La convivencia entre un perro y un conejo

Esta no es tarea fácil para el dueño de las mascotas, y es que son animales que presentan roles opuestos en la naturaleza; el can es un depredador, mientras que el conejo juega un papel de presa

Perro y conejo en casa

Tener diferentes mascotas no siempre puede ser fácil. Por eso, la convivencia entre un perro y un conejo puede tornarse complicada, a pesar de que ambos se caracterizan por su carácter afable. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo solucionar los problemas que puedan surgir?

Cabe resaltar que, si bien es cierto que los conejos son animales tranquilos, tienden a ser un poco reactivos porque en la naturaleza son perseguidos por depredadores. Por ello, se debe ser muy cuidadoso con cualquier interacción y controlarla en todos los aspectos, incluso si se trata de un perro muy sociable. Sigue leyendo este espacio y descubre cómo se puede llevar a cabo la convivencia entre un perro y un conejo.

Convivencia entre un perro y un conejo, dificultades

Lo primero que hay que pensar es en su naturaleza animal. El conejo suele ser una presa, pues es uno de los alimentos más deseados por muchos depredadores. El perro, sin embargo, juega el papel de depredador, por lo que este podría ser el primer problema que surgiría.

Para nada queremos insinuar que tu perro se coma o se quiera comer a tu conejo, pero sus naturalezas son opuestas y esto puede crear rencillas entre ellos. No te preocupes, hay formas de solventarlas y que te vamos a desvelar a continuación.

Lo que hay que lograr para que esto no suceda, es hacer que ambas especies olviden sus roles naturales y puedan convivir como hermanos. Una buena presentación y una conducta por tu parte que no demuestre predilección por ninguno de ellos, son esenciales para la buena convivencia entre un perro y un conejo.

Es crucial recordar que, en medida de lo posible, tanto el conejo como el perro deben tener un buen proceso de socialización. Esto evitará que tiendan a demostrar alguna conducta agresiva, además de que reducirá su estrés.

Convivencia entre un perro y un conejo, cómo presentarlos

Aunque hay razas más amigables con los conejos que otras, si ya tienes un perro en casa y lo que traes es a este nuevo amigo, no tiene mucho sentido pensar en problemas. Aquí entrará tu sentido común y cuánto conoces a tu can para determinar si este está preparado para recibir a un conejo.

Perro y conejo: compatibilidad

Hay algunas razas de conejos con tendencia a ser más amigables que otras, como por el ejemplo el sussex, el alemán, el himalaya, el habana o el californiano. Si el conejo va a ser la segunda mascota que llevas a casa, intenta escoger uno de estos ejemplares.

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Una vez que ya has escogido a los dos animales que van a convivir, viene el momento clave: el de la presentación. Sigue estos consejos y todo irá como la seda.

No está de más está decir que tu perro debe estar entrenado y obedecer tus órdenes para que no haya ningún peligro para el conejo.

1. Busca un lugar al aire libre y neutral

Es mejor que la presentación se lleve a cabo en un lugar que ninguno de los dos animales conozca. Si lo haces en casa, donde ya tienes un perro, este podría ver amenazado su territorio y llegarían los problemas.

Perro y conejo jugando

Es mejor hacerlo en el campo, en un parque u otro lugar en el que ninguno de los dos se sientan presionados o amenazados. Eso sí, el lugar debe estar vallado.

Deja al conejo en un transportín y sujeta a tu perro con la correa para que tengas todo bajo control a la hora de presentarlos. Asimismo, prepara algunos premios de antemano para utilizar el refuerzo positivo y nunca los dejes sin supervisión. Si no crees poder hacerlo solo o tienes inseguridad, será mejor que vayas con alguien más para poder controlar a los dos animales.

2. Llegó el momento de la presentación

Deja primero que el perro huela la caja en la que está el conejo para ver la reacción de ambos. Cuando veas que todo va bien, puedes abrir lento el transportín sin hacer movimientos bruscos y dejar que sean ellos los que se muevan. No te alejes de ellos y háblales de forma suave y dulce para eliminar tensiones.

También podrías optar por darle la orden de “sentado” antes de iniciar la interacción. De esta manera, el conejo podrá acercarse a su ritmo sin tener al imponente can acosándolo. En cuanto se acerque uno al otro (para olfatearse), tendrás que poner mucha atención sin evitar la interacción. Recuerda que el olfato es un medio de comunicación importante para los animales, así que necesitan acercarse y olerse.

3. Vigílalos

Deja que sea el conejo quien se acerque al perro y no te alejes demasiado. El conejo podría no sentirse a gusto y salir corriendo, pues es lo que su instinto le marcaría. Si esto ocurre, bajo ningún motivo lo obligues a acercarse o lo dejes solo con el perro.

Perro y conejo juntos

Este gesto puede despertar el instinto depredador del perro y, entonces, llegarían los problemas. Pasa la tarde con ellos, si todo va bien, poco a poco se irán acostumbrando el uno al otro. Claro está, nunca te confíes, el conejo podría estar tranquilo unos instantes y ponerse agresivo en algunos minutos. Así que, si observas que patea el suelo, embiste o gruñe, aléjalo un poco y reinicia el proceso con cuidado.

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Aunque a todos los tutores les encantaría que sus mascotas convivieran bien entre sí, se debe ser realista y tener en cuenta que es probable que esto no suceda. De manera lamentable, no todos los perros ni todos los conejos son compatibles entre sí. Sin embargo, si lo logras, esto solo es el inicio, pues la convivencia deberá regularse para lograr una armonía entre todos.

Un paso fundamental que debes dar es el de separar sus estancias. Cada animal deberá tener un lugar en el que estar, en el que comer y en el que beber. Esto no solo les proveerá de privacidad, sino también de seguridad al tener un sitio en donde resguardarse. En este sentido, ninguno debe ver amenazado su espacio por el otro. Si tienes en cuenta todo esto, la convivencia entre un perro y un conejo irá sobre ruedas.

Bibliografía

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