Jirafa: características, comportamiento y hábitat

Aunque pueda resultar insólito, la jirafa es un animal que puede elegir el momento para dar a luz a su cría. Sin duda, se trata de una criatura muy curiosa que vale la pena conocer.
Jirafa: características, comportamiento y hábitat

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 julio, 2018

La jirafa es el mamífero más alto de todo el planeta. La longitud de su cuello y patas resulta muy llamativa desde la primera vez que se la ve, de ahí que sea uno de los animales que más curiosidad genera. Y, al igual que la cebra, tiene una piel muy atractiva que, sin duda, ha inspirado a muchos diseñadores a imitar sus diversos patrones.

Se trata de un animal herbívoro cuyo cuello puede alcanzar a medir hasta dos metros de longitud. Evidentemente, esta viene a ser la parte de su cuerpo que tiene mayor longitud. Sin embargo, el resto de sus características pueden resultar igualmente curiosas. A continuación te comentamos algunas de las más destacadas.

Características de la jirafa

Peso y longitud

El largo cuello de la jirafa les sirve para poder alimentarse de las hojas de los árboles y limpiarse. Sin embargo, esta no es la única herramienta de la que disponen, pues también tienen una lengua muy larga. Esta puede llegar a medir hasta 50- 53 centímetros de largo y tiene un color entre morado y negro, y a veces, puede presentar tonalidades violáceas o azules. Con su lengua “abrazan” el alimento y lo llevan hasta su boca.

La pierna de una jirafa es más larga que la altura de muchos adultos humanos, ya que puede llegar a medir 180 centímetros. Y a pesar de que esto pueda parecer una gran ventaja en términos de escape de posibles depredadores, la jirafa solo puede caminar y galopar a una velocidad de entre 50 y 60 kilómetros por hora.

En lo que respecta a su dimensiones y peso, hay que decir que su cuerpo mide entre 3,8 y 4,7 metros; a lo que hay que sumar la cola, que oscila entre 78 y 100 centímetros. Los machos son más altos que las hembras y suelen pesar entre 1192- 1600 kg. Por su parte, las hembras suelen pesar unos 750- 825 kg.

Dos jirafas bebiendo en el río.

Curiosidades

En su cabeza, tienen un par de “cuernos” llamados osiconos. Se trata de una especie de cartílago que suelen ser mucho más marcados en los machos que en las hembras. Otro dato curioso de las jirafas es que los machos pueden llegar a despedir un olor mucho más fuerte que el de las hembras. Se cree que este olor los ayuda a atraer a su pareja durante la época de reproducción.

El pelaje es corto y tiene tonos marrones, moteado con manchas de un color más oscuro que su fondo. El patrón de sus manchas se define cuando son terneros y, posteriormente, se aparean según la similitud de dicho patrón. En cuanto a la melena, esta es bastante corta y parece, más bien, una cresta.

Las 4 especies de Giraffa

  • Camelopardalis.
  • Reticulata.
  • Tippelskirchi.
  • Giraffa.

Desafortunadamente, las jirafas de África Occidental, es decir, las que pertenecen a la especie Giraffa camelopardalis, se encuentran en peligro de extinción. Se destacan porque sus manchas tienen un tono más rojizo y un fondo, por lo general, muy claro. El contraste que ofrecen a simple vista resulta realmente impresionante.

La causa principal por la cual la jirafa occidental está en peligro de extinción es la destrucción de su hábitat. Sin embargo, también hay otras causas tales como: la caza furtiva (principalmente como pasatiempo y para aprovechar su piel de diversas maneras) y los disturbios civiles en las distintas regiones.

Hábitat y comportamiento

Las jirafas habitan en las praderas, sabanas, bosques y pastizales africanos. Por lo general, viven en manadas de hasta 20, y no menos de 6. En su mayoría, estas manadas están compuestas por hembras y algún macho joven. Ahora bien, cabe destacar que las familias cambian por hora. Si bien la madre se queda con su cría durante un año entero, una vez transcurrido este tiempo, comienza la rotación.

Jirafas en la sabana africana.

Los machos se pelean entre ellos por ser el líder mediante el necking (golpear con el cuello al contrincante hasta que desista). Además, emiten sonidos parecidos a los mugidos de las vacas. De este modo, se pueden avisar unas a otras en caso de que un depredador se acerque. También se usan para que las madres identifiquen a sus crías si estas se han perdido.

Por lo general, estos son animales tímidos que procuran evitar los enfrentamientos. Pero si se ven acorralados o amenazados, o si ven en peligro sus crías, dan coces que pueden llegar a ser mortales dado el peso y la fuerza de sus miembros.


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