La conservación del tití cabeciblanco

El tití cabeciblanco es un símbolo para Colombia, pero la especie está en serio peligro. Por ello, la conservación de este pequeño primate se ha convertido en una necesidad de primer orden en este país de Latimoamérica.

Conoce al tití cabeciblanco

El mono tití cabeciblanco, también conocido como tamarino algodonoso o tití de cabeza blanca (Sanguinus oedipus), es un calitrícido, un grupo de primates donde se encuentran todos los titíes, los monos de menor tamaño.

El tití cabeciblanco es un primate que come frutas, néctar y hojas frescas, además de insectos. Viven en grupos de 3 a 13 individuos, al borde de las selvas colombianas, país del que son endémicos.

Estos animales son muy curiosos en cuanto a su aspecto se refiere: poseen una melena de pelos blanquecinos desde la frente hasta la nuca, con una espalda parda y una cola que va desde el naranja al negro, con el rostro gris y las extremidades blancas.

Al igual que otros titíes, practican una crianza comunal donde varios animales del grupo participan en la cría, y es que las hijas están inhibidas para reproducirse ante la presencia de la madre. Sus principales depredadores son las rapaces, aunque suelen huir ante la presencia de monos capuchinos, ante los que emiten vocalizaciones de alerta. Y es que esta especie tiene más de 40 llamadas diferentes.

Amenazas del tití cabeciblanco

En este caso, hablamos de uno de los primates más amenazados del mundo, al estar considerado en peligro crítico de extinción, y de los más llamativos. Aunque su verdadera amenaza ha sido la experimentación animal: a finales de los 70, debido a su uso para estudiar el adenocarcinoma de colon, se extrajeron entre 20 000 y 40 000 ejemplares de la naturaleza.

Por supuesto, a día de hoy no se capturan animales de la naturaleza para este propósito, aunque esto supuso un mazazo para las poblaciones de tití cabeciblanco. Actualmente, sus amenazas son la deforestación debido a la ganadería industrial, además de la captura de monos como mascotas.

Gracias al censo elaborado en 2005 por el Proyecto Tití, la especie ha sido catalogada como animal en peligro crítico de extinción. Esto era necesario para iniciar medidas de protección oportunas para conservar a esta especie única en Colombia, en concreto en el noroeste del país, entre el río Magdalena y el Atrato.

Conservación del tití cabeciblanco

Es por estos motivos por los que el tití algodonoso necesita de proyectos de conservación, y es así que hasta ahora se han declarado dos parques naturales para proteger a esta especie en Atlántico y Bolívar, lo que protege casi 2000 hectáreas para la conservación de esta especie.

Colombia es uno de los puntos calientes de la biodiversidad, a pesar de que es uno de los países con mayores tasas de deforestación. Y es que el país latinoamericano pierde más de 4000 kilómetros cuadrados de selva al año, algo que afecta a la fragmentación del hábitat de este calitrícido.

Las inundaciones de estas selvas, debido a proyectos hidroeléctricos, también afectan a la conservación de la especie, porque aunque no se incluyen como deforestación, afectan de la misma manera.

Este proyecto de conservación no solo trabaja directamente con la especie. La fundación posee diversos proyectos en escuelas e institutos, no solo para educar a los jóvenes colombianos en la conservación de la especie, sino también para implicarles en su conservación.

La creación de alternativas económicas que promuevan la defensa del medioambiente, como la creación de bloques de combustible con papel reciclado, abono y viruta para reducir la deforestación; el reciclaje de plástico para la creación de postes; o la fabricación de artesanía y peluches por parte de los indígenas son proyectos que están protegiendo a este animal de la sexta gran extinción.