Los pulgones pertenecen a la familia de los afídos, un grupo de insectos hemípteros. Pequeños y de morfología poco variada, no están relacionados con las pulgas pese a lo que podría parecer. Se alimentan de las plantas a las que parasitan, y algunos son vectores de virus.
Algo que quizá no sabías es que los pulgones interactúan con las hormigas de una forma muy estrecha. Las relaciones mutualistas están a la orden del día, y te animamos a continuar leyendo para aprender sobre esta simpática interacción.
¿Cómo son los pulgones?
Los pulgones no suelen exceder los 3 milímetros. Se instalan en árboles frutales, flores y legumbres nutriéndose de su savia al extraerla perforando el tallo con su trompa puntiaguda. Las colonias muy densas constituyen una plaga que puede matar el vegetal o transmitirle enfermedades.
Morfología
Algunos individuos poseen alas y otros carecen de ellas, según la especie y su grado de desarrollo. Pueden ser, dentro de una misma especie, ápteros – sin alas – o alados. En este caso tienen dos pares de alas membranosas, relativamente pequeñas, siempre mucho más grandes las anteriores.
Son de colores variados, sobre todo verdes, amarillos o negros, a veces con manchas o motas, pero más a menudo lisos. El cuerpo es ovoide, sin distinción patente de las tres regiones típicas: cabeza, tórax y abdomen.
Ciclo biológico
Por lo general, el ciclo biológico de los pulgones es muy complejo:
- Tras el invierno, nacen las hembras desprovistas de alas. Sin necesidad de fecundación previa – es decir, por partenogénesis –, dichas hembras producen otros pulgones, también ápteros.
- Estos nuevos pulgones se reproducen de idéntica manera, por partenogénesis. De hecho varias generaciones suelen nacer siguiendo este mismo proceso.
- Cuando al final aparecen insectos alados, la colonia levanta el vuelo y busca otra planta huésped en la que se instala hasta el otoño.
- En ese momento, los pulgones vuelven a la planta primitiva, donde nacerán los machos y las hembras de la última generación. Las hembras, una vez fecundadas, ponen los huevos en los tallos de las plantas y de ahí nacerá la nueva colonia en primavera.
Los pulgones, las mascotas de las hormigas
Los pulgones están dotados de dos órganos tubulares en el extremo del abdomen, por donde segregan una sustancia dulzona y pegajosa. Esta sustancia sirve de alimento a algunas especies de hormigas, abejas y moscas.
Las abejas, de hecho, aprovechan esta sustancia para incorporarla a la miel.
Gracias a esta secreción, algunos afídos han desarrollado una relación simbiótica con las hormigas. Estas hormigas no solo los toleran sobre las plantas, sino que los protegen de sus depredadores.
Los pulgones son protegidos por las hormigas de mariquitas y arañas entre otros, y a cambio obtienen las secreciones previamente descritas.
Proceso de “domesticación” de los pulgones
Es de notar que las hormigas actúan como criadoras de los pulgones. Con una asombrosa habilidad favorecen la producción de esa sustancia dulzona en estos, mejorando su bienestar. Entre otras cosas, inducen a sus pupilos a agruparse en los vástagos vegetales, estimulando así su crecimiento y reproducción.
Los pulgones se dejan conducir hasta el nido de las hormigas, que los ordeñan estimulándolos con sus antenas. Allí los pulgones se nutren de raíces. De hecho, algunos no ven nunca la luz solar, llegando incluso a construir ciudades subterráneas.
Beneficios de este mutualismo
Donde no hay hormigas la secreción de los pulgones cubre parte de la planta, perjudicándola. Por tanto, cuando las hormigas consumen esta sustancia, logran un triple objetivo:
- Conservar la planta.
- Conservar su fuente de alimentación.
- Conservar la fuente de alimentación de los pulgones.
Puesto que los pulgones constituyen plagas que comprometen el valor de los cultivos y pueden actuar como vectores de virus, esta relación pulgón-hormiga es absolutamente imprescindible.
Pero ¿es todo tan maravilloso como parece?
En 2015, un estudio multidisciplinar realizado en España con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas investigó este mutualismo. Se descubrió que, además de la relación mencionada, existe otra en la que el pulgón se aprovecha de la hormiga y la perjudica potencialmente.
“En este estudio hemos visto que algunos individuos de pulgón imitan las sustancias emitidas por las larvas de la hormiga, de manera que estas creen que son sus crías y los transportan hasta las cámaras guardería. Una vez allí, el pulgón succiona la hemolinfa de las larvas de hormiga.”
Carme Quero, Investigadora del Instituto de Química Avanzada de Cataluña.
Esta fue la primera vez que se describió una relación “agresiva” entre pulgones y hormigas, cuando normalmente coexisten en armonía. Por lo tanto, a veces, estas mascotas tan particulares se rebelan.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Aphididae [Internet]. National Geographic. 2010 [cited 19 March 2020]. Available from: https://es.wikipedia.org/wiki/Aphididae
- Identificados dos tipos opuestos de simbiosis entre hormigas y pulgones | Consejo Superior de Investigaciones Científicas - CSIC - csic.es [Internet]. Csic.es. 2015 [cited 19 March 2020]. Available from: https://www.csic.es/es/actualidad-del-csic/identificados-dos-tipos-opuestos-de-simbiosis-entre-hormigas-y-pulgones
- Pérez Más E. Insectos. [Barcelona]: Bruguera; 1978.