
Estos encantadores animales son buenas mascotas para un niño porque son dóciles, limpios y fáciles de manejar. Aun así, es necesario estar atento a las señales que muestran cuando padecen alguna de las plagas propias de los conejillos de indias.…
Como animal de procedencia salvaje, esta tendrá un comportamiento complicado de controlar y unas necesidades que cubrir tanto antes de adoptarlas como mientras conviven en el hogar
Las ardillas son mamíferos muy activos, simpáticos y ágiles. Estos pequeños animales suelen ser de color café, alcanzan unos 45 centímetros y destacan por poseer una enorme y hermosa cola, que utilizan para mantener la estabilidad y el equilibrio.
La ardilla tiene un aspecto tierno y entrañable, y tiene la costumbre de vivir en bosques espesos, lugares donde pueden correr y utilizar toda su destreza física. En cuanto a su zona geográfica, estos animales pueden encontrarse en los cinco continentes.
Las ardillas son animales bastante revoltosos e hiperactivos, por lo que es imprescindible conocer algunas de sus características antes de adoptar una:
Estos roedores, además de un gran espacio de exploración y juegos, necesitan un lugar tranquilo en casa para descansar. Es ideal poner su jaula en un lugar donde no llegue la luz de forma directa.
También es importante que la jaula sea amplia, para que puedan realizar el ejercicio diario que necesitan, incluso donde puedan trepar. Se aconseja poner dentro de su jaula ramas naturales con las que pueda afilar sus uñas y utilizar sus dientes.
A estas pequeñas mascotas también les gustará tener un nido donde dormir; puede construirse a base de una caja de cartón y ponerle telas, paja y algodón adentro.
Lo importante es que su espacio sea tranquilo y cómodo, que les permita acurrucarse y sentirse protegidas al dormir. Hay que destacar que no se puede obligar a las ardillas a meterse en su jaula, sino que ellas mismas deciden cuándo desean entrar.
Las ardillas normalmente se alimentan de frutas, semillas, bellotas, nueces, flores y también algunos insectos. Por todo ello, en casa hay que ofrecerles una amplia gama de frutas y verduras.
Las ardillas comen de dos a cinco veces por día y, para un equilibrio en su dieta, lo recomendable es consultar a un veterinario. Finalmente, se aconseja poner una botella de agua en su jaula, al igual que se hace con otros roedores, como los conejos domésticos.