
Las gallinas son las aves más numerosas en todo el mundo, con una población estimada que supera los 16 millones de individuos entre machos y hembras. Actualmente, observamos una gran diversidad en materia de clases y tamaños de gallinas, ya…
La deficiente alimentación de estas aves domésticas puede llevar a esta delicada situación; también tiene que ver la organización del gallinero, pues podría provocarla una simple iluminación deficiente
Las gallinas son las aves más abundantes en todo el planeta, debido a su crianza para fines comerciales. Por lo general, suele ser una cría simple y rentable, que requiere mediana inversión inicial. Muchos criadores se asustan al observar que sus gallinas se comen sus huevos.
En primer lugar, debemos comprender que todo cambio en el comportamiento de un animal puede ser un síntoma de desequilibrio en su organismo. No importa si la crianza de las gallinas tiene fines comerciales o simplemente recreativos. Es fundamental estar atentos con conductas inusuales, para conservar la buena salud de estas aves.
Estas aves domésticas no deben alimentarse de sus propios huevos, pues ello sería un riesgo para la supervivencia de su especie. Naturalmente, una gallina debería cuidar de sus huevos después de la puesta, para garantizar el nacimiento de sus polluelos.
Si las aves consumieran sus huevos, harían una ruptura en su ciclo natural de reproducción. Y ello tendría poca lógica en un ambiente equilibrado.
No obstante, frente a adversidades o desequilibrios en su hábitat, muchas aves pueden adoptar comportamientos inusuales para lograr sobrevivir. La escasez de alimentos, por ejemplo, podría hacer con que las gallinas se coman sus huevos para suplir deficiencias nutricionales. Pero existen otras causas posibles, que enumeramos a continuación.
Por lo general, este comportamiento deriva de un pequeño accidente. La gallina golpea con su pico un huevo sin querer y descubre una rica sustancia en su interior. A partir de ahí, puede crear el hábito de romper los huevos suyos o ajenos para consumir las grasas y proteínas de su contenido. Por ello, la incubación artificial suele ser muy recomendable.
Como vemos, una alimentación desequilibrada también puede llevar una gallina a comer sus propios huevos. Generalmente, se trata de una deficiencia de proteínas o calcio, encontrados en abundancia en el caparazón, en la yema y en el albumen. Una hidratación deficiente también puede llevar la gallina a romper los huevos.
Un error en la iluminación del gallinero también puede derivar en comportamientos inusuales. El exceso de luminosidad sobre los nidos, por ejemplo, puede favorecer que las gallinas se comen sus huevos. Además, si los nidos están ubicados en el suelo o cuentan con poco relleno, este comportamiento también puede aparecer.
Algunas medidas preventivas simples suelen ser muy eficaces para cuando las gallinas se comen sus huevos.
En primer lugar, es crucial ofrecerles una dieta equilibrada, rica en proteínas, grasas buenas, vitaminas y minerales. Una gallina bien alimentada no tendrá que buscar los nutrientes esenciales para su desarrollo en sus propios huevos. Para evitar la deficiencia de calcio, se puede añadir conchas marinas pulverizadas o cascaras de huevos picadas.
Además, hay que recordar que las gallinas ponedoras suelen requerir una alimentación especial. Existen piensos comerciales exclusivos para las gallinas ponedoras, con proporciones nutricionales ya equilibradas. Invertir en una dieta de alta calidad significa obtener una gallina más sana y también huevos de mejor calidad.
También es indispensable dejar agua fresca y limpia a disposición de tus gallinas durante todo el día. La hidratación igualmente es un factor clave para la calidad de los huevos.
Es fundamental revisar la organización del gallinero y pensar estratégicamente en la ubicación de los nidos. Hay que evitar que los nidos queden en el suelo o reciban escaso relleno en su interior. Los nidos deben contar con bastante material para estar estables y protegidos, evitando cualquier accidente antes durante y después de la postura.
Además, el lugar de la puesta debe ser tranquilo y tener baja luminosidad, para no estresar a las gallinas ponedoras. Un ave estresada puede presentar numerosos problemas comportamentales, inclusive consumir sus propios huevos.
Al observar que faltan huevos o al encontrar huevos comidos, será fundamental identificar las gallinas responsables. Estas aves son extremadamente inteligentes y pueden aprender rápidamente a partir del comportamiento de sus semejantes.
Deberás observarlas durante la postura y la incubación para reconocer cuáles gallinas se comen sus huevos. Después, será necesario separarlas de las demás aves para evitar que sigan comiendo los huevos del gallinero. Y también prevenir que el comportamiento ‘se expanda’ a los demás individuos.