Coccidiosis en corderos y terneros

Una alimentación inadecuada o unas medidas higiénicas deficientes pueden provocar esta enfermedad, que suele afectar gravemente a animales jóvenes
Coccidiosis en corderos y terneros
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 20 junio, 2018

La coccidiosis en corderos y otros rumiantes es una de las enfermedades que más afecta a las granjas, por lo que conviene saber como se manifiesta esta enfermedad. Aunque cada vez hay más casos de coccidiosis en perros, la enfermedad sigue teniendo por protagonista al cordero.

¿Qué es la coccidiosis en corderos?

Las coccidiosis son todas aquellas enfermedades cuyo agente etiológico, es decir, aquel agente patógeno que causa la enfermedad, pertenece a los parásitos conocidos como coccidios. En concreto, nos referimos a un proceso causado por el género Eimeria que se localiza en el intestino de rumiantes, lo que causa una diarrea bastante problemática en animales jóvenes.

La coccidiosis en corderos, y especialmente sus síntomas, dependen del número de ooquistes ingeridos (los huevos del parásito que sean ingeridos por el animal), del tiempo que ha pasado, la especie parásita y también la especie animal que es infectada. Existe la posibilidad de coccidiosis como infecciones mixtas, lo que agrava la enfermedad.

La coccidiosis en corderos y otros rumiantes es un proceso que no es autolimitante: no se cura esperando y requiere tratamiento. Aun así, tras un mes o mes y medio el animal suele dejar de tener síntomas pese a que permanece infectado.

Coccidiosis en corderos: diagnóstico

Síntomas de la coccidiosis en corderos y terneros

Aunque la coccidiosis en corderos es importante, pero, como ya mencionamos, afecta a otros rumiantes como los terneros. En el caso del ganado vacuno, la coccidiosis se manifiesta como una de tantas enfermedades: los animales están débiles, pierden peso, tienen diarrea amarillenta y dolor abdominal.

La coccidiosis aguda se da en animales menores de seis meses, donde se mantiene una diarrea sanguinolenta durante varios días, además de anemia, pérdida profusa de peso, tenesmo o prolapso rectal. La recuperación es lenta y tarda más de una semana.

Estos animales también pueden sufrir una coccidiosis crónica, que se da especialmente en reinfecciones, lo que produce una diarrea intermitentes con heces que pueden ser mucosas o incluso sanguinolentas, además de adelgazamiento, debilidad, apatía, pelo áspero, ojos hundidos y orejas gachas. Con estos síntomas solemos tener un número bajo de ooquistes en las heces del animal, a diferencia de los procesos agudos.

Es importante señalar que algunas especies de Eimeria causan signos nerviosos en los animales, con temblores, tambaleos, pedaleo, incoordinación o hasta ceguera.

Los animales afectados por la coccidiosis en corderos presentan diarreas de mal olor y blandas, que pueden llegar a tener sangre. Suele acompañarse de signos generales como adelgazamiento, deshidratación y anemia. Lo normal es observar varios corderos manchados por los restos de diarrea.

Coccidiosis en corderos: tratamiento

Diagnóstico y tratamiento de la coccidiosis en corderos

El diagnóstico es por los síntomas y el uso de pruebas laboratoriales, principalmente muestras de mucosa intestinal y búsqueda de los ooquistes en las heces realizado por un veterinario. Esta enfermedad puede ser confundida con otras que causan diarreas en animales jóvenes, por lo que conviene confirmarlo con un análisis de las heces.

En ganadería se suelen desparasitar los corderos mediante un fármaco conocido como toltrazuril en todos los animales, tanto afectados por la coccidiosis como sanos, ya que es una enfermedad que puede afectar a los animales sin presentar síntomas.

Son muy importantes las condiciones de manejo: los cambios de cama frecuentes pueden ayudar como medida de higiene, y la separación de los corderos de los animales adultos también es importante, preferiblemente en la zona de menor humedad de la instalación.

Tener cautela con la alimentación para ovejas también es importante, ya que errores en la alimentación pueden fomentar trastornos digestivos que inviten a la coccidiosis en corderos a actuar.


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