El amor que se profesa por los animales del hogar no entiende de especies. No obstante, también es necesario evaluar la compatibilidad entre las mascotas, pues algunas podrían no llevarse tan bien entre ellas como parece. Es el caso de la convivencia entre el gato y el hámster, aunque esta es perfectamente posible si se dan ciertas circunstancias.
Es importante no olvidar la naturaleza de ambas especies, pues el gato tiene instinto de caza y el hámster de presa. Aquí te contamos los secretos para que ambos animales puedan llevar una coexistencia pacífica y libre de estrés. No te lo pierdas.
¿Se llevan bien los hámsteres y los gatos?
La respuesta más obvia es que no. Sin embargo, no se trata de un antagonismo como el que podrían tener un gato y un perro, pues estos últimos serían competidores en la naturaleza: ambos carnívoros, cazadores, con presas similares y una territorialidad marcada.
En el caso de gatos y hámsteres, la relación que tienen es diferente, pues el felino verá al roedor como a una presa. No pueden llevarse bien porque el primero querrá comerse al segundo y este, obviamente, no desea ser devorado. Partiendo de esa base, la convivencia entre el gato y el hámster no es posible de forma natural.
Mi gato juega con los roedores, pero no los mata
Para los felinos, la caza y el juego están íntimamente relacionados. Desde que son capaces de moverse solos, la madre entrena a los cachorros con el fin de que cacen, mostrándoles cómo atrapar una presa viva. Por eso, aunque un felino doméstico no tenga intención de matar a un roedor, los juegos que practique con él pueden ser peligrosos.
Un gato que tiene acceso al exterior será más propenso a ver al hámster como una presa, ya que mientras está fuera sin supervisión podrá dar rienda suelta a su instinto de caza. Un ejemplo ilustrativo de todo esto es el que reporta un estudio realizado en 2013: los gatos domésticos en libertad matan de 1300 a 4000 millones de aves y de 6300 a 22 300 millones de mamíferos al año en Estados Unidos.
¿Es posible lograr la convivencia entre el gato y el hámster?
Aunque es muy improbable que ambos animales vayan a ser mejores amigos, sí es posible lograr que convivan pacíficamente en una casa. Para ello hay que trabajar con los 2 animales: con el gato para que no vea al hámster como a una presa y con el roedor para que sea capaz de estar cerca del felino sin estresarse. A continuación tienes algunos consejos útiles para conseguirlo.
Mantén seguro a tu hámster
Sobre todo al principio de la relación, el entorno de tu hámster debe ser seguro para él. A ser posible, que el gato no tenga acceso a la habitación y que el roedor no encuentre posibilidad de escapar de ella.
Piensa que, aunque el gato no pueda sacar al hámster de la jaula, solo tenerlo cerca hará que el roedor sufra mucho estrés.
Una vez el hámster se acostumbre a la presencia del gato (lo cual podrás conseguir con las indicaciones del siguiente apartado), solo tendrás que supervisar sus interacciones y tener la jaula del hámster en un lugar donde el gato no pueda volcarla o tirarla. Una buena opción es ponerla en alto y contra una esquina.
Haz una buena presentación
Presentar a los 2 animales correctamente es la clave para ayudar a que la coexistencia sea más fácil. Para ello, haz lo siguiente:
- Deja que el gato se acerque a la jaula: siempre bajo supervisión, deja que ambos animales se vean a través de los barrotes. De este modo se podrán oler y acostumbrarse poco a poco a la presencia del otro.
- Presenta al hámster: coge al hámster entre tus manos y preséntaselo al gato. Conviene que pidas ayuda a otra persona para que sujete al felino en caso de que fuera a abalanzarse sobre el roedor. Utiliza un tono suave, acaricia al hámster para tranquilizarlo y nunca fuerces los tiempos de exposición.
- Entrena a tu gato: durante los 2 pasos anteriores, siempre que el gato haga un intento de tratar al hámster como una presa, responde con un firme no y concluye la interacción. Por otro lado, siempre que actúe de forma pacífica (olerlo, ignorarlo, etcétera), prémialo.
- Repite estos pasos todas las veces que sea necesario: las personalidades de ambos animales pueden hacer que el proceso sea más corto o más largo, pero eso no quiere decir que sea imposible.
Supervisa siempre el tiempo que pasen en la misma habitación
La convivencia entre el gato y el hámster, aun con una buena presentación, nunca está libre de riesgos. Por eso, siempre que ambos animales estén en el mismo espacio es necesario que estés presente y prestando atención. De otro modo, podría ocurrir un accidente (aunque el gato no tenga intención de cazar al hámster) y que llegues demasiado tarde.
¿Y si no consigo una buena convivencia entre el gato y el hámster?
En ese caso, no te quedará más remedio que mantenerlos en habitaciones separadas y lo ideal es que el gato no tenga acceso al cuarto donde vive el hámster. En esa misma habitación tendrás que acondicionar un espacio para que el roedor haga sus salidas diarias y asegurarte de que no puede escapar por debajo de la puerta o algún otro resquicio.
Algunas personas utilizan bolas de plástico rodantes como método “seguro” para que el hámster pasee por la casa, pues de esa forma los otros animales no tienen posibilidad de atacarlo. Sin embargo, desde aquí se desaconseja su uso, ya que es una fuente importante de estrés en el roedor, así como golpes de calor y otros problemas asociados.
En cualquier caso, si no consigues que ambos animales se toleren, no desesperes: es una incompatibilidad fruto de las tendencias naturales de ambas especies, no de tu desempeño. Lo importante es que tanto gato como hámster vivan felices y sanos compartiendo tiempo de calidad contigo (y no entre ellos).
Bibliografía
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