¿Pueden mentir los animales?

Aunque no lo parezca, los animales pueden mentir para evitar ser depredados por otros animales de su entorno.

Zarigüeya haciéndose la muerta.

Los humanos solemos atribuir emociones y cualidades humanas a los animales porque muchas veces nos vemos reflejados en ellos. A veces nos sorprende hasta qué punto pueden parecerse a nosotros. Es más, ¿sabías que los animales también pueden mentir?

Muchos animales emiten información falsa para engañar a otros individuos, tanto de la propia especie como de otra. Confunden con su aspecto, emiten señales, olores o se hacen los muertos para evitar una situación conflictiva o pasar desapercibidos ante un depredador.

El engaño en los animales se define como ‘el envío de señales falsas en un intento de modificar el comportamiento de otro animal receptor de tal forma que beneficie al emisor’.

El camuflaje de los animales

Algunos animales tienen la propiedad de camuflarse con su entorno, esto se llama ‘mimetismo’ y les permite asemejarse a otros organismos o al medio que les rodea. Pueden parecerse a hojas, flores, la corteza de un árbol o incluso a otros animales.

¿Cómo se confunden con su medio?

Se denomina cripsis al conjunto de mecanismos y estrategias de camuflaje que siguen algunos animales para impedir que sus depredadores los descubran. Existen varias formas de cripsis:

  • Inmovilidad: consiste simplemente en permanecer totalmente quieto en un mismo sitio, de forma que el animal se confunde con su entorno. Esta técnica es muy útil para evitar ser depredado por ciertas especies de reptiles que detectan a sus presas por su movimiento.
  • Coloración: hay animales que tienen una coloración mimética con su medio, por ello son realmente difíciles de distinguir del paisaje. Este color puede ser fijo o cambiante según los cambios propios del ambiente.
    Como ejemplo están la liebre ártica, totalmente blanca en un medio blanco homogéneo, los sapos e insectos hoja, algunos saltamontes o los camaleones que cambian de color según el fondo donde se encuentren.

Nictibio grande: camuflaje

  • Patrones característicos: varias especies no emparentadas con características peligrosas, como ser venenosas, pueden compartir un patrón característico. A a este fenómeno natural se le conoce como ‘mimetismo mülleriano’ y actúa como una señal de advertencia a depredadores.
    Por otra parte está el mimetismo batesiano, por el cual dos o más especies son similares, pero solo una de ellas tiene mecanismos de defensa frente a los depredadores (veneno, aguijones, espinas o sabor desagradable).
  • Cripsis no visual: existen casos de cripsis o camuflaje auditivo u olfativo en la naturaleza. No son tan evidentes para nosotros los humanos, que nos guiamos principalmente por la vista, pero funciona para animales como ciertas especies de polillas que emiten ultrasonidos capaces de interferir en la ecolocalización de los murciélagos, sus principales depredadores.

Otra clase de engaños

La apariencia no es el único engaño al que recurren los animales, los animales pueden mentir a través de gestos y comportamientos ante un peligro cercano.

Animales que se hacen los muertos: el caso de la serpiente de hocico de cerdo oriental

Serpiente haciéndose la muerta.

Muchos peces, aves, mamíferos y peces se hacen los muertos para evitar el ataque de un depredador que esté cerca. A veces este ‘teatro’ parece tan real que el depredador acaba perdiendo el interés por su presa potencial.

Esta culebra también es totalmente inofensiva y si se siente amenazada tiene dos tácticas para salir de la situación:

  • La primera es imitar el ataque de una víbora, que suelen ser venenosas y agresivas. Para ello estira el cuello mientras sisea y se contonea hasta que su atacante emprende la huida.
  • Si esta estrategia no funciona, opta por hacer todo lo contrario, se retuerce como si sufriera convulsiones y acaba tumbándose con el vientre hacia arriba y la boca abierta, simulando su propia muerte. 

En la mayoría de los casos el atacante acaba huyendo y la culebra vuelve a su estado normal tras un tiempo prudencial.

Los animales pueden mentir, pero al contrario que los humanos, que solemos hacerlo para ocultar o beneficiarnos de algo, ellos lo hacen con la finalidad de sobrevivir en un medio lleno de peligros.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Investigación y Ciencia. Los animales también mienten, 2019.
  • Muyinteresante. Animales miméticos: la perfección del camuflaje.
  • National Geographic. Muertos vivientes: animales que fingen estirar la pata.
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