Los únicos seres humanos que lloran para expresar una emoción son los seres humanos. El lagrimeo en tu perro puede ser abundante, pero eso no implica que las lágrimas sean reflejo de algo más allá que una simple respuesta fisiológica. Algunas veces ni siquiera es indicativo de que algo marche mal con la mascota.
Las emociones en los canes
Que ‘el mejor amigo del hombre’ no llore de tristeza o de alegría, no significa que no sea capaz de expresar emociones. De hecho, suelen exteriorizar sus sentimientos de forma bastante inequívoca.
Los perros pueden valerse de aullidos para mostrar tristeza, soledad, dolor y, en ocasiones, alegría. Gimen cuando físicamente les duele algo o están incómodos; ladran bien por felicidad, por miedo o cuando están molestos.
Los movimientos frenéticos de la cola casi siempre están relacionados con la máxima felicidad, aunque eventualmente también pueden ser indicativos de ansiedad.
Al igual que los humanos, cuando los animales no comen y apenas se levantan, es señal de depresión y tristeza. A través de las miradas también muestran al mundo no solo sus emociones, sino su verdadero estado de ánimo. Más allá de si presentan o no lágrimas, son incapaces de disimular en sus ojos cuando están tristes o alegres.
Las lágrimas: la primera línea de defensa de los globos oculares
La función primaria del lagrimeo en tu perro es proteger los ojos y mantenerlos hidratados. Cumple de igual forma con la tarea de expulsar cualquier elemento extraño que se aloje en las proximidades o sobre el globo ocular.
Las variaciones climatológicas demasiado drásticas o corrientes de aire muy fuertes son otros detonantes. Cuando se presentan estos casos puntuales, lejos de considerarse como un problema médico, es señal de que las defensas oculares están funcionando bien.
Cuestión de razas
También se debe tener en cuenta que algunas razas, debido a sus propias características, son propensas a presentar mayor lagrimeo. En esta lista figuran las de ojos grandes en comparación con el tamaño de su cabeza, como chihuahuas o shih tzu. También aquellas con mucho pelo cerca de los ojos, como el poodle o el bichón maltés.
Cuándo el lagrimeo en tu perro no está bien
Cuando las lágrimas son excesivas y constantes, y si van acompañadas no solo de líquido transparente, es momento de visitar al médico veterinario para que realice la evaluación pertinente. Estos episodios pueden originarse por varias razones:
Heridas en los ojos o presencia de objetos extraños
A diferencia de las emociones, cuando las lágrimas obedecen a la presencia de un elemento extraño, como una mota de polvo, la función del líquido es similar en perros y humanos. Lo mismo cuando la córnea está lastimada o herida.
Alergias
Además de lágrimas, los cuadros de alergias van acompañados por inflamación y enrojecimiento de todo el globo ocular. También aparecerán las legañas, hasta tal punto que abrir los ojos se volverá trabajoso para el animal. Otras señales son los estornudos y tos frecuente.
Infecciones
Estos episodios se identifican cuando, además de la presencia excesiva de lágrimas y legañas, aparecen secreciones amarillentas o verdosas, también evidentes y abundantes. Otro síntoma de ojos infectados es la irritación, tanto del globo ocular como del borde interno de los párpados.
Conjuntivitis
La conjuntivitis en perros puede aparecer por un problema concreto o eventual, originado por resequedad ocular, irritación ambiental o hasta malformaciones en los párpados.Pero también puede ser el síntoma de una dolencia más grave, como moquillo o hepatitis.
¿Qué hacer si hay demasiado lagrimeo en tu perro?
Ante el exceso de lagrimeo en tu perro, acompañado por uno o varios de los síntomas descritos, la primera medida a tomar es acudir en el acto al veterinario. El especialista, después de evaluar el cuadro clínico, determinará el origen del problema y recetará el tratamiento a seguir.
A la espera de la evaluación médica, hay algunas medidas que se pueden considerar. Existen consejos que ayudarán a la mascota a sobrellevar la situación mientras recibe la atención profesional. Estos son:
- Lavar los ojos con abundante agua tibia, sin frotar.
- Si no se percibe una herida sobre la córnea o en los párpados, se puede emplear un suero fisiológico o una infusión de manzanilla fría del refrigerador junto con unas gasas.
- Retirar cualquier elemento que pueda estar causando reacciones alérgicas; es el caso de ambientadores o productos de limpieza.