FLUTD en gatos: síntomas, tratamiento y prevención

La enfermedad del tracto urinario inferior felino —o FLUTD (por sus siglas en inglés)— es un síndrome que abarca una serie de patologías que impiden una adecuada micción en los gatos. ¡Descubre cómo identificarla y qué puedes hacer para prevenirla!

Escrito y verificado por el médico veterinario y zootecnista Sebastian Ramirez Ocampo.

Última actualización: 22 junio, 2023

Se conoce como enfermedad del tracto urinario inferior felina (FLUTD) al conjunto de patologías que provocan una obstrucción o inflamación de las vías urinarias inferiores en los felinos. En concreto, los órganos afectados son la vejiga y la uretra. Se presenta en gatos de cualquier edad, raza o sexo, aunque existen ciertos factores de riesgo que conllevan a su desarrollo.

En este artículo exploraremos las causas, los síntomas y los tratamientos de esta condición, así como las medidas preventivas que permitan mantener el bienestar de tu compañero felino. Si eres un amante de los gatos y te preocupas por su salud, este contenido es ideal para ti. ¡No te lo pierdas!

¿Cuáles son las causas del FLUTD en gatos?

De acuerdo a un estudio publicado en el Journal of the American Veterinary Medical Association, la obesidad, el sedentarismo, la poca ingesta de agua y el ser macho se consideran los principales factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad del tracto urinario inferior en gatos. Además, razas como el persa, manx e himalayo están más predispuestas a padecerla.

Su origen se puede clasificar en obstructivo y no-obstructivo, dependiendo de la patología que la genere. Conforme a lo anterior, las causas más frecuentes de esta enfermedad se mencionan en las siguientes líneas.

Etiología no-obstructiva

En estos casos, no existe una oposición mecánica al paso de la orina por el tracto urinario, sino que se presenta una inflamación de las estructuras que participan en la micción.

Cistitis idiopática

Es la patología más relacionada al FLUTD en gatos. De hecho, según datos de un artículo del Journal of Feline Medicine and Surgery, representa el 65 % de todos los casos que afectan las vías urinarias inferiores en los gatos. Se caracteriza por tener un origen desconocido, aunque las alteraciones en la inervación nerviosa de la vejiga se presumen como la causa.

Así lo afirman los autores del estudio Feline Idiopathic Cystitits, quienes sostienen que, ante situaciones estresantes, el sistema nervioso simpático libera una mayor cantidad de norepinefrina y otras catecolaminas. Esto conduce a una inflamación neurogénica de la vejiga, un aumento en la contracción vesical y una alteración de los glucosaminoglucanos, que componen la capa protectora de este órgano.

De igual forma, al verse alterada esta barrera, la permeabilidad de la pared vesical se incrementa, por lo que las toxinas presentes en la orina producen una mayor inflamación o cistitis.

Infecciones del tracto urinario (ITU)

La colonización por parte de agentes microbianos del tracto urinario inferior genera cuadros de inflamación. Conforme a lo expuesto en un estudio realizado por los investigadores Dorsch, Teichmann-Knorrn y Sjetne Lund, las bacterias son las principales causantes de las infecciones, mientras que menos del 1 % es por parásitos, hongos o virus.

El principal organismo aislado en las ITU es la Escherichia coli, aunque también se han reportado Streptococcus, Enterococcus, Staphylococcus y algunos morbillivirus.

Tumores

El tumor vesical más común en los felinos es el carcinoma de las células de transición. Esta neoplasia invade la musculatura de las paredes de la vejiga y, en consecuencia, altera su correcta funcionalidad. Aunque es una patología poco común, se le debe hacer un estricto seguimiento por su capacidad de generar metástasis hacia otros órganos.

Etiología obstructiva

Como su nombre lo indica, un material sólido impide el flujo normal de la orina hacia el exterior. Las obstrucciones pueden ser totales o parciales y aparecen de forma súbita o a lo largo de varias semanas.

Urolitos   

Los cálculos o piedras vesicales —como también se conocen— son la segunda causa de FLUTD en gatos. Se originan a partir de la acumulación y cristalización de minerales en la vejiga. Entre el 80 al 90 % son formados por oxalato de calcio y estruvita (fosfato de magnesio y amónico hexahidratado).

De hecho, pueden ocasionar un taponamiento tanto del trígono vesical (estructura por donde vacía la vejiga) como de la uretra en cualquiera de sus porciones. Esto provoca alteraciones en el flujo de la orina y acumulación de la misma en la vejiga.

Tapones uretrales

A diferencia de los urolitos, los tapones uretrales están compuestos por una combinación de matriz orgánica (células y proteínas) y, en algunos casos, material cristalizado. Se presentan como consecuencia de una inflamación de la vejiga o por infecciones, neoplasias y cálculos.

Pueden generar una obstrucción parcial o total de la uretra, que es el conducto por donde pasa la orina desde la vejiga al exterior, durante la micción.

¿Cuáles son los síntomas?

Las patologías relacionadas a la enfermedad del tracto urinario inferior en gatos impiden una correcta eliminación de los desechos fuera del organismo. Además, producen cuadros inflamatorios y obstructivos. En este sentido, los síntomas que puede presentar tu compañero felino son los siguientes:

• dificultad y dolor al orinar;
• sangre en la orina;
• micción frecuente, pero en pocas cantidades;
• incontinencia;
• maullidos y quejos al orinar;
• micción fuera del arenero y en lugares donde antes no lo hacía;
• lamido excesivo del abdomen y la zona perineal;
• decaimiento;
• vómitos;
• anorexia y pérdida de peso;
• cambios en el comportamiento, como la manifestación de agresividad.

¿Qué hacer si tu gato tiene FLUTD?

Por todas las dinámicas que intervienen en la fisiopatología del FLUTD, en su manejo puede distinguirse el tratamiento médico y el nutricional.

Terapia clínica

Antes de iniciar con el tratamiento, el veterinario deberá evaluar el estado de tu mascota y determinar si se trata de un FLUTD obstructivo o no-obstructivo. Posterior a esto, tendrá que tomar acciones para recuperar el flujo normal de la orina, a través del tracto urinario.

En primer lugar, de acuerdo al artículo Evidence-based management of feline lower urinary tract disease, en todos los cuadros de gatos con FLUTD agudo se debe considerar el uso de antiinflamatorios y analgésicos, para aliviar las molestias causadas por la inflamación o la obstrucción.

Además, según una publicación de la revista Today’s Veterinary Practice Journal, se aconseja suministrar medicamentos espasmolíticos que relajen los músculos de la uretra, para favorecer la micción, y antibióticos, si hay infección.

A un nivel más específico, si es por cistitis idiopática, el objetivo debe ser reducir el nivel de estrés que sea causante de esta patología en tu gato. Esto se puede lograr a través de la modificación y enriquecimiento del ambiente en que vive tu mascota.

En este sentido, la recomendación es incluir juegos, rascadores, plantas u otros objetos, capaces de estimular los sentidos y entretener a tu compañero felino en el hogar. Incluso, el uso de feromonas y otras esencias ha demostrado ser beneficioso para reducir los niveles de estrés y ansiedad en los gatos.

Por otro lado, ante una posible obstrucción por tapones uretrales, será necesario combinar el tratamiento médico con la instalación de una sonda urinaria. Esto se debe a que los tapones suelen formarse con facilidad, por lo que es necesario que la vejiga y la uretra tengan una vía de descargue constante.

Finalmente, los procedimientos quirúrgicos como la cistotomía y la uretrostomía están indicados para el manejo de urolitos, que por su tamaño o composición no puedan deshacerse con la dieta.

Terapia nutricional

Con el manejo nutricional se busca modificar la composición de la orina —para evitar la acumulación de ciertos minerales—, así como disolver aquellos cristales en formación. Por una parte, según la publicación Nutrition and Lower Urinary Tract Disease in Cats, en los cálculos de estruvita se necesitan dietas acidificantes que mantengan el pH urinario entre 6 y 6,5. Además, se requiere que contengan pocos niveles de magnesio y fósforo en su formulación.

De igual manera, se recomiendan alimentos concentrados con buenos niveles de sal, debido a que este elemento permite la producción de una orina más diluida y, por ende, una menor saturación de estruvita en la misma.

En contraparte, los de oxalato de calcio son más difíciles de resolver, mediante la modificación de la dieta. Por lo tanto, para extraer las piedras formadas en la vejiga o en la uretra se necesita de la intervención quirúrgica.

Otros elementos que se consideran importantes para el tratamiento nutricional del FLUTD son los siguientes:

• Aumentar la ingesta de agua para diluir los componentes nocivos en la orina y favorecer su eliminación.
• Incrementar el consumo de alimentos húmedos, para asegurar que la orina se encuentre diluida.

¿Qué medidas tomar para su prevención?

Como pudiste observar, son muchos los elementos que participan en el desarrollo del FLUTD en gatos. No obstante, con ciertas medidas preventivas puedes disminuir la probabilidad de que esta enfermedad afecte a tus animales de compañía.

Evitar el estrés

Una publicación del Journal of Veterinary Internal Medicine sugiere que ciertas situaciones —como el cambio de hogar, la inclusión de una nueva mascota o alterar los lugares en donde acostumbra a comer y hacer sus necesidades— incrementan los estados de ansiedad.

Por ende, debes gestionar de forma correcta este tipo de eventos para que su bienestar no se vea afectado. De igual manera, como se mencionaba en líneas anteriores, la estimulación sensorial y el uso de feromonas te puede ayudar a mantener un estado de tranquilidad en tu gato.

Alimentación balanceada

Una dieta de calidad y un buen consumo de agua reducirá en gran medida la aparición del FLUTD. Utilizar estrategias, como la disposición de varios bebederos por todo el hogar o dar alimentos húmedos, puede asegurarte que tu gato consuma el agua suficiente. Este punto es importante para prevenir los cálculos por oxalato de calcio.

Controlar el sobrepeso

Al ser un factor de riesgo, se debe controlar la obesidad de forma estricta. Para ello, es necesario asesorarte con un profesional sobre esta condición y tomar medidas preventivas, como el ejercicio y el bajo consumo de alimentos hipercalóricos.

Medicamentos

Se estima que cerca de un 50 % de los casos de FLUTD tienen recidivas, es decir, vuelven a aparecer una vez superados. Si es el caso de tu gato, algunas medicinas pueden ayudar en estas situaciones.

De acuerdo con el documento mencionado en líneas anteriores Evidence-based management of feline lower urinary tract disease, el uso de glucosaminoglucanos, como el condroitín sulfato y la glucosamina, durante 3 a 6 meses, promueven la reparación de la capa protectora de la vejiga y disminuyen su inflamación. También se reporta el uso de antidepresivos, como la amitriptilina, para reducir la inflamación neurogénica de la vejiga y controlar el estrés en los felinos.

La prevención es la clave

Ahora que conoces todo lo relacionado al FLUTD en los gatos, es tu deber evitar que tu mascota llegue a padecerlo. Es importante que incluyas todas las estrategias mencionadas, porque siempre es mejor prevenir que lamentar.