Los diferentes tipos de puertas para gatos y cómo elegir

Las gateras no solo focalizan el punto de acceso, sino que también evitan posibles caídas

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Las puertas para gatos son un complemento doméstico cuya versatilidad puede resultar más útil de lo que aparentemente podría imaginarse. Sus tipos y funciones ofrecen multitud de posibilidades para los dueños más creativos.

Los gatos se caracterizan por su naturaleza independiente, y es que pasan varias horas fueras del ámbito familiar hasta que el afecto o las ganas de comer les hace volver al hogar.

Esta tendencia a merodear de forma autónoma también se produce en la propia casa, al caminar de una a otra habitación. Para ambos casos, las puertas para gatos pueden facilitar la entrada y salida del animal de manera segura y cómoda.

Clasificación de las puertas para gatos

Actualmente, el mercado ofrece muchos modelos de gatera en función del uso y el gato que vaya a usarla. Algunos de los aspectos que las diferencian y que pueden ayudar a los dueños a la hora de elegir son:

• Tamaño del animal: es el primer criterio a comprobar. A pesar de que hay medidas estándar que rondan los 20 centímetros de ancho por 25 de alto, el peso y la edad del animal pueden requerir medidas especiales. En ocasiones, están realizadas con marcos flexibles que permiten el paso de gatos de distinto tamaño.
• La futura utilidad: condiciona el material de la gatera. Las puertas para gatos, a diferencia de lo que comúnmente se cree, no se limitan al ámbito exterior. Por ello, además de ponerlas en la puerta principal, pueden colocarse en ventanas, muebles, fachadas y todo tipo de puertas de madera, metal, plástico o cristal.

• Acceso libre o selectivo: permite controlar qué animal entra y sale a través de ella. En los últimos años, las puertas para gatos se han ido modernizando hasta ser capaces de detectar el microchip de mascota. De esta forma, los dueños pueden disfrutar de la tranquilidad de saber que ningún otro animal callejero entrará a su hogar.
• Sensor de movimiento: elemento cuya misión informativa sirve para notificar la entrada o salida del animal. Las puertas con este tipo de dispositivos sonoros son de utilidad porque permiten controlar los movimientos del gato sin necesidad de visualizar la gatera.

Además de los diferentes tipos de puertas que se comercializan, existen muchas tiendas de bricolaje que facilitan el diseño y la construcción de una gatera hecha por los propios dueños. En estos casos lo más importante será asegurar las medidas del animal, la presencia de bordes suaves que eviten cualquier tipo de lesión y la instalación de mecanismos de seguridad por medio de pestillos o sensores.

Recomendaciones para el uso de gateras

Una vez elegida la puerta en cuestión, los dueños deben acostumbrar a su gato a utilizarla siempre que quieran pasar de un ambiente a otro. Este paso puede resultar complejo, sobre todo si anteriormente el animal salía indistintamente por cualquier ventana o puerta que encontraba disponible.

Una buena forma de crear el hábito de entrada y salida a través de la gatera consiste en comprobar que esta supone la única alternativa de paso. Para ello, se aconseja que los primeros días la puerta de la gatera permanezca abierta de forma continua.

Además, se puede estimular el paso de un lado a otro de por medio de juegos y así contribuir a que el animal supere posibles medios en cuanto al uso de este nuevo complemento doméstico se refiere.

En general, se puede concluir que las puertas para gatos son una opción más segura por la facilidad con la que permiten acceder de un lado a otro de la vivienda, pues no solo focalizan el punto de entrada o salida, sino que también evitan riesgos como las numerosas caídas a las que se exponen estos animales al intentar atravesar ventanas o terrazas.