El estrabismo en perros, al igual que en los seres humanos, es un trastorno ocular que provoca que los ojos no se dirijan hacia el mismo lugar a la vez. A pesar de ser un defecto, el estrabismo es un carácter deseado en algunas razas de perros y gatos e, incluso, en algunas culturas humanas.
Cuando hablamos de un defecto, no queremos decir que sea algo que afee al individuo, sino que proviene de una malformación de los músculos que sostienen al ojo o por alguna enfermedad, como una neoplasia o tumor.
Los músculos del globo ocular
Los ojos de los animales mamíferos están soportados, cada uno, por seis músculos y son los que permiten al ojo realizar los distintos movimientos. Estos músculos están clasificados en tres grupos:
- Músculos rectos. Son cuatro: dorsal, ventral, medial y lateral. Estos músculos se insertan en la esclerótica –parte blanca del globo ocular– a través de tendones. Los músculos dorsal y ventral hacen que el ojo se mueva a izquierda y derecha. Por el contrario, el medial y lateral, permiten su movimiento hacia arriba y hacia abajo.
- Músculos oblicuos. Son dos: dorsal y ventral. La acción de ambos permite el movimiento giratorio del ojo, en el sentido de las agujas del reloj o al contrario.
- Músculo retractor del ojo. Se inserta detrás del globo ocular; forma un cono muscular sobre el nervio óptico.
¿Qué es el estrabismo?
El correcto funcionamiento de todos los músculos del ojo es lo que permite su movimiento coordinado. Cuando el mecanismo ocular pierde su estabilidad, los ojos se desvían y a este padecimiento se le conoce como estrabismo. Existen varios tipos según la posición que toma el ojo u ojos afectados:
- Divergente: el ojo se dirige hacia el exterior de la cara.
- Convergente: el ojo se dirige mira hacia la nariz.
- Dorsal: el ojo queda mirando hacia arriba.
- Ventral: el ojo se posiciona con la pupila mirando al suelo.
Causas del estrabismo en perros
Las causas del estrabismo son múltiples y no en todos los casos existe una solución. Este trastorno en perros siempre se considera un defecto, aunque, ocasionalmente, pueda estar ligado a la raza o ser una complicación por cirugía ocular.
Las razas de perros que con mayor frecuencia presentan estrabismo congénito son shar pei, perro lobo irlandés, akita y carlino. Muchas veces, está causado por la sustitución, durante el desarrollo, del músculo recto medial por tejido fibroso, que impide el correcto movimiento del ojo.
Por otro lado, existen enfermedades relacionadas con el sistema inmune que pueden provocar el estrabismo. Este es el caso de la miositis inmunomediada, la cual se caracteriza por la infiltración de células inflamatorias en los músculos. Cuando esto ocurre en los músculos del ojo, se produce el estrabismo e incluso una exoftalmia. Problemas relacionados con la glándula tiroides también pueden provocar estrabismo.
Los tumores están entre las posibles causas del estrabismo en perros. Una neoplasia en alguna zona alrededor del globo ocular, o incluso en el propio ojo, puede presionar los distintos músculos externos al ojo. Esto provocaría que este no se moviese con normalidad.
En ocasiones, las causas del estrabismo son traumáticas. Se han reportado varios casos de perros con una fractura en el hueso cigomático –aquel que se encuentra justo debajo del ojo y une el cráneo con la mandíbula– con un estrabismo severo.
Por último, algunas enfermedades o malformaciones relacionadas con el sistema nervioso pueden provocar estrabismo en perros. Por ejemplo, una incorrecta unión de los nervios o problemas mayores como la hidrocefalia.
Tratamientos del estrabismo en perros
El tratamiento del estrabismo en perros dependerá, en todo momento, de la causa que lo esté provocando. En la mayoría de los casos puede corregirse con cirugías poco invasivas o con terapia para reforzar la musculatura del ojo.
Contrariamente, si el estrabismo está causado por una enfermedad, en muchos casos, al tratarla, el problema revierte por sí mismo. Si no es así, puede que los músculos se hayan visto dañados y requieran, igualmente, cirugía o terapia.
Bibliografía
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