El okapi es considerado como uno de los animales más sorprendentes que existen. Este animal es un mamífero que vive en las selvas del norte de la República del Congo. Su nombre científico es Okapia johnstoni.
A pesar de ser el pariente más próximo de las jirafas y de compartir varias de sus características morfológicas, se parece más bien a un caballo. Su pelo es de color rojizo, excepto en sus cuartos traseros, donde posee rayas blancas y negras como una cebra.
Tiene un cuello alargado y orejas enormes y puntiagudas. Cerca de ellas presenta, como las jirafas, dos pequeños osiconos sin una función anatómica aparente.
Su lengua es de un color azulado oscuro y mide aproximadamente 30 centímetros. La lengua posee la longitud suficiente como para limpiarse las orejas con su punta.
Sus sentidos del oído y olfato están muy desarrollados. Su sentido de la vista, a diferencia de las jirafas, es considerado más bien débil.
Los okapis son muy tranquilos, tímidos y huidizos. De comportamiento solitario, estos animales conviven en pareja de vez en cuando o en reducidos grupos familiares.
Una característica que los distingue es que casi nunca dejan oír su ‘voz’. Solo se escuchan las crías cuando se comunican con sus madres y a los adultos en la época de celo.
Hábitat y reproducción del okapi
Los okapis viven en selvas y bosques donde la vegetación es muy espesa. Así se reducen las posibilidades de ser vistos por sus depredadores. Hay muy poca información recopilada acerca de los okapis, pues viven en zonas extremadamente difíciles de penetrar para los humanos.
En estado de libertad, únicamente se encuentran en los bosques del Congo. Antiguamente también se encontraba en Uganda, pero se extinguieron de la zona. Sin embargo, en cautiverio se puede encontrar en zoológicos por todo el mundo.
Como todos los mamíferos, los okapis deben alcanzar la madurez sexual antes de reproducirse. Las hembras alcanzan su madurez a los dos años, pero los machos tardan tres.
En la época de reproducción, las hembras dejan oír mugidos para atraer a los machos. Estos vienen y luchan por ellas. A pesar de ser solitarios, cuando los okapis se emparentan, permanecen con su pareja por un largo período de tiempo.
El período de gestación es sumamente largo. La gestación de los okapi dura entre 14 y 15 meses, después de los cuales nace una única cría. Las crías tienen un peso que varía entre los 18 y los 20 kilogramos.
Una característica resaltante es que al nacer no reconocen a su madre. De esta manera, si la madre muere, la cría podrá sobrevivir al cuidado de otra hembra. La esperanza de vida del okapi es de 30 años.
El okapi en peligro de extinción
Los okapis logran camuflarse con facilidad en los espesos e inaccesibles bosques donde habitan. Pese a su gran habilidad para pasar desapercibidos, tienen un depredador natural: el leopardo.
Asimismo, organizaciones conservacionistas han determinado otros factores de riesgo para la seguridad de esta especie.
Una de las más importantes es que su hábitat se reduce. El crecimiento de las poblaciones circundantes tiene como resultado la deforestación, para así crear zonas habitables para los humanos.
Esto trae como consecuencia que el territorio que habitan los okapis sea cada vez más pequeño. Por ello, se ven obligados a desplazarse a lugares que no son los ideales para su evolución.
Al igual que muchos otros animales, los okapis son cazados por su piel. Existen grupos armados que se dispersan e incluso acampan en las zonas boscosas donde se encuentra este animal. Sea para utilizar su piel o para comer su carne, cazarlos constituye un atentado contra la vida de este animal, considerado como fósil viviente.
El simple hecho de su largo e ineficaz proceso de reproducción, representa por sí mismo un posible peligro de extinción. Después de 14 meses de gestación, dan a luz a una única cría. La baja tasa de natalidad implica que no pueden reponer con rapidez las posibles pérdidas que pueda sufrir una manada.
Debido a lo impenetrable de su hábitat, es imposible saber con certeza con cuántos individuos cuenta la población mundial de okapis. Sin embargo, es considerada como una especie amenazada debido a lo pequeña que es su zona de distribución. Por ello, hay que cuidarla y preservarla.
Bibliografía
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- Franz, W.(1999).Journal of Zoo and Wildlife Medicine. American Association of Zoo Veterinarians
- Patz, M.(1993).Fecal progestagen evaluations to monitor the estrous cycle and pregnancy in the okapi (Okapia johnstoni). Wiley-Liss, Inc.
- Newby, J.(2009) Conservation of the Okapi Wildlife Reserve, Zaïre. USA. Fauna and Flora International