¿Qué provoca estrés en los hámsters?

Si el ejemplar corre por la jaula, si tiene las orejas hacia atrás o hacia delante o muestra su barriga mientras enseña los dientes, son señales inequívocas del estrés que padece la mascota.
¿Qué provoca estrés en los hámsters?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 enero, 2022

La gran parte del tiempo vemos a los roedores divertirse en sus pequeñas jaulas. Sin embargo, es posible que su movimiento desenfrenado sea una señal de estrés en los hámsters. Muchas veces recorren su jaula rápidamente de un lado a otro, se acicalan muy seguido o incluso comienzan a hurgar en su comida. ¿Acaso estas faenas representan otra cosa que no vemos?

Los hámsters son animales sumamente complejos, no obstante, si llegamos a comprender la razón de sus impredecibles acciones podemos lograr que estén saludables y felices. El estrés en los hámsters es un problema para nuestra mascota, por eso debemos conocer y aplicar la manera de reducirlo y así lograr que viva por mucho tiempo.

¿Cómo saber que nuestro hámster está inquieto?

Hay ciertas actitudes que podrían evidenciar que tu hámster está nervioso. Una de ellas podría ser que comience a caminar extraño, como si se arrastrara por su jaula. Otros síntomas accesorios de este cuadro emocional son los siguientes:

  1. Pasa demasiado tiempo dentro de su refugio. Los hámsters son animales crepusculares y nocturnos, así que están durmiendo gran parte del día. De todas formas, por la noche se activan y se vuelven frenéticos. Si tu roedor no sale de su escondite en momentos de oscuridad, es hora de pensar que algo va mal en él.
  2. Pierde el apetito. La mayoría de roedores tienen metabolismos muy altos, ya que viven poco tiempo y se reproducen mucho. Por ello, es extremadamente raro que no ingieran nada de alimento en un intervalo de 24 horas.
  3. El hámster muerde los barrotes. Este es uno de los claros indicativos de estrés en pequeños mamíferos. El animal puede morder los barrotes para limar su dentadura, pero también para redireccionar el estrés y la ansiedad que siente. Todo comportamiento repetitivo sin sentido se engloba bajo el término estereotipia.
  4. Se muestra letárgico. Los hámsters corren y escalan todo lo que pueden durante la noche para quemar energía. Al igual que no salir del refugio, este es un claro signo de estrés.
  5. Tiene conductas agresivas o atípicas. Un hámster estresado suele optar por morder a su tutor cuando este intenta acariciarlo o se queda completamente congelado.
Especies de hámsters domésticos: ejemplos

¿Cuáles son las causas del estrés en los hámsters?

Aunque la actividad constante sea un rasgo distintivo de la mayoría de roedores, no es normal que tu hámster busque huir de tu contacto o esté escondido constantemente. A continuación te mostramos algunas de las razones por las que tu mascota puede estar estresada de más.

1. La llegada al hogar

Los hámsters son animales presa en su entorno natural. Esto quiere decir que tienen engranada en sus genes la necesidad de esconderse, de pasar desapercibidos y de tener un sitio seguro en el que poder refugiarse. Como podrás imaginar, la separación de su camada y la llegada a una nueva casa es extremadamente desestabilizante para ellos.

Una vez adquieras a tu ejemplar, deja que se habitúe a su instalación y no lo manipules durante los primeros días. Ya habrá tiempo para establecer relaciones, pero primero tiene que descansar.

2. Presencia de otros animales en casa

Tu hámster se puede estresar muchísimo si hay otro animal más grande que él en casa, sobre todo si es un gato. En caso de que tengas un félido en tu hogar, cierra siempre la puerta de la habitación en la que se encuentre la jaula de tu roedor y mantén la instalación en un lugar alto que haga esquina con la pared.

Si no tomas las precauciones necesarias, tu gato acabará comiéndose al hámster en cuestión de horas. 

3. Demasiada luz

Estos roedores son nocturnos, por lo que descansan hasta 12-14 horas durante el día. Si colocas la jaula justo al lado de una ventana o no metes dentro de la instalación una cueva/casa para que duerma, tu hámster no podrá recuperar energías y estará constantemente estresado.

4. Cambios extremos de temperatura

La premisa de este punto es similar al anterior: si colocas la jaula de tu hámster cerca de una ventana o en el patio, las fluctuaciones térmicas le causarán mucho estrés. No solo eso, sino que disminuirá la eficacia de su sistema inmunitario y será más proclive a presentar enfermedades a corto plazo. 

5.  Poco ejercicio

Aunque parezca extraño, con una rueda no basta para suplir las necesidades de estimulación de tu hámster. Tendrás que comprarle otros juguetes, variarlos mensualmente y sacarlo de vez en cuando de su jaula para que descubra el exterior. Todo mamífero enloquece tarde o temprano sin enriquecimiento ambiental.

El extremo del estrés en los hámsters

Existe una enfermedad llamada ‘rabia de la jaula’, la cual es un trastorno psicológico que cualquier animal que vive en una jaula puede sufrir. Puede variar en severidad siendo bastante leve a muy severa, causando comportamientos trastornados y peligrosos para las personas, otros hámsters y contra el propio hámster.

La causa es que el animal se mantiene en una jaula demasiado pequeña; los hámsters sirios, en particular, corren un riesgo muy alto, ya que muchas personas los mantienen en entornos inadecuados para vivir. Los hámsters sirios pueden crecer bastante y requieren mucho espacio, por lo tanto, la ‘rabia de la jaula’ es confundida con la agresión natural.

Este tipo de trastorno puede ser estresante para el animal, además de dificultarnos incluso el poder alimentarlo, manipularlo o limpiarlo; muchos hámsteres con esta condición no permitirán que se abra la puerta de sus jaulas. El estrés en los hámsters puede acortar sus vidas, así como aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud con el tiempo.

¿Cómo evitar el estrés en los hámsters?

Algunas de las causas más comunes del estrés del hámster incluyen cambios abruptos en el hábitat, alimentación e higiene deficientes, contaminación sónica y ejercicio también deficiente.

Para evitar el estrés en los hámsters, bastará con seguir una serie de pautas y métodos desde el momento de la adopción. Algunos de ellos son:

  1. El día que llegues a casa con tu mascota, todos los accesorios deben estar ubicados donde estarán para siempre (es contraproducente moverlos constantemente) para que el hámster solo tenga que ser colocado dentro de la jaula. Variar constantemente el entorno del animal solo lo confundirá y hará que no se sienta seguro en ningún momento.
  2. Es conveniente colocar la jaula en una habitación tranquila y no sobrecargar al hámster durante su estancia en la casa, para que se acostumbre a su nueva vida.
  3. Al limpiar la cama y toda la jaula, es importante que no se hagan cambios importantes en los accesorios de la jaula del hámster, dejando todo como él lo ha colocado.
  4. El hámster debe seguir una dieta e higiene adecuadas, siempre consulte a su veterinario.
  5. El agua debe ser fresca y hay que cambiarla, como poco. cada 2-3 días. De lo contrario, el animal terminará enfermando.
  6. Los hámsters son muy dinámicos y necesitan tener sus rutinas, estrictas o no, de ejercicio y una buena variedad de objetos con los que interactuar. La rueda clásica es la mejor opción para estos casos, pero se pueden añadir otros juguetes específicos para roedores (laberintos, cestas de semillas, troncos para morder y más).
  7. Los hámsters son muy territoriales, por lo que no puede haber dos machos en la misma jaula por ningún motivo, ya que puede dar lugar a peleas muy violentas entre ellos que causen la muerte.
Cómo mejorar la jaula de tu hámster

Como ves, son muchas las causas del estrés en los hámsters. Algunas de ellas se solucionan con pequeños cambios en la rutina o instalación, pero otras requieren la intervención de un etólogo profesional. Ante cualquier duda, acude a tu veterinario de confianza y coméntale la situación exacta de tu mascota. 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.