Tortuga de swinhoe: hábitat, características y conservación
La mayoría de las tortugas usan su caparazón como medio de defensa, pues son estructuras bastante duras y que resisten el estrés mecánico. Sin embargo, la tortuga de swinhoe rompe con esta tradición, ya que presenta un caparazón blando, que le sirve de poco para resguardarse. Además, también es reconocida por ser una de las especies más grandes en aguas dulces.
Los científicos la conocen como Rafetus swinhoei, también llamada “tortuga gigante de caparazón blando”. Es uno de los vertebrados que se encuentran en peligro critico de extinción y requiere ayuda urgente: sigue leyendo para conocer su historia.
Hábitat de la tortuga de swinhoe
De forma natural, su hábitat se restringía a los ríos Yagntzé y Rojo, entre China y Vietnam. Sin embargo, se cree que también podría vivir en algunos pantanos de la zona, lo cual no se ha podido confirmar. Un artículo publicado en la revista Chelonian Conservation and Biology realizó encuestas a los locales sobre la presencia de la especie, confirmando que ha desaparecido desde hace años de muchos lugares.
Gracias a estos mismos estudios, se logró identificar que la tortuga habitaba las secciones de ríos con poca corriente y bastante lodo. Esto se debe a que en dichos sitios se forman bancos de arena, que son necesarios para la ovoposición de esta especie.
Características físicas
Este reptil puede medir más de un metro de longitud y su peso ronda los 100 kilogramos o más. Su característico caparazón suave alcanza más de 50 centímetros de largo y tiene un tacto similar al de la piel. Aunque no lo parezca, se cree que en vida silvestre esta especie pudo haber alcanzado un mayor tamaño, así que podría superar el porte de la tortuga caimán.
Su cuerpo presenta una coloración marrón-oscuro, con ligeros tonos amarillos en la cabeza, y unas extremidades que pueden llegar a ser oscuras en su totalidad. Debido a su forma física, parte de sus extremidades están al descubierto, así que su coloración también puede estar influida por el crecimiento de microalgas en ellas.
Su cabeza tiene una forma peculiar, ya que este quelonio muestra una nariz alargada y aplanada en la punta, muy similar a la de los puercos. El cuello tiene una buena capacidad retráctil, por lo que puede alargarse o contraerse mucho. Además, tiene patas palmeadas, que son adaptaciones especificas para vivir en el agua.
Comportamiento de la tortuga de swinhoe
El comportamiento de la especie es bastante tímido, ya que pasa la mayor parte del tiempo bajo el agua. Hace uso de su cuello y nariz para respirar sin tener que salir del agua. Además, por su coloración, puede pasar desapercibida en los fondos lodosos del rio.
¿Cómo se alimenta?
Las especies de tortugas blandas son en su mayoría carnívoras, por lo que pueden alimentarse de peces, caracoles, cangrejos y otros invertebrados acuáticos. De hecho, forman parte importante del ecosistema, ya que gracias a ellas se regulan las poblaciones de pequeños vertebrados e invertebrados.
Reproducción de la tortuga de swinhoe
Las tortugas son reptiles ovíparos con una gran longevidad. Suelen alcanzar su maduración sexual entre los 10 y 15 años de edad y, al llegar a este punto, pueden producir hasta 100 huevos de forma anual. Su estrategia reproductiva favorece la supervivencia de la especie, sobre todo teniendo en cuenta que estas tortugas pueden llegar a vivir más de 100 años.
Los huevos que se producen son depositados en bancos de arena, lugares en los que se cubren cuidadosamente por la hembra. Tras unos 80 días, los huevos eclosionan, dejando salir a las pequeñas crías. Sin embargo, es justo en este instante cuando las tortugas son más susceptibles a los depredadores y la mayoría no podrán tocar el agua por primera vez.
La clave del éxito de la especie recae en vivir mucho y poner una gran cantidad de huevos. Aunque de forma natural no deberían tener problemas, el que estas tortugas sean extraídas para consumo del hombre afecta demasiado a sus poblaciones.
Estado de conservación de la tortuga de swinhoe
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, este reptil se encuentra clasificado como especie “En peligro crítico de extinción (CE)”. Solo se sabe de la existencia de 3 ejemplares, dos en vida salvaje y uno en el zoológico Suzhou, en China.
Esfuerzos por su conservación
En el 2019, el zoológico de Suzhou realizó por segunda ocasión un proceso de inseminación artificial en una tortuga. Se tomó esta decisión como resultado del fracaso al emparejar dos tortugas swinhoe, pues la hembra solo ponía huevos infértiles. Después del procedimiento, esta hembra falleció, dejando en peligro a toda su especie, ya que era la última en cautiverio.
Afortunadamente, a finales del 2020 se encontró una nueva hembra en el lago Dong Mo, China. Con esto, se tiene una nueva oportunidad para lograr que se reproduzca de forma natural. Esta situación mantiene las esperanzas vivas y logra asegurar la existencia de al menos un macho y una hembra que puedan salvar a su especie.
Amenazas de la tortuga de swinhoe
Al igual que muchas tortugas de caparazón blando, este reptil es afectado por la acción del hombre debido a 3 causas principales:
- Caza ilegal: su carne y los huevos son parte de la historia culinaria de los nativos (Asia). Además, se le atribuyen propiedades medicinales a su caparazón.
- Destrucción de su hábitat: la contaminación y perturbación de las condiciones del agua afectan en el equilibrio del hábitat de la tortuga.
- La construcción de represas: la construcción se lleva a cabo por plantas hidroeléctricas y su cascada puede cambiar los cauces y la conformación del hábitat de este reptil, logrando desplazarlo.
Parece imposible, pero para esta tortuga aún existen esperanzas. Al ser 3 los últimos ejemplares conocidos de la especie, solo queda esperar a que los esfuerzos por su protección den frutos. Esta tarea no es fácil y cualquier decisión puede dar resultados inesperados, pero ten por seguro que todos los marcos de acción se toman pensando en el mayor beneficio para los animales.
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