Habita en el norte del planeta, es un ser subterráneo y comparte muchas costumbres con las musarañas, incluso hay un topo musaraña en la familia. En este artículo te informamos acerca de un animal conocido por sus dotes de ingeniero y su capacidad de pasar mucho tiempo bajo tierra.
Características del topo
Es un mamífero placentario que según la especie puede medir entre 2,5 y 20 centímetros y pesar de 12 a 550 gramos. Gracias a su cuerpo fusiforme –como el de los animales acuáticos– el topo puede vivir bajo tierra sin problemas.
Los ojos son diminutos y cubiertos de piel; al no necesitar este sentido en la vida subterránea ha desarrollado más el tacto: el hocico, la cara, las extremidades y la cola son muy sensibles a los estímulos.
Las patas del topo son cortas pero muy fuertes, están provistas de uñas que le permiten escarbar y hacer galerías de hasta 150 metros de longitud. Las palmas están orientadas hacia arriba y atrás y funcionan como perfectas palas excavadoras.
Alimentación y hábitos del topo
El topo es un animal insectívoro, cuya dieta está basada mayormente en lombrices, aunque según la época del año puede también ingerir reptiles, pequeños roedores, raíces, tubérculos y frutos. Su boca puede fabricar una saliva tóxica que paraliza a sus presas; así las puede almacenar vivas hasta el momento de comerlas.
Ya que su metabolismo es muy rápido, tiene que comer entre el 50 y el 100% de su peso por día. No puede pasar más de 24 horas sin ingerir alimento; de lo contrario, fallece. La mayoría de ellos consigue el alimento bajo tierra, a excepción del topo musaraña, que sale a la superficie para comer.
En su mayoría, los topos son animales tanto diurnos como nocturnos, y por cada cuatro horas de actividad, duermen la misma cantidad de tiempo. De hábitos solitarios, son muy escurridizos y difíciles de avistar. Unicamente podemos darnos cuenta de que hay una madriguera porque en la tierra aparecen montículos.
El topo como plaga
Aquellas personas que viven en el campo o se dedican a la agricultura, consideran al topo una plaga que ocasiona muchos daños en los cultivos. Su apetito voraz no deja lombrices, plantas ni raíces en un territorio bastante grande.
Para evitar su aparición o ‘espantarles’, se usan diversas técnicas, que van desde el uso de aparatos clavados en la tierra que emiten sonidos y ruidos, a la colocación de naftalina y alcanfor en las madrigueras.
Ejemplos de especies de topo
Dentro de la familia de los tálpidos –a la que pertenecen los topos– podemos encontrar varias ‘tribus’ o especies, entre las que destacamos las siguientes por ser los más conocidos:
1. Topo común
También conocido como topo europeo, vive en todo el continente y se extiende hasta Siberia, principalmente en bosques, prados, campos y jardines. Mide unos 15 centímetros, presenta una cola corta y comparte muchas características con los demás de su especie: hocico puntiagudo, ojos pequeños y patas delanteras en forma de pala.
2. Topo de nariz estrellada
Se distribuye por América del Norte, sobre todo en la costa nordeste de Estados Unidos, y como su nombre indica, presenta una nariz diferente que incluye 22 tentáculos rosados móviles y flexibles, los cuales le permiten aumentar su sensibilidad bajo tierra.
Además, este topo mide unos 20 centímetros de largo, tiene pelo corto de color gris oscuro, garras afiladas, y cola larga y escamosa. Se reproduce en primavera y verano, la gestación dura 45 días y cada camada está formada por hasta seis crías, que nacen sin pelo.
3. Topo de cola peluda
O también llamado topo de Brewer, es una especie propia de Norteamérica, que prefiere áreas abiertas y forestadas con suelos secos. Mide 15 centímetros de largo, su piel es gris oscuro, sus ojos están cubiertos de piel y no cuenta con orejas externas.
Tanto el hocico como las patas son rosadas, la nariz termina en punta y su principal distintivo es su cola corta –cerca de tres centímetros– con mucho pelo. Se alimenta de insectos y lombrices, tiene hábitos nocturnos y es solitario.