El gallo y el lenguado son los dos representantes más reconocidos de la familia de los peces planos, siendo confundidos con cierta frecuencia. Aunque estén emparentados y se parezcan a simple vista, existen algunas diferencias entre lenguado y gallo que nos permiten distinguirlos.
A continuación, resumimos cuáles son las principales diferencias entre estos dos peces muy apreciados.
Algunos datos generales sobre el lenguado
La familia Soleidae comprende diversos tipos de peces de cuerpo plano que son comúnmente llamados de lenguados. Se trata de una familia extensa, con más de 120 especies conocidas en la actualidad.
El lenguado común (Solea solea) es el representante más reconocido de una extensa familia, además de ser el más utilizado en la gastronomía internacional.
Anatómicamente, se caracterizan por ser peces pleuronectiformes (planos), delgados y de colores oscuros, generalmente verdosos o acastañados. Estas tonalidades permiten que los lenguados se camuflen con facilidad en el fondo de los cursos donde habitan.
Los lenguados encuentran su hábitat natural en el fondo de cursos de agua salada y dulce. En los acuarios, suelen pasar casi el 90% de su vida recostados sobre el lecho de la pecera. Su alimentación se basa en el consumo mayormente de crustáceos, pero son depredadores voraces que pueden comer toda clase de presas.
Datos generales sobre el pez gallo
Podemos llamar gallos a las dos especies que componen la familia Scophthalmidae, que también comprende a los rodaballos y a las limandas.
El gallo común o gallo de cuatro machas (Lepidorhombus boscii) es la especie más reconocida y de mayor distribución. Mientras el pez gallo del norte (Lepidorhombus whiffiagonis) suele ser visto con menor frecuencia.
Estos peces exhiben un cuerpo plano, fino y alargado, con longitud de 40 a 60 cm, y peso alrededor de 5 a 6 kg. Su cuerpo es traslúcido, con una tonalidad predominante similar al color de la arena. No obstante, también existen ejemplares con detalles azulados o plateados.
Su hábitat natural son las aguas frías de la costa nororiental del océano Atlántico. Igual que ocurre con los lenguados, los gallos son peces demersales, o sea, que viven muy cerca del fondo de los cursos de agua. Generalmente viven en medio de bancos arenosos con profundidades de 900 a 1000 metros.
La alimentación del gallo está basada en el consumo de peces de menor tamaño (toro, sardinas, koi, etc.), crustáceos, alevines y cefalópodos. En situaciones de escasez de alimentos, pueden llegar a consumir peces de su propia especie.
Principales diferencias entre lenguado y gallo
Como ya hemos podido observar, hay importantes diferencias entre lenguado y gallo, no solo en su aspecto, sino también en su hábitat y comportamiento. Aunque ambos muy apreciados por su carne blanca, fina y sabrosa, en realidad, son pescados muy distintos.
Diferencias morfológicas/anatómicas
El formato de sus cuerpos es una de las más evidentes diferencias entre lenguado y gallo. Aunque ambos sean peces planos, el gallo tiene el cuerpo alargado, fino y translúcido. Mientras que el lenguado es un pez ovalado y levemente asimétrico.
Otra diferencia importante entre ellos es la posición de sus ojos. En los lenguados, los ojos se disponen en el lado derecho de su cuerpo y están más distanciados uno del otro. El gallo tiene los ojos más oscuros y juntos, localizados en el lado izquierdo de su cuerpo y separados por una elevación de su hueso.
Tanto el lenguado como el pez gallo tienen la parte inferior de su cuerpo de un color claro, tipo crema. No obstante, el lenguado es de color marrón o verdoso en su parte superior, mientras que el gallo tiene una coloración arena.
Otras características morfológicas propias del lenguado son su boca protuberante en forma de “U” y las pequeñas escamas dentadas localizadas en ambos lados de su cuerpo.
Hábitat y distribución mundial
Tanto lenguados como gallos viven cerca o directamente recostados en el fondo de las masas de agua que habitan. No obstante, el gallo suele encontrarse en aguas más profundas, entre los 900 y 1000 metros. Los lenguados suelen concentrarse en aguas más rasas, desde 10 hasta 300 metros de profundidad.
Gracias a la gran variedad de especies, los lenguados cuentan con una más amplia distribución mundial que los gallos. Sin embargo, la enorme demanda por su carne ha hecho con que el lenguado haya estado entre las especies en riesgo de extinción.