Cristales en la orina en gatos: síntomas, tipos y tratamiento

Los cristales en la orina en gatos vienen derivados de una condición conocida como urolitiasis. Estos pueden pasar desapercibidos o provocar diversos síntomas en el félido. Conócelos con nosotros.
Cristales en la orina en gatos: síntomas, tipos y tratamiento

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 30 julio, 2022

Los cristales en la orina en gatos representan un padecimiento a nivel del aparato urinario. También conocido como “piedras” o urolitos, estos minerales sólidos pueden aparecer en cualquier parte del sistema excretor del félido, incluyendo los riñones, los uréteres, la vejiga o la uretra. La causa de estas formaciones no está del todo clara, pero se sigue investigando acerca del tema.

Además, cabe destacar que los urolitos tienen distintas composiciones minerales, lo cual permite sospechar de una entidad subyacente u otra. Si quieres saber más sobre el tema, sigue leyendo.

¿Qué es la urolitiasis felina?

Cuando hablamos de cristales en la orina en gatos, en realidad nos estamos refiriendo a una condición concreta con nombre y apellidos: la urolitiasis felinaEsta entidad clínica engloba todo lo relacionado con la presencia de cúmulos policristalinos en el aparato urinario del gato, desde las causas a los síntomas —como dolor, infección, obstrucción o sangrados—.

El aparato urinario del gato está compuesto por 2 riñones —que realizan la filtración de la sangre y forman  la orina—, 2 uréteres que recogen el fluido, un saco muscular que almacena la orina (vejiga) y una uretra, que conecta todo este sistema con el medio externo. Los urolitos o cristales se pueden depositar en cualquiera de estas secciones, lo que deriva en una signología característica en cada cuadro.

Una radiografía que muestra los órganos torácicos del gato.
Una radiografía que muestra los órganos torácicos y abdominales del gato.

Síntomas de los cristales en la orina en gatos

Algunos gatos presentan cristales en los riñones y no tienen ningún síntoma. En estos cuadros, es común que se encuentren formaciones en alguna parte del tracto urinario de la mascota cuando se está realizando una prueba de rayos X con otro fin. De todas formas, otros félidos sí que desarrollan signos clínicos. Entre ellos, destacamos los siguientes:

  • Dolor abdominal: el malestar severo en esta región es muy común en humanos con urolitos, pero los gatos no suelen desarrollarlo. De todas formas, si los cristales están taponando los uréteres, los riñones se inflamarán y el félido sentirá mucho dolor, sobre todo cuando se le coge de la región abdominal.
  • Fiebre: tal y como indican estudios, las piedras en sí no provocan fiebre en los seres humanos, pero sí que se puede desarrollar por infecciones secundarias a posibles lesiones. El mismo principio se puede aplicar a gatos.
  • Sangre en la orina (hematuria): esto es una señal de que los cristales están provocando heridas en alguna parte del sistema urinario.
  • Dolor al orinar (disuria), disminución de la producción de orina (oliguria) o la ausencia total de orinado (anuria). Este último signo representa la variante más grave del espectro.
  • Pérdida de apetito, letargia y vómitos: son signos que indican obstrucción en el flujo urinario normal.

De todas formas, tal y como indica el portal MSD Veterinary Manuals,  los signos son muy distintos si se ven afectados uno o ambos riñones. Si solo hay disfuncionalidad unilateral, el único signo posible es el dolor. El malestar general y los fallos sistémicos llegan cuando los 2 riñones están taponados, pues la micción se dificulta o imposibilita en este caso.

Causas de los cristales en la orina

Los veterinarios aún no han llegado a dilucidar del todo por qué se producen los cristales en la orina en gatos. De todas formas, se sabe que los félidos presentan una orina muy ácida que los predispone a la deposición de urolitos, sobre todo cuando existen excesos o carencias vitamínicas. Por ello, estudios estiman que los gatos son más proclives a desarrollar la condición que los perros.

A continuación, te presentamos algunas de las posibles causas de deposiciones cristalinas en el sistema urinario del félido. Entre todos los posibles eventos subyacentes, destacamos los siguientes:

  1. Desbalances dietéticos: un exceso de minerales en la dieta podría fomentar la formación del núcleo del urolito. A lo largo del tiempo, este crece en tamaño y se deposita más materia mineral sobre él.
  2. Inflamación: algunas patologías —como la enfermedad renal poliquística felina, PKD— provocan inflamación y disfuncionalidad en los riñones. Esto podría fomentar que apareciesen cristales en la orina de los gatos afectados.
  3. Nivel del pH de la orina del gato: las oscilaciones en el pH hacia arriba o hacia abajo pueden fomentar que se depositen cristales en el entorno urinario del felino.
  4. Infecciones: los eventos infecciosos también pueden fomentar la deposición de urolitos, si bien es mucho más común que aparezcan por desbalances metabólicos.

Algunos de estos agentes causales son controlables, mientras que otros dependen del organismo de cada gato. Si tienes dudas sobre la dieta que le estás brindando a tu félido, lo mejor es que acudas con él al veterinario. 

Tipos de cristales

Como hemos dicho con anterioridad, los cristales en la orina en gatos se pueden clasificar según su composición mineral. Utilizamos como referencia el artículo científico Epidemiology of feline urolithiasis in Mexico (2006–2017), publicado en la revista International Society of Feline Medicine (ISFM), para traerte los tipos más comunes:

  • Urolitos de oxalato de calcio: representan el 54,3 % de todos los cristales en félidos, así que son los más comunes. Aparecen con mayor asiduidad en los machos mayores de 7 años de edad.
  • Urolitos de estruvita: representan el 32,1 % de las deposiciones. Son más comunes en hembras de menos de 6 años de edad.
  • Otros cristales: el 7,4 % son de purina y el 6,2 % restante de otros compuestos minerales.

Por otro lado, esta misma fuente destaca que los cristales se presentan en félidos de todas las edades, desde los 6 meses hasta los 17 años. Aun así, la mayoría de los félidos que requieren atención clínica por este cuadro son adultos o ancianos.

Diagnóstico de la urolitiasis felina

A veces es posible detectar los urolitos solamente presionando de forma gentil el abdomen del animal. De todas formas, no te recomendamos en absoluto que lo intentes en el entorno doméstico, pues solo generarás en el animal estrés, dolor y enfado. Lo mejor es que, si detectas cualquier signo raro en tu gato, lo lleves al veterinario cuanto antes.

Una vez en la clínica, el profesional sospechará de los urolitos por los signos del animal o tras una palpación directa. Si se detecta un cristal, es necesario realizar diversas pruebas de imagen que confirmen el diagnóstico. Los rayos X detectan urolitos de hasta 3 milímetros de diámetro, pero también pueden ser de utilidad otras técnicas de imagen, como los ultrasonidos.

Suele ser necesario un análisis de la orina del paciente. Esto le dará pistas al veterinario de las posibles causas de los urolitos.

Tratamiento

El tratamiento de los cristales de orina en gatos dependerá completamente de su localización y del estado general del animal. A veces ni siquiera merece la pena extirpar quirúrgicamente los urolitos, pues su extracción puede causar más daños en el riñón que dejarlos donde están.

Por ello, solo se concibe la cirugía cuando los cristales provocan infecciones, si causan hemorragias, si taponan el flujo de orina o si su crecimiento es muy rápido. Debido a que el tracto urinario del félido es muy pequeño, suele ser necesario el redireccionamiento a un cirujano especialista —con el coste monetario que esto conlleva—.

Por otro lado, existe un abordaje muy novedoso en el mundo de la veterinaria, conocido como litotricia extracorpórea por ondas de choque. Mediante el uso de técnicas no invasivas, se busca despiezar el cristal en pedazos más pequeños, para que el félido pueda expulsarlos por sí solo. Por desgracia, muy pocos veterinarios usan estos procedimientos.

Un análisis de orina para detectar la urolitiasis en gatos.

Pronóstico y apuntes finales

Según fuentes profesionales, un gato asintomático con urolitos pequeños tendrá que visitar al médico cada trimestre o 6 meses, con el fin de evaluar su situación. Por otro lado, aquellos que tengan los uréteres taponados son candidatos a un procedimiento quirúrgico inmediato.

El 80 % de los félidos sometidos a cirugía sobreviven al menos 2 años más, mientras que solo el 66 % de los gatos con tratamiento únicamente farmacológico alcanzan esta esperanza de vida. Dicho de otro modo, el pronóstico varía según los procedimientos usados y el estado general del animal.


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