Jacques Cousteau: el explorador del mar, la Atlántida y otros tesoros

Jacques Cousteau (1910-1997) fue el documentalista de los mares. A bordo de su nave «Calypso», este marino francés retrató como nadie la vida submarina, buscó la Atlántida y halló a un barco hermano del «Titanic».
Jacques Cousteau: el explorador del mar, la Atlántida y otros tesoros
Miguel Mata Gallego

Escrito y verificado por el biólogo Miguel Mata Gallego.

Última actualización: 15 octubre, 2023

Su nombre evoca grandes exploraciones submarinas y fantásticos documentales oceanográficos. La necesidad condujo al cineasta y oceanógrafo francés, Jacques-Yves Cousteau (1910-1997), a la invención de la escafandra autónoma para bucear por mayor tiempo en las profundidades marinas.

Su espíritu de aventura lo llevó a seguir las pistas de la civilización perdida, La Atlántida, que se hundió en aguas desconocidas, y a interrumpir el sueño del trasatlántico Britannic, que naufragó en 1916.

Este explorador de los mares acercó los océanos al gran público y luchó por su conservación. De hecho, sus documentales estaban dedicados «a los que luchan por preservar la vida en nuestro planeta». Si quieres descubrir la vida marina y sus misterios, a través de la trayectoria vital de este hombre que se convirtió en pez, te invitamos a sumergirte en las siguientes líneas.

Del barco de guerra al barco de exploración

Nacido en el seno de una familia de clase media del suroeste francés, Jacques siempre tuvo interés en el mar. En su juventud se enroló en la Marina francesa, donde comenzó la que parecía una prometedora carrera militar.

Sin embargo, un grave accidente de automóvil —que le fracturó los dos brazos— truncó sus planes de futuro. Pese a esto, no se desanimó, pues se pudo centrar en la que era su gran pasión: la exploración marina.

Jacques Cousteau: el inventor del submarinismo moderno

Durante los años 40, Jacques Cousteau y el ingeniero Émile Gagnan desarrollaron juntos el AquaLung, que sería la primera escafandra autónoma moderna. Este invento hizo posible que se pudiera nadar bajo el agua por tiempos prolongados.

Tan exitosa fue su invención que este modelo ha servido de base para casi todos los equipos de submarinismo actuales.

Además, Cousteau ideó un pequeño submarino, que se conoce como platillo sumergible, el cual se distinguía por su fácil maniobra. Estos inventos, y el uso de cámaras submarinas que resistían altas presiones, permitieron filmar rincones hasta entonces desconocidos, como veremos a continuación.

Los océanos como nunca antes los habíamos visto

En 1948, Jacques Cousteau compró un viejo navío de guerra francés y lo modificó para hacerlo un verdadero buque de investigación. El barco, renombrado como Calypso, fue su hogar durante sus decenas de exploraciones oceánicas.

Cousteau recorrió, con su familia y un equipo de colaboradores, casi todos los mares del planeta. Sus documentales se emitieron por todas partes y fueron cruciales para la popularización de las profundidades marinas. Uno de ellos fue El mundo submarino de Jaques Cousteau, que se transmitió entre 1968 y 1975. Esta emisión le valió fama mundial.

En ellos, el oceanógrafo presentaba un mundo poblado por animales fascinantes y desconocidos para el gran público, como la ballena jorobada o las extrañas criaturas que habitan las profundidades marinas.

El documental de Jacques Cousteau, El mundo del silencio, de 1956, se ganó varios premios, como el Óscar al mejor documental y la Palma de Oro, que otorga el Festival de Cine de Cannes.
Jacques Cousteau con traje de buceo.
El oceanógrafo francés, Jacques Cousteau, logró mostrar al público la vida marina a través de sus documentales y libros. Crédito: Corbis.

De la búsqueda de la Atlántida al hallazgo del Britannic

Cousteau le dedicó mucho espacio a una de sus maravillas submarinas favoritas: los naufragios de barcos y la vida en ellos. Por si fuera poco, desde finales de 1975 y todo 1976, también se adentró en el mar Egeo, para seguir el rastro del mítico continente perdido: La Atlántida.

Su hijo, el buzo y piloto Philipe Cousteau, y su equipo recorrieron varias islas para hallar pistas sobre las coordenadas de este enigma:

  • Bimini, en Las Bahamas.
  • Coco, cerca de Costa Rica.
  • Pascua, en el océano Pacífico.
  • Las Azores, en el océano Atlántico.
El documental llamado El Calipso en búsqueda de la Atlántida se estrenó en 1978.

Lo cierto es que el oceanógrafo Jacques Cousteau no halló a esta legendaria ciudad. Sin embargo, cuando estaba en Grecia, la Sociedad Histórica del Titanic lo contactó para ubicar al Britannic, una embarcación hermana del famoso barco, que chocó contra un iceberg. Este buscado trasatlántico se hundió el 21 de noviembre de 1916, durante la Primera Guerra Mundial, después del choque con una mina.

El 3 de diciembre de 1975, el oceanógrafo francés logró encontrar a este buque, que descansaba en las profundidades del mar Egeo, y dejó registro documental de esta hazaña.



Jacques Cousteau: un pionero de la conservación marina

Desde que sus exploraciones submarinas comenzaron, allá por los años 40, Jacques fue consciente de la importancia de la conservación de los océanos. En ocasiones, se valió de su condición de personaje famoso para organizar acciones en favor de la naturaleza.

En 1960, organizó una protesta pública para evitar que residuos radiactivos fueran lanzados al Mediterráneo. Después de cortar las vías del tren con manifestantes, los desechos nunca fueron vertidos.

Cousteau siempre fue un activista en contra de uno de los mayores peligros para la vida marina: las mareas negras (vertidos de petróleo). En declaraciones al canal Televisión Española (TVE), en 1991, el ya anciano oceanógrafo hablaba de la vital importancia de evitar que estas manchas negras de petróleo se derramasen en cualquier parte, no solo allí donde causaran molestias a intereses turísticos o económicos.

«El mar, el gran unificador, es la única esperanza del hombre. Ahora, más que nunca, aquella vieja frase tiene un sentido literal: estamos todos en el mismo barco».

~ Jacques Cousteau, oceanógrafo y cineasta francés. ~

Su interés por la conservación lo impulsó a crear una fundación con su nombre para la protección de la vida oceánica. Otro de sus intereses fue la preservación de la Antártida, lugar que visitó en varias ocasiones y donde captó espectaculares imágenes.

Este marino francés afirmaba que la Antártida debía ser preservada en su estado natural y ser visitada solo por investigadores y estudiantes, para evitar la explotación de sus recursos.


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El legado del protector de los mares

Jacques-Yves Cousteau falleció en 1997, a los 87 años de edad. Su legado es amplio: perfeccionamiento del submarinismo, el descubrimiento de especies, las primeras técnicas de grabación submarina y decenas de libros sobre la exploración de las profundidades.

Por supuesto, su mayor impacto fue mostrarle al público la vida submarina y su ímpetu por la defensa del mar. La Sociedad Cousteau sigue activa en la actualidad. Su vida ha servido de inspiración a decenas de científicos y activistas que siguen sus pasos.

 

Créditos de la imagen de portada: The Cousteau Society.

 

 


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