La importancia del sol para las tortugas de agua

¿Por qué es tan importante la luz solar para las tortugas? Te contamos por qué la iluminación natural es vital para su metabolismo. 

Las tortugas de agua buscan el sol.

Todos los seres vivos necesitamos al sol para sobrevivir, de forma directa o indirecta. En el caso de las tortugas de agua, que son de sangre fría, la iluminación natural es vital para su metabolismo. Te contaremos más en el siguiente artículo.

¿Por qué es importante el sol en las tortugas de agua?

A diferencia de los mamíferos, los reptiles tienen sangre fría. Esto no quiere decir que su cuerpo pueda realizar todas las funciones con una temperatura baja, sino que precisan calentar sus fluidos de alguna manera. ¿Cómo lo hacen? A través de la exposición al sol y a diversas fuentes de calor.

Por lo tanto, la luz solar es muy importante para las tortugas de agua, una de las tantas especies incluidas dentro del grupo de los reptiles. Todos los días, los quelonios necesitan por lo menos estar dos horas al sol para evitar la descalcificación de sus huesos, hacer la digestión y que todo su metabolismo funcione.

De lo contrario, la mayor de las consecuencias de la falta de sol es que su caparazón quede blando debido a que el calcio no se fija correctamente en los huesos del animal.

Si bien en las tiendas de mascotas se venden tubos y lámparas fluorescentes y ultravioletas, estas son solo un complemento de la luz natural o una solución para los días nublados. Pero por nada del mundo se debe reemplazar la acción de los rayos ultravioletas originales.

Lo ideal es que una tortuga reciba luz solar en las horas de la mañana y evitar que permanezca durante el mediodía o las horas de mayor calor en el mismo lugar.

Hay muchos casos de quelonios con quemaduras debido a que los dueños disponen la pecera o el hábitat al lado de una ventana donde da el sol todo el día. No hay que olvidar, además, que el efecto reflejante del vidrio aumenta las posibilidades de heridas en el caparazón o extremidades.

Tortugas en peligro de extinción

Además, algunos veterinarios recomiendan que la luz solar ‘le llegue’ sin ningún tipo de filtro. Esto quiere decir que deberíamos dejar la ventana abierta y que los rayos ingresen por la parte superior de la pecera, no por los laterales.

Si estamos en casa, podemos incluso sacar a la tortuga del acuaterrario y colocarla en el suelo, donde reciba mayor cantidad de luz. Siempre hay que tener en cuenta sus necesidades y, por eso, debemos poner una piedra donde se pueda recostar o delimitar la zona ‘permitida’ para que no ensucie todo el ambiente.

Luz artificial y temperatura en las peceras

Las tortugas de agua se termorregulan a través del calor que reciben de la exposición directa al sol, pero también con la temperatura que tiene el agua donde viven.

El hábitat ha de contar con una temperatura que oscile entre los 23 y los 30°C. Además, debe disponer de zonas a diferentes temperaturas, de más fresca a más cálida, para que la tortuga pueda ‘elegir’ dónde quedarse según sus necesidades.

Para ello se pueden combinar dos sistemas: uno de calefacción general para proporcionar un ambiente cálido (por ejemplo un calentador con termostato) y uno de foco de calor para irradiar en una zona específica.

La tortuga es uno de los animales domésticos acuáticos.

¿Sabías que los reptiles en general y las tortugas de agua en particular miden el tiempo según la luz que reciben? De esta manera pueden regular su ciclo biológico. Aunque la principal fuente de luz es el sol, esta puede complementarse con fuentes artificiales en forma de tubos fluorescentes o ultravioletas. Dicha iluminación es la misma que se usa en terrarios de animales escamosos como las iguanas.

Existen diferentes tipos de luces artificiales para peceras de tortugas de agua. Tienen una vida útil de un año como máximo (se deben cambiar pasado ese tiempo) y deben cumplir ciertos requisitos. Para empezar, no pueden estar a menos de 50 cm de distancia del animal. Además, han de apagarse durante la noche, entre 10 y 12 horas en invierno y de 8 a 10 horas en verano.

Por último, recordar que la luz ultravioleta artificial no atraviesa el cristal de la pecera, por lo tanto, ha de colocarse en el interior. Como dueño de una tortuga de agua tendrás que ofrecerle todo lo que necesita, incluyendo luz solar a diario.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Mulero Abellán, M. (2004). Efecto de la radiación ultravioleta (RUV) sobre los procesos de estrés oxidativo e inmunodepresión cutánea. Efecto protector de los filtros solares. Universidad “Rovira I Virgili.”

 

 

 

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