Características del dugongo: la «sirena» en peligro de extinción

El Dugong dugon, llamado comúnmente dugongo, es un carismático mamífero marino perteneciente al orden de los sirénidos. Hoy en día, es el único representante de la familia Dugongidae, lo que le da más relevancia a la conservación de su especie.

Se cree que los dugongos fueron una inspiración para el legendario mito de las sirenas. Descubre por qué es crucial salvar este pacífico gigante de la sombra de la extinción. 

Características del dugongo

Los dugongos tienen cuerpos con forma cilíndrica. Los individuos más grandes pueden superar los 3 metros de largo y alcanzar los 400 kilogramos de peso. Su piel es de color gris, lisa y gruesa; además, sus ojos y orejas son pequeñas, lo que sugiere una poca dependencia en estos sentidos. 

Son animales que pueden alcanzar a vivir 70 años y se reúnen en grupos grandes en época de reproducción, donde se llegan a ver hasta 300 individuos. El resto del tiempo, se pueden ver solitarios o a las madres con sus crías.

La mejor forma de diferenciar a un manatí de un dugongo es fijarnos en sus colas. Los manatíes poseen una cola aplanada semiovalada que asemeja la que tienen los castores. Por otro lado, los dugongos tienen una cola en forma de horquilla, más similar a la de las orcas y delfines. 

Su hocico es distintivo, pues está modificado y dispuesto hacia abajo para facilitar el forrajeo por el lecho marino. Los machos poseen incisivos que alcanzan a sobresalir de sus bocas, estos son utilizados para luchar por las hembras y mostrar su dominancia en el territorio.

Hábitat y distribución

Esta especie de mamífero marino habita en las aguas del océano Índico y parte del Pacífico, un espacio definido entre el este de África hasta el norte de Australia y las islas de del sudoeste asiático. Según la Organización Mundial de Cuidado de Pastos Marinos, las poblaciones más grandes se encuentran en los Emiratos Árabes y en Australia; sin embargo, debido a la fragmentación de los grupos, es difícil estimar un número real de individuos. 

Los hábitats como manglares, costas y aguas someras son sus espacios favoritos. Estos animales suelen pasar la mayor parte de su día a menos de 5 metros de profundidad, buscando alimento en la parte llamada «zona fótica», donde la luz del sol permite que las plantas del lecho marino realicen fotosíntesis.

Claro, las costumbres de los dugongos dependerán de las características de sus hábitats. Se han reportado poblaciones que se alimentan a 40 o, incluso, 60 metros de profundidad, así que esto varía según el lugar analizado. Sin embargo, cabe resaltar que hacen inmersiones cortas, no mayores a 15 minutos, así que prefieren estar cerca a la superficie.

Alimentación y dieta

El dugongo también es conocido como «vaca marina» y esto se debe a sus costumbres alimentarias. Como si se tratara de una vaca de granja, ellos forrajean las grandes praderas de pastos marinos que hay cerca de las costas y manglares.

El pasto marino no es un tipo de alga; se trata de un grupo de varias plantas con flores que evolucionaron en tierra y colonizaron el mar, pero poco tienen que ver con los pastos terrestres. Los dugongos se alimentan de estas plantas e, incluso, seleccionan sus favoritas. Se ha encontrado que eligen las especies que contienen más nitrógeno y menos fibra, lo que las hace más fácil de digerir y aumenta los nutrientes obtenidos. 

Asimismo, dependiendo de la población, se pueden encontrar medusas, crustáceos, moluscos, algas y otros alimentos como parte de su dieta. Incluso, en momentos de escasez, son flexibles y admiten cualquier tipo de hierba marina. Todo dependerá de la disponibilidad y las características del ecosistema donde habite.

Reproducción y madurez sexual

Uno de los problemas que encuentra esta especie para su conservación son sus lentos ritmos de reproducción. Se estima que las hembras alcanzan la madurez sexual poco después de los 6 años de edad y que tienen su primera cría antes de los 17.

Tiene un periodo de gestación más largo que el de los humanos, entre 13 y 14 meses. Después de esto, las madres dan a luz a una sola cría, la cual debe ser amamantada y cuidada hasta que alcance su madurez y parta en busca de pareja; lo que suele ocurrir entre los 6 y 9 años de edad.  

Los machos son territoriales y se diferencian de las hembras por tener dientes incisivos más grandes que sobresalen de sus bocas. Durante la época de apareamiento, estos despliegan sus habilidades y compiten entre sí para lograr montar a la hembra y tratar de asegurar su descendencia. 

¿Por qué se encuentra en peligro de extinción? 

El dugongo está listado como «vulnerable» en la Lista Roja de la IUCN. Esto se debe, principalmente, por la influencia humana. Aunque hoy en día se ha reducido su caza, ha sido una fuente de carne y grasa común en algunas partes de Malasia y Australia, allí los locales argumentan que es parte de su tradición cultural y económica. 

El Proyecto de Conservación del Dugongo y Pastos Marinos resalta que se ha perdido el 20 % de sus individuos en el último siglo. Además, las simulaciones más optimistas arrojan que, sin presiones humanas, las poblaciones de dugongos aumentarían en 5 % cada año. Esto muestra la importancia de proteger cada individuo adulto y sus crías. 

Estos mamíferos marinos son altamente dependientes de sus praderas subacuáticas y la actividad humana también es responsable de su destrucción. Debido al avance de la civilización en las costas y aumento de la polución, químicos, detergentes y otros contaminantes en el agua, se ve afectada la salud y composición de estos valiosos ecosistemas. 

Debido a las especializaciones morfológicas que tienen estos animales, resulta difícil mantenerlos en cautiverio. Las praderas marinas son ecosistemas complejos y no se logra crear un espacio adecuado para ellos de manera artificial, lo que perjudica su calidad de vida.

Además de las presiones humanas y la destrucción del hábitat, los dugongos son presas de tiburones, orcas y cocodrilos, principalmente sus crías. Conociendo todos estos riesgos, podemos tomar las medidas necesarias para mejorar el estado de conservación y calidad de los hábitats de este gentil animal. 

Dugongo, un animal de gran importancia

En los últimos años, el dugongo se ha convertido en parte de la economía de una manera más amigable, pues los turistas pueden bucear cerca a los lugares donde habitan y disfrutar de la maravilla de verlos vivos. 

Los servicios ecosistémicos que ofrece en el ciclado de nutrientes de las praderas marinas son invaluables. El mantenimiento de estos ecosistemas mantiene la riqueza de biodiversidad, limpia las aguas, reduce la fuerza de las mareas, capta CO₂ del agua y amortigua los efectos del cambio climático. Al salvar a los dugongos y su ecosistema, también mejoramos la calidad de vida de todos nosotros.