El sapito minero, una rana venenosa

El sapito minero es un pequeño anfibio colorido, el cual secreta toxinas a través de su piel; su veneno no es especialmente letal, pero de igual manera es utilizado por algunas comunidades indígenas para facilitar la cacería de mamíferos
El sapito minero, una rana venenosa

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 febrero, 2019

El sapito minero es una especie de anfibio perteneciente a la famosa familia Dendrobatidae de las ranas punta de dardo o punta de flecha. Su nombre científico es Dendrobates leucomelas.

Por lo tanto, el sapito minero es una rana venenosa con unos patrones de colores llamativos, los cuales sirven para advertir a los potenciales depredadores el peligro de consumirla por sus altos niveles de toxicidad. Por ello, se considera al sapito minero como una especie aposemática.

Características físicas del sapito minero

El patrón de color característico del sapito minero es el color amarillo que cubre casi todo su cuerpo. En esta base amarilla se reparten líneas y manchas negras, y algunos ejemplares pueden llegar a presentar coloración naranja.

El sapito minero mide apenas unos tres centímetros de largo, y rara vez llega hasta los cuatro centímetros. Sin embargo, esta especie de rana dardo es la más grande dentro del género Dendrobates, aunque su peso promedio es de solo tres gramos. No existen diferencias notorias entre los machos y las hembra, solo que las primeras suelen ser ligeramente más robustas que las segundas.

En cautiverio los sapitos mineros pueden llegar a vivir hasta los 20 años, con una media de entre 10 y 15 años. Sin embargo, la esperanza de vida en la intemperie es de apenas 5-7 años.

Dendrobates leucomelas

Distribución y hábitat del sapito minero

El sapito minero se extiende por buena parte del bosque amazónico, sobre todo en la región amazónica de Venezuela. Sin embargo, también se encuentra al norte de Brasil, parte de las Guayanas y al este de Colombia.

Su hábitat predilecto son las zonas con altos niveles de humedad, por lo que se puede hallar en bosques tropicales donde llueve mucho y cerca de pozos de agua. El sapito minero es un anfibio netamente terrestre, por lo que su día a día lo pasa sobre rocas, bromelias, árboles o incluso entre la tierra. Durante las épocas de sequía se resguarda debajo de troncos muertos o debajo de piedras para preservar su humedad.

Comportamiento y reproducción

Los sapitos mineros son conocidos por ser feroces al defender su territorio. No dudan ni un momento en atacar a los depredadores de mayor tamaño. Emiten un llamado ruidoso que advierte a sus rivales, el cual es el más escandaloso entre las ranas punta de dardo venenoso. Este mismo llamado es empleado por el macho para atraer a las hembras en las temporadas de apareamiento.

Asimismo, los sapitos mineros machos llaman la atención de las hembras al mostrar su brillante color amarillo que cubre todo su cuerpo. Este proceso de atracción es más intenso al amanecer y al atardecer.

Rana de flecha

Después de que la hembra escoja a un macho, ella lo sigue hasta el lugar de desovación que eligió previamente. Este debe ser un lugar con mucha humedad, generalmente sobre hojas. Al llegar, ambos hacen una especie de baile por el que se frotan entre sí.

Al terminar, la madre suelta los huevos, los cuales son fertilizados externamente por el macho. Este proceso reproductivo ocurre entre febrero y marzo de cada año. Desovan entre 2 y 12 huevos en cada apareamiento, y pueden llegar a depositar hasta 1 000 huevos durante toda la época de apareamiento. Los jóvenes culminan su metamorfosis entre 70 y 90 días después de nacer, y llegan a su madurez sexual al cumplir los dos años de vida.

Toxicidad del sapito minero

Esta especie de anfibio es insectívora, por lo que se alimenta de hormigas, termitas, escarabajos, grillos e incluso de arañas. Su toxicidad proviene de su dieta, especialmente del consumo de las hormigas. Esto es debido a que en cautiverio pierden su veneno al ser alimentadas solamente con grillos y moscas.

El veneno del sapito minero, al igual que el de las otras ranas de la familia Dendrobatidae, es neurotóxico, letal para otros animales pequeños, pero raramente afecta de manera grave a los humanos. Algunas comunidades indígenas de Venezuela y Colombia untan sus flechas con el veneno de estas ranas para facilitar la cacería de aves y mamíferos.


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  • La Marca, E. y Azevedo-Ramos, C. (2004). “Dendrobates leucomelas”. Lista Roja de especies amenazadas de la UICN.
  • Barrio, C. L. y Fuentes, O. (1998). “Distribución de Dendrobates leucomelas (Anura: Dendrobatidae) en Venezuela”. Acta Biológica Venezuelica, 18 (3), 35-41.

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