Hábitos y características de la rana de cristal

Existen más de un centenar de especies, distribuidas en tres géneros, dentro de la familia de las ranas arborícolas de piel translucida; se conocen como rana de cristal.

Rana de cristal: características

En la rana de cristal las vísceras son visibles y, quien la observe con atención, puede llegar a ver el corazón bombeando sangre hacia las arterias. Asimismo, se pueden observar los alimentos que se mueven a través del intestino.

No existe, por el momento, una explicación satisfactoria para esta transparencia, y no todas las especies tienen una parte inferior de ‘vidrio’. Vistas desde arriba, la mayoría de las ranas de cristal presentan un color verde claro.

Las tonalidades varían de un verde uniforme a verde con manchas blancas o amarillas. Debido a la dificultad de encontrar estos anfibios, se describen con frecuencia nuevas especies y la familia continua creciendo.

Morfología y comportamiento de la rana de cristal

Son llamadas así por la trasparencia de su piel. La mayoría de los individuos de estas especies son de tamaño pequeño. Los adultos pueden medir entre dos y tres centímetros de longitud, aunque existen especies en las que una rana adulta puede medir hasta ocho centímetros de longitud máxima.

Al igual que otras especies de ranas arbóreas, las de cristal tienen falanges terminales en forma de ‘T’, con un cartílago que las intercala y con las puntas expandidas, que la ayudan en la escalada. Viven en lo alto de los árboles que bordean los arroyos de las montañas en los Andes y en los bosques nubosos de Centroamérica y Sudamérica.

Rana de cristal: alimentación

La rana de cristal es una especie con hábitos nocturnos y aprovecha la puesta del sol para recolectar su alimento, que se basa en pequeños insectos. No suelen pasar mucho tiempo en la tierra, sobre todo en la temporada no reproductiva, cuando procuran permanecer en el dosel de los árboles. Durante el día suelen camuflarse en el revés de las hojas de los árboles.

Reproducción

Para que el apareamiento ocurra, los machos deben primero llamar a las hembras y luego sentarse en las hojas, rocas o bromelias. Cuando llega la hembra, esta no desciende al agua, sino que se aparean en el lugar donde la llamó el macho y allí deposita los huevos. Una hembra puede poner entre 18 y 30 huevos en cada puesta.

El cuidado del padre es lo común entre las ranas de cristal. Después que la hembra se va, el macho se queda a proteger los huevos de los depredadores y llama a las hembras adicionales. Estas hembras también depositan sus huevos, y así el macho tendrá varias camadas en desarrollo para proteger.

Cuando los huevos eclosionan, los renacuajos caen bajo el agua, donde viven y se alimentan en medio de la maleza hasta convertirse en ranas. Uno de los principales depredadores de los huevos son las moscas, quienes ponen sus propios huevos sobre los de la rana de cristal y, al eclosionar antes, los gusanos se alimentan de los embriones de las ranas.

En algunas de estas familias los machos cantan mientras esperan que los huevos eclosionen. Se piensa que esto forma parte de los cuidados parentales de las futuras crías.

Otros datos curiosos

Todas las especies descubiertas hasta ahora son similares a otras ranas en apariencia y color. Sin embargo, las ranas arborícolas tienen ojos que miran a los lados, mientras que los de la rana de cristal miran al frente.

Rana de cristal: reproducción

Algunos miembros de la especie reflejan la luz del infrarrojo cuando se evalúan mediante fotografías que utilizan esta técnica. Se piensa que esa capacidad de reflejar el infrarrojo le puede otorgar una ventaja de termorregulación a la rana.

Las hembras ovíparas son con frecuencia más grandes que sus pares masculinos, por lo que esta especie es sexualmente dimorfa.

La naturaleza de su anatomía y su pequeño tamaño convierte a la rana de cristal en un ser muy frágil y expuesto a grandes peligros.

Algunos especímenes de estos anfibios se han utilizado para investigar enfermedades como el cáncerLa mejor ventaja reside en estudiar ciertas reacciones sin tener que diseccionar a la rana. También es útil para estudiar cómo funcionan sus órganos sin tener que matarlas.

Algunas de estas especies pueden ponerse en peligro de extinción a causa de la contaminación de los ríos y la feroz deforestación de las zonas donde habitan.

Bibliografía

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https://amphibiaweb.org/lists/Centrolenidae.shtml

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