Los perros son animales de rutinas. Rápidamente se acostumbran a horarios y hacer cosas en ciertos momentos y, cuando esto falla, pueden desequilibrarse, estresarse e incluso deprimirse. Por esta y por otras muchas razones, hay que conservarlas y tienes que conocer las rutinas que no pueden faltar en la vida de tu perro.
Las rutinas que no pueden faltar en la vida de tu perro son…
Comida
Este es uno de los puntos más importantes para tu perro. Lo natural es que él reaccione como un pozo sin fondo, dispuesto a comer todo lo que encuentra a su paso, pero esto puede ser fácilmente controlado si nosotros creamos una rutina alrededor de su alimentación.
Lo primero que deberás hacer es marcar cuántas veces al día comerá tu mascota. Esto no significa que tengas que darle tres dosis de comida, sino que su cantidad diaria recomendada la tendrás que dividir en fracciones. Hay perros más tranquilos que se conforman con comer una vez, mientras que otros más ansiosos se calman fácilmente si les das tres veces de comer.
Una vez que determines si le darás de comer una, dos o tres veces, escoge un horario y ponle su ración cada día a la misma hora. Intenta que sea después de que comas tú para preservar los valores jerárquicos. Si el perro está seguro de que a cierta hora tendrá su plato, no mostrará tanta ansiedad por comer ni te molestará mientras tú lo haces.
Los paseos
Los paseos han de estar marcados por una rutina porque tu mascota los usará para hacer sus necesidades biológicas, las cuales sabemos que están marcadas por un reloj interior.
No darle sus paseos siempre en el mismo momento no solo puede llevar a que tu perro haga sus cositas por toda la casa, sino que aun si no las hiciera, puede descontrolar su flora intestinal y provocarle problemas de salud futuros.
Establece un horario para estos e intenta que sea después de comer; pueden ser dos o tres veces al días, pero lo importante es que siempre sean a la misma hora.
La hora de dormir
La hora del sueño la debes marcar tú. Aunque tu perro dormirá durante el día, ya que ellos necesitan más horas de sueño que nosotros, cuando llegue la noche no te gustará que tu mascota esté andando o correteando por toda la casa.
Si tú tienes un horario para acostarte, lo más lógico será que tu perro lo siga. Aun si tus horarios están un tanto descontrolados, acostumbra a poner su cama en algún lugar en el que pueda dormir plácidamente cada día a la misma hora.
La hora del juego
Jugar es importante para el desarrollo cognitivo de tu mascota, pero hacerlo en franjas horarias diferentes puede crear problemas de comportamiento, pues la mascota perderá la habilidad de diferenciar los momentos serios de los momentos de juego.
Elige una hora del día en la que puedas dedicar tiempo a jugar con tu can y haz que las veces a la semana que lo hagáis sea siempre a la misma hora. Haz sesiones cortas pero intensas, y marca el final de estas para que el perro reconozca que ha llegado el momento de ponerse serio y descansar.
Los cambios de rutina en las mascotas desequilibran su estado emocional y su organismo, de ahí su importancia. Es cierto que establecer rutinas puede costarnos un poco –para qué negarlo, nos cuesta incluso marcarlas en nuestra vida– pero si te esfuerzas por establecer estas rutinas que no pueden faltar en la vida de tu perro, tendrás una mascota sana y feliz, y vuestro vínculo se estrechará aún más.
Anímate y prueba, ¡verás cómo obtienes resultados! Ya sabes que adoptar una mascota conlleva responsabilidad, pero puede ser una experiencia muy placentera si estamos dispuestos a sacrificar un poco de nuestro tiempo, energía y paciencia.