El instinto maternal es algo que se suele considerar como un regalo de la vida, y hay animales que lo llevan más allá. ¿Quién no ha emitido un suspiro al ver a un bebé canguro en la bolsa de su mamá? Pues hoy queremos hablarte sobre el instinto maternal del canguro, algo que lo diferencia del resto de los animales.
¿Por qué es especial el instinto maternal del canguro?
Ya estamos muy familiarizados con la reproducción de muchos de los mamíferos existentes en la tierra. Lo más común es que cuando nacen los bebés, las madres los amamanten y a los pocos días los empujen con su hocico para que caminen por sí solos.
Este es el ciclo de la vida y, aunque nos puede extrañar porque un bebé humano depende mucho más tiempo de la madre, así suele ser en el mundo animal. Aun así, hay un animal que se diferencia por encima de todo esto. Ese es el canguro.
El bebé canguro puede pasar unos 250 días en la bolsa de la madre, y la mamá canguro está encantada de ello, pues lo ayuda día a día a desarrollarse. Claro que esto sucede por una razón, y es porque el desarrollo fetal de los canguros difiere mucho del de otros animales.
Cómo se desarrolla el feto canguro
A diferencia de otros mamíferos, el bebé canguro no se desarrolla en el vientre de la madre, sino que sale de este a los 33 días y termina de crecer en el marsupial o bolsa de la madre.
El marsupio o bolsa es un pliegue de la piel que recubre las mamas de la madre canguro. Cuando han pasado 33 días, el bebé desciende hacia la vagina y sale para posicionarse en la bolsa. Cuando el bebé canguro nace no mide más de dos centímetros. Y pesa unos 800 miligramos.
Una vez en la bolsa, intenta alcanzar una de las mamas para alimentarse. La media que el bebé canguro está en la bolsa va de cinco a ocho meses, dependiendo de la variante de canguro. Es el pequeño el que decide tomar la decisión de salir o no al mundo exterior.
Aun si decide salir al exterior, eso no significa que ya deba caminar solo por el mundo, pues puede volver a la bolsa de la madre siempre que quiera hasta que se finalice el destete, que suele suceder entre cuanto y seis meses más tarde.
Datos interesantes sobre la reproducción de los canguros
Un dato interesante es que una vez que nace la cría, la madre está totalmente preparada para ser fecundada de nuevo. De hecho, un nuevo bebé podría nacer 24 horas después de que el primero hubiera abandonado la bolsa por completo.
Es común ver a los bebés canguros compartiendo las mamas de la madre, pero no es normal que dos bebés estén en la bolsa a la vez, aunque se han dado casos excepcionales de nacimientos gemelares.
Curiosamente, las mamás de la madre tienen la capacidad de secretar dos leches diferentes. Las necesidades lactantes de un recién nacido no serán las mismas que las del bebé canguro que ya abandonó la bolsa.
Por ello, cada mama tendrá una composición diferente según el bebé que esté mamando de ella. ¿Quién puede rebatir la sabiduría de la naturaleza?
Se sabe que los canguros pueden tener tres crías al mismo tiempo: una fuera de la bolsa, una dentro lactando, y otra en el embrión esperando a ser gestada.
Lo que queda claro es que el instinto maternal del canguro es cuanto menos impresionante. La madre está dispuesta a cargar con su propio peso tras haber dado a luz, y de llevar a sus crías durante una media de 12 meses a la vez que los protege, amamanta y cuida.