El mono verde es una especie muy poco conocida, a pesar de que tiene una increíble comunicación animal, y de que es una de las especies a las que más le debemos en la medicina moderna. Resulta que por desgracia miles de ellos han sido usados en la industria médica para el desarrollo de vacunas.
Actualmente, por suerte, cada día esta práctica está menos extendida, y los animales son sustituidos por cultivos celulares. Ello permite que este primate ya no se capture con este objetivo y, aunque en Estados Unidos aparecen como mascotas, es uno de los pocos primates que no se encuentra en peligro de extinción.
Este cercopiteco, llamado ‘verde’ debido a su color dorado con destellos verdosos, es una especie animal muy particular. Resulta que en él se descubrió un sistema de comunicación animal complejo, que recuerda en muchos aspectos al del ser humano. Esto nos enseña que los animales pueden tener comportamientos complejos muy parecidos a los del hombre.
La comunicación animal en el mono verde
Este es uno de los ejemplos más conocidos de comunicación animal, debido a que se estudió en los años 80, en el parque de Amboseli, en África. Lo que vieron los investigadores fue algo revolucionario para la época, y era que el mono verde tenía sonidos de alerta específicos para cada depredador.
En concreto, se documentaron tres llamadas concretas, las cuales desembocaban en tres estrategias. Estamos hablando de vocalizaciones de alerta para leopardos, serpientes y aves rapaces, las cuales son fácilmente diferenciables incluso para el ser humano.
Se observó que lo específicas que eran estas llamadas dependía de la experiencia del animal, y es que aunque son vocalizaciones instintivas, el reconocimiento de los peligros está ligado al aprendizaje.
Así, las crías y juveniles de mono verde confunden fácilmente a aves grandes –como la cigüeña– con un depredador, y alertan al grupo como si se tratase de una rapaz. Poco a poco aprenderán a reconocer a sus depredadores, y finalmente los adultos son capaces de distinguir a los buitres del resto de rapaces, pues estos últimos son carroñeros y no depredan sobre los monos verdes.
En concreto, se documentaron tres llamadas concretas, las cuales desembocaban en tres estrategias. Estamos hablando de vocalizaciones de alerta para leopardos, serpientes y aves rapaces, las cuales son fácilmente diferenciables incluso para el ser humano.
Diferentes llamadas, diferentes respuestas
Estas alarmas desencadenan diferentes respuestas; lo primero es vigilar la zona hacia la que el vigía ha realizado la alarma. Si el peligro consiste en grandes felinos como el leopardo, los monos correrán a la copa de un árbol y se colocarán en las ramas más alejadas del tronco, a las cuales el leopardo no puede acceder por su peso.
Sin embargo, si es una serpiente lo que se aproxima, los monos verdes se apoyan sobre dos patas, preparados para saltar ante un ataque y retirarse de la zona mientras buscan el peligro para tenerlo localizado. En el caso de las águilas, estos primates observarán el cielo y se intentarán cubrir en la maleza.
Esta especie también tiene alarmas para otros peligros, que aunque no están tan estudiadas son muy interesantes. Los monos verdes tienen sonidos de alerta para otras especies de primates peligrosas para ellos, como los babuinos o incluso el ser humano.
Esto es importante, ya que los monos verdes son considerados plaga en muchas zonas de África, y mantienen una relación conflictiva con el ser humano. Desgraciadamente, muchos mueren en atropellos, ataques de perros o incluso envenenamientos.
Estamos hablando de vocalizaciones de alerta para leopardos, serpientes y aves rapaces, las cuales son fácilmente diferenciables incluso para el ser humano. Se observó que lo específicas que eran estas llamadas dependía de la experiencia del animal, y es que aunque son vocalizaciones instintivas, el reconocimiento de los peligros está ligado al aprendizaje.