El síndrome del erizo tambaleante

Cada vez son más los hogares que cuentan con un animal exótico como mascota. Muchos de estos animales sufren enfermedades únicas en ellos, y el erizo africano muestra una especialmente letal.

Erizo de tierra: qué comen

Lejos queda la época en la que la mayoría de las mascotas eran perros, gatos, o como mucho aves de adorno. La diversidad de especies de animales de compañía que existen actualmente en el mercado es inmensa. Los veterinarios, como médicos de animales que somos, tenemos que darles a todos atención por igual.

Aunque es cierto que todos los veterinarios no podemos saber de todos los animales, los encargados de tratar mascotas de pequeño tamaño tenemos que brindar cuidados médicos a todas las que necesiten nuestra ayuda. En esta ocasión, vamos a tratar un tema tan puntiagudo como es el síndrome del erizo tambaleante.

Síndrome del erizo tambaleante

El síndrome del erizo tambaleante (WHS por sus siglas en inglés Wobbly Hedgehog Syndrome), es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que afecta al erizo pigmeo africano (Atelerix albiventris). Actualmente su origen es desconocido.

Se trata de una patología similar a la esclerosis múltiple de los humanos, con la que la comparan muchos investigadores. Aunque en caso del erizo africano, se sospecha que es debido a los cruces genéticos indiscriminados a los que ha sido sometida esta especie. Tan solo en Estados Unidos, la prevalencia de esta enfermedad es del 10 % y en conjunto con las neoplasias suelen ser la principal causa de parálisis en estas mascotas.

Hay que destacar que a día de hoy existe un vacío legal considerable en la cría de erizos africanos. Se encuentran prohibidos por ser una especie potencialmente invasora desde hace pocos años, y por ello, instituciones profesionales no tienen licencia para criarlos.

El síndrome del erizo tambaleante podría deberse a una cría continuada entre parientes cercanos por personas sin permisos ni conocimientos suficientes.

micromamíferos insectívoros

Desarrollo de la enfermedad

Afecta a erizos de tierra africanos domésticos de en torno a los tres años. En otras edades, tanto por arriba como por abajo, puede suceder, aunque con menor probabilidad.

El desarrollo de este síndrome es progresivo, y comienza habitualmente por las patas del tercio posterior, afectando más tarde a las patas delanteras. También puede afectar por costados: primero el izquierdo y luego el derecho o al revés. Esto produce una pérdida del control muscular sobre el cuerpo del erizo, lo que ocasiona que camine temblando (ataxia), de ahí el nombre del síndrome.

En este punto resulta importante aclarar que la enfermedad del erizo tambaleante puede ser fácilmente confundida con el síndrome vestibular, por lo que hay que tenerlo en cuenta en los posibles diagnósticos diferenciales.

Cuando sobreviene la sintomatología y el tambaleo, los animales comienzan a tener complicaciones para hacer vida normal. La pérdida de peso ocurre en las primeras etapas de la enfermedad debido a la dificultad que tienen para comer. Normalmente, los animales fallecen entre un mes y un año después del inicio de los síntomas. La supervivencia depende mucho de los cuidados paliativos que se le den al erizo.

Otros síntomas del síndrome

Si bien los síntomas principales de este síndrome están relacionados con la parálisis y la pérdida de coordinación, también existen algunos otros signos que podrían alertar su presencia. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Dificultad para enroscarse en sí mismo.
  • Dificultad para levantarse después de acostarse.
  • Problemas para orinar o defecar.
  • Anomalías en la respiración.
  • Automutilación.
  • Exoftalmia (ojos que sobresalen de sus cuencas).
  • Heridas en las patas.
  • Reducción en sus actividades diarias.

Ten en cuenta que estos síntomas también podrían indicar la presencia de otras patologías diferentes. Así que antes de pensar en lo peor, consulta con un veterinario para que haga las pruebas adecuadas y lo diagnostique.

Diagnóstico

El síndrome del erizo tambaleante genera lesiones poco evidentes en la sustancia blanca del cerebro, lo que es demasiado complicado de diagnosticar. De hecho, en la mayoría de los casos se reconoce la presencia de esta patología solo después de la autopsia.

La forma en que se suele realizar el diagnóstico de este síndrome consiste en realizar muchos análisis clínicos para descartar otras posibles enfermedades. Algunas de estas pruebas son:

  • Análisis físicos.
  • Pruebas motrices.
  • Análisis de laboratorio (orina y sangre).
  • Radiografías.
  • Ecografías.

Si los resultados de estos análisis no presentan la existencia de otra enfermedad como neoplasias, lesiones neuronales o problemas metabólicos, se podría suponer en este síndrome. Visto de otra forma, el diagnóstico es por descarte, lo cual conlleva bastante tiempo.

Tratamiento y cuidados

Es crucial señalar que el síndrome del erizo tambaleante es una patología crónico-degenerativa e incurable. A pesar de no existir un tratamiento específico, proporcionar al erizo unos cuidados fundamentales mejorará y prolongará su calidad de vida notablemente. Recuerda que todo el proceso deberá estar supervisado por un especialista, así que no implementes cambios en su vida diaria sin consultarlo antes.

Entre las recomendaciones generales que suelen proporcionar los veterinarios se encuentran:

Dieta

Alimentaremos al erizo con una dieta de alta calidad, con insectos o pechuga de pollo/pavo cocida y sin piel. Además, debemos de completar su menú con pequeñas piezas de fruta y verdura horneadas o hervidas. Es recomendable proporcionar a nuestro animal un suplemento de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Por otra parte, un complejo vitamínico está igualmente recomendado.

En puntos avanzados de la enfermedad puede ser necesaria la alimentación asistida, ya que al animal le resulta complicado comer por sí mismo. En esta línea, el bebedero deberá de ser de boquilla para facilitar que pueda acceder al agua.

Para la alimentación asistida, lo mejor es optar por una papilla casera administrada a través de una jeringuilla. Esta papilla puede estar elaborada con los componentes habituales de su ración, suplementada con los complementos pertinentes.

Deberemos de cuidar mucho la hidratación en fases avanzadas de la enfermedad. Los erizos se deshidratan rápidamente, por lo que tendremos que procurar tener la jeringa siempre preparada y suministrar al animal agua con frecuencia.

Fisioterapia

Mantener la musculatura del erizo en el mejor estado posible es importante para ralentizar la progresión de la enfermedad. Esto lo conseguiremos realizando masajes en las extremidades del animal para intentar mantener el tono muscular.

También son recomendables los masajes en el abdomen del animal. Podemos acariciar gentilmente su barriga, que está suave y no tiene pinchos, para de este modo estimular la motilidad gastrointestinal.

erizo africano patas arriba

En resumen, el artículo de hoy es un poco triste, ya que nunca es plato de buen gusto hablar de enfermedades sin tratamiento. No obstante, esperamos que estos consejos sean de utilidad y si vuestro animalito tiene la desgracia de sufrir este síndrome, podáis brindarle unos buenos cuidados y prolongar su calidad de vida el mayor tiempo posible.

Bibliografía

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