así lo afirman los autores de un estudio divulgado en la revista Toxins.
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Hábitat de la serpiente de coral azul
De acuerdo con un artículo publicado en el Journal of Proteomics, la genética de la serpiente de coral azul indica que es una especie que pertenece al «Viejo Mundo». Según los autores de este documento, existen tres subespecies que habitan de manera exclusiva en el continente asiático. Estas se distribuyen de la siguiente manera:
- Calliophis bivirgatus bivirgatus: isla de Java, en Indonesia.
- Calliophis bivirgatus tetrataenius: isla de Borneo.
- Calliophis bivirgatus flaviceps: Malasia, Sumatra y Tailandia.
Tiene preferencia por los bosques ubicados entre los 100 y 1100 metros sobre el nivel del mar. Además, se la encuentra, por lo general, escondida entre la hojarasca o debajo de piedras.
Alimentación
Se cataloga como un animal ofiófago, es decir, que se alimenta de otras serpientes. Se ha observado que en la naturaleza caza los siguientes reptiles:
- Cobras reales
- Serpientes de caña
- Cobras de anteojos
Sus hábitos de alimentación son nocturnos. Además, incluye en su dieta a otros animales:
- Ranas
- Lagartos
- Pequeñas aves
Gracias a su veneno, paraliza a sus presas de forma inmediata, sin darles la posibilidad de contraatacar o huir.
Reproducción de la serpiente de coral azul
Esta especie es ovípara, es decir, se reproduce mediante la puesta de huevos. La hembra embarazada busca un lugar oculto, como troncos o madrigueras abandonadas, para depositar 5 huevos durante los primeros meses del año.
Luego de 90 días, las crías nacen desarrolladas, autosuficientes y tan venenosas como una serpiente adulta.
Comportamiento de ataque
Como la mayoría de las serpientes, esta especie no busca los enfrentamientos directos. En su lugar, opta por huir o esconderse entre la hojarasca. No obstante, cuando se siente acorralada o siente que va a ser atrapada, adopta una posición defensiva con la punta de su cola roja levantada. Sus ataques son rápidos y mortales para cualquier ser vivo.
¿Por qué su veneno es tan potente y cómo actúa?
Según una investigación de la revista Current Medicinal Chemistry, los venenos de las serpientes pueden clasificarse en tres grupos, de acuerdo con su mecanismo de acción:
- Hemotóxico: actúa sobre el corazón y el sistema cardiovascular. Destruye los glóbulos rojos, impide la correcta circulación por la formación de coágulos y degenera los tejidos.
- Neurotóxico: ejerce su función sobre el sistema nervioso y el cerebro. Interrumpe la transmisión de los impulsos nerviosos y generan síntomas como confusión, desvanecimiento, debilidad general y parálisis flácida.
- Citotóxicos: destruye las células y tejidos del área en que fue la mordida. Además, puede provocar gangrena y pérdida de una extremidad completa.
Sin embargo, el veneno de la serpiente de coral azul funciona de manera diferente a todas las toxinas conocidas. De acuerdo con un estudio de la revista Toxins, publicado en el año 2016, el veneno de esta especie posee un elemento único en la naturaleza: la caliotoxina.
Este componente ejerce su función sobre los canales de sodio, activados por voltaje (NaV), que permiten la generación y propagación de los potenciales de acción. En términos específicos, la toxina produce una hiperestimulación nerviosa y un bloqueo en la inactivación de los canales de sodio, lo que se traduce en una constante descarga eléctrica hacia la musculatura.
En consecuencia, las víctimas experimentan los siguientes efectos:
- Espasmos corporales.
- Shock masivo en todo el organismo.
- Parálisis rígida, similar a la causada por el tétano.
Además, durante el proceso, los nervios sufren un daño irreversible en su estructura.
Aunque estas manifestaciones no son inmediatas, su mecanismo de acción es más rápido que el de cualquier otra neurotoxina. Como lo plantean los autores del mencionado documento, es posible que la letalidad de su veneno se deba a la necesidad de cazar animales que son bastante tóxicos y cuya posibilidades de escape son altas, como las cobras.
¿Existe un antídoto contra el veneno de la serpiente de coral azul?
Por desgracia, aún no existe un antídoto efectivo para la mordida de esta serpiente. Según detalla un estudio divulgado en el Journal of Venomous Animals and Toxins including Tropical Diseases, se han realizado intentos con antitóxicos que funcionan contra el veneno de otros elápidos, pero sin resultados positivos.
Incluso, los autores advierten que el suministro de un antídoto inapropiado puede provocar reacciones de hipersensibilidad fatales en los seres humanos.
Por lo tanto, se recomienda que cualquier persona que viaje a los bosques del sudeste asiático tome algunas precauciones, para evitar ser picado por esta serpiente. Entre ellas se pueden mencionar las siguientes:
- Eludir las zonas con vegetación tupida y caminar por senderos ya existentes.
- Usar ropa de material grueso y que cubra todo el cuerpo. Sumado a ello, utilizar botas de protección.
- Revisar la ropa, calzado y bolsas de dormir antes de usarlas.
- Evitar acampar en sitios donde haya mucha concentración de serpientes.
- No levantar troncos, rocas u otros elementos donde pueda estar escondida la coral azul.
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Su veneno, clave para la salud humana
A pesar de lo mortal y peligrosa que puede resultar la serpiente de coral azul, todos los expertos coinciden en que su veneno puede ser clave en el tratamiento de diferentes enfermedades en los seres humanos.
Los canales de sodio sobre los que actúa la caliotoxina también están implicados en la sensación de dolor que causan algunas patologías. Si bien la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) clasifica a esta especie como una «preocupación menor», se estima que el 80 % de su hábitat natural se ha destruido en los últimos años.
Así las cosas, es necesario proteger a esta excepcional especie, no solo por su potencial curativo, sino por ser parte de la gran biodiversidad que alberga nuestro planeta.
Si tienes un encuentro con cualquier serpiente, recuerda que su principal instinto es el de huir, por lo que no es necesario agredirlas o acabar con su vida. Respetar a todos los seres existentes es el deber de cada humano.
Bibliografía
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