Cerca de la costa de Brasil, a escasos 33 kilómetros de distancia de Sao Paulo, se ubica una isla insólita. Se trata de la isla de la Quemada Grande, también conocida como isla de las serpientes.
La isla, que tiene unas 42 hectáreas de superficie, no está habitada por humanos, y es por una muy buena razón. Los investigadores estiman que en la isla de la Quemada Grande vive una serpiente por cada metro cuadrado de territorio.
La mortífera inquilina de la isla de las serpientes
Entre las serpientes en Quemada Grande, está una especie endémica, la Bothrops insularis. La Bothrops insularis –que habita exclusivamente en esta isla– tiene color dorado y se conoce con el nombre de cabeza de lanza dorada.
Se considera que la Bothrops insularis es una de las especies de serpiente más venenosas del mundo. Su veneno puede ser hasta cinco veces más potente que el de cualquier otra serpiente. En Brasil, de acuerdo al registro de muertes por mordedura de serpiente, el 90 % de los decesos se deben al veneno de reptiles de esta familia, similares a la Bothrops insularis.
El veneno es de acción rápida. La mordedura de ese tipo de serpientes puede provocar la muerte en menos de una hora a una persona adulta. Y es que el veneno posee componentes que inducen la necrosis de la piel alrededor de la picadura, causan insuficiencia renal, hemorragia cerebral y sangrado intestinal.
Un estudio de 2014 determinó que la población de esta especie en particular se ubica entre 2000 y 4000 ejemplares. Estos se concentran en la parte de la isla que posee selva tropical, semiarbórea.
¿De dónde provienen estas serpientes?
Hace más de 11 000 años el territorio del islote estaba comunicado con tierra firme. En ese tiempo, el nivel del mar subió y se formó la isla. Las serpientes residentes se quedaron atrapadas allí.
Repentinamente, su fuente de alimento escaseó y quedó dependiente de las aves. En vista de sus presas voladoras, las serpientes cabeza de lanza dorada evolucionaron y desarrollaron poderosas toxinas de acción rápida para matar a sus presas.
Las aves locales, alertas al peligro existente, evitan visitar la isla. Las serpientes cazan y comen las aves migratorias más grandes, que desprevenidas llegan a la isla buscando descanso. El hecho de no tener ningún depredador en este hábitat habría contribuido al aumento de su población.
Acceso prohibido a la isla de las serpientes
La isla no tiene ningún residente humano, a excepción de la visita ocasional de algunos equipos de científicos. Las cabezas de lanza doradas son tan peligrosas que el Gobierno de Brasil ha prohibido expresamente que cualquier persona ingrese en la isla. Esta normativa tiene la intención de proteger la integridad tanto de las personas como de las serpientes.
Serpientes salvadoras
Irónicamente, las temidas cabezas de lanza doradas también desempeñan un papel crucial para salvar vidas de los humanos. La obtención de su veneno, se hace en primer lugar por la producción de antiveneno. Pero el veneno de lanza de oro también se ha utilizado en el desarrollo de medicamentos para salvar vidas, y podría contribuir en la elaboración de nuevas medicinas en el futuro.
Como informan científicos del Instituto Brasileño Butantan, su veneno podría contener componentes útiles en el tratamiento de todo tipo de enfermedades humanas. Hasta ahora, expertos de ese instituto han mostrado componentes con potencial para contribuir al tratamiento de coágulos de sangre, problemas de circulación y enfermedades cardíacas.
Existe un medicamento para la presión arterial –captopril– que se desarrolló hace 40 años a partir del veneno de las víboras cabeza de lanza dorada. Esta medicina es increíblemente popular y es muy utilizada aún hoy en día.
Cómo conocer a la serpiente cabeza de lanza dorada
Ya que no se puede visitar a esta temible especie en su hábitat natural, es posible conocerla en Brasil continental, en cautiverio. Para ello, un visitante tiene tres opciones: las cabezas de lanza doradas se pueden ver legalmente en el Serpentario del Instituto Butantã en São Paulo. Alternativamente, puede dirigirse al zoológico de São Paulo; en la casa de las serpientes encontrará un recinto que contiene cinco especímenes de cabezas de lanza dorada adultas.
Si quieres verlas, tu última opción es dirigirte al zoológico municipal Quinzinho de Barros en la ciudad de Sorocaba, estado de Sao Paulo. Allí puedes ver a estas serpientes tan especiales habitando tranquilamente en la casa de los reptiles.
Aunque la isla de las serpientes dista mucho de la idílica isla caribeña para los humanos, debemos recordar que tampoco es un paraíso para las serpientes. Desde que se formó la isla, los reptiles residentes han luchado por obtener alimentos, y su estrategia de desarrollar un veneno superpotente es un esfuerzo por adaptarse. La lucha de la cabeza de lanza dorada ha sido larga e incluso hoy su especie está en peligro crítico.
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Bibliografía
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