Conoce el coipú, un animal muy peculiar
El coipú o también llamado falsa nutria, es un roedor endémico de Sudamérica, el cual es bastante reconocido por exhibir una apariencia similar al castor. Tiene hábitos acuáticos y suele pasar gran parte de su vida dentro del agua. Por ello, es normal que las personas los confundan.
El nombre científico de esta especie es Myocastor coypus. Pertenece a la familia Echimyidae, en la que también se encuentran las jutias y las ratas arbóreas. Esto significa que a pesar de las similitudes físicas que comparte con los castores, ambos organismos no se encuentran emparentados. Sigue leyendo este espacio y descubre más acerca del coipú.
Distribución y hábitat
Como se mencionaba, el coipú es una especie de roedor endémica de Sudamérica y se le puede encontrar desde Bolivia y Brasil, hasta Tierra del Fuego (Argentina). Sin embargo, debido al establecimiento de granjas de pieles, existen ciertas poblaciones ferales en Europa, Asia e incluso Norteamérica.
Por lo común, el coipú vive en los lagos y en los cuerpos de agua con corrientes lentas, sobre todo en aquellos sitios donde la vegetación sea abundante. Además, suele preferir habitar aguas dulces y limpias, aunque esto no las limita. Es más, algunas poblaciones de Chile se distinguen por vivir en aguas salobres y saladas.
Características físicas del coipú
El coipú tiene la apariencia de una rata robusta. Su cara es triangular y alargada, pero sus ojos y sus orejas son bastante pequeñas en proporción. Al igual que otros roedores, exhibe unos enormes dientes incisivos que presentan ciertas tonalidades naranjas en su superficie.
En general, las patas del coipú son pequeñas, el cuerpo mide casi 50 centímetros de largo en promedio y tiene una cola alargada y redondeada. Por estas características, es entendible que se le confunda con un castor, pero carecen de la particular cola aplanada que distingue a este grupo.
En cuanto a su pelaje, el coipú exhibe un manto denso, tupido y abultado, con coloraciones que varían entre el café, el amarillo y el gris. Para ser precisos, este roedor presenta dos tipos de pelaje, uno más largo que suele ser áspero (para protección) y otro pequeño y más suave con alto valor comercial. Este último es el causante de que se hayan establecido granjas de pieles con esta especie en diferentes partes del mundo.
Comportamiento
El coipú es un animal semiacuático nocturno que aprovecha las noches para poder alimentarse sin temor a los depredadores. Si bien es cierto que pasa la mayor parte de su día en el agua, también es capaz de excavar madrigueras de más de 15 metros de largo y con varias cámaras. Estas le sirven como refugio y almacén, pues en ellas mantiene reservas de alimento que le ayudan a complementar su dieta.
Además, esta especie es bastante gregaria y tiende a vivir en grupos de entre 2 y 13 ejemplares. Claro está, la mayoría de ellos son parientes (hijos, padres o hermanos), pero también aceptan a otros individuos externos a su familia.
Alimentación del coipú
El coipú es un herbívoro que basa su dieta en el consumo de distintos tipos de vegetación, como hojas, raíces, tallos e incluso algunos retazos de corteza. No obstante, son incapaces de consumir madera como los castores. Es más, en algunos casos, incluso construyen plataformas de vegetación sobre el agua para poder descansar y comer sin peligro.
Reproducción
Al igual que otros mamíferos comunes, el coipú exhibe una condición poliéstrica. Esto significa que pasa por varios ciclos reproductivos durante el año que duran entre 5 y 60 días. Debido a ello, no existe una temporada específica de apareamiento, sino que depende mucho de las condiciones en el ambiente y la disponibilidad de parejas para reproducirse.
En promedio, la gestación de esta especie varía entre 120 y 140 días. Cada camada produce como mínimo 3 crías, pero existen casos en los que algunos ejemplares alcanzan a producir hasta 13. Además, todos los pequeños nacen con pelaje y maduran en máximo 5 meses, lo que aumenta bastante el éxito reproductivo del coipú.
Como se puede observar, el coipú es un roedor bastante fascinante, interesante y peculiar. A pesar de que su pelaje fue muy demandado en el siglo XIX, sus poblaciones no parecen haber sido afectadas por la explotación. No obstante, algunos especialistas sugieren que podría enfrentar cierto decrecimiento poblacional, pero por el momento no figura en ninguna lista de protección.
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