¿Cómo nacen las ballenas y cómo es su reproducción?
Sabemos de las ballenas y otros cetáceos marinos a través de sus avistamientos, pero esto es solo una pequeña parte de su vida ¿Qué ocurre el resto del tiempo bajo las profundidades marinas? ¿Cómo nacen las ballenas? ¿Cómo es su reproducción?
Las ballenas son mamíferos marinos. Como tal, se reproducen en el agua, la hembra pasa por una larga gestación y da a luz a un ballenato, al que amamantará durante un año completo. ¿Quieres saber más sobre la reproducción en estos animales? Sigue leyendo este espacio.
¿Cómo es la reproducción de las ballenas?
Aunque hay ligeras variaciones entre las diferentes especies de ballenas, cuando machos y hembras llegan a la madurez sexual —entre los 5 y 7 años—, tiene lugar la reproducción. Las ballenas tienen fecundación interna y pueden aparearse en una época determinada del año, cuando las hembras están receptivas, o durante todo el año.
Los genitales de las ballenas macho se encuentran escondidos en una “bolsa” en el vientre bajo. Esta es la razón por la que al nadar se notan lisas y no se observa el típico pene de los mamíferos. Sin embargo, cuando se excita y se encuentra a punto de aparearse, su miembro que puede medir más de dos metros sale para copular con su pareja.
Además, son mamíferos polígamos cuya reproducción se lleva a cabo entre varios ejemplares. Esto incrementa el éxito de la reproducción y la variabilidad genética de la especie, al menos a largo plazo.
Por ejemplo, en el caso de las ballenas francas australes —al contrario de lo que ocurre en otras especies—, no existe competencia a la hora de buscar pareja y la hembra puede copular con todos los machos de un grupo. La batalla ocurre a nivel espermático: la madre queda gestante del macho con mayor calidad seminal.
¿Existe el cortejo en las especies de ballenas?
También encontramos diferencias entre especies de ballenas durante el cortejo. Algunos de ellos pueden parecer violentos, ya que se producen luchas entre machos mediante golpes al contrincante con las aletas o la cabeza. Otros son más relajados y consisten en cantos, llamadas y roces a las hembras.
Los machos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) son un buen ejemplo del cortejo mediante cantos continuos y cambiantes durante la época de reproducción. Las ondas del sonido pueden viajar bastante lejos y les sirven para indicarles su ubicación a las hembras. Esta habilidad no solo sirve para el apareamiento, pues también lo usan como un excelente método de comunicación.
La cópula de las ballenas también es un fenómeno curioso, ya que en muchas ocasiones participan 3 ejemplares. Más de una vez se ha podido grabar este comportamiento en individuos de ballena gris.
Hay varias teorías que intentan explicar esta interacción. Algunas apoyan que el tercer macho tendría la función de colaboración para asegurar el apareamiento y no se reproduce, mientras que otras teorías apoyan la cópula con múltiples machos sin agresión entre ellos.
El apareamiento suele ser rápido y tras la cópula los implicados se separan y siguen su camino.
¿Cómo se aparean las ballenas?
El proceso es relativamente sencillo, pues el macho se voltea y se pone debajo de la hembra para tocarla con su vientre. En ese momento su aparato reproductor sale de su cubierta y penetra a la pareja para inseminarla. Esto lo realizan mientras ambos nadan lento o cuando están casi estáticos en un mismo lugar.
Aunque suena simple, la copulación de las ballenas puede llegar a durar varias horas. Sobre todo cuando algunas hembras se niegan a aparearse y nadan en la superficie con el vientre hacia arriba para evitar la cópula. Los machos luchan bastante tiempo para lograr voltearlas, lo cual demora este proceso.
La gestación y lactación en las ballenas
El periodo de gestación oscila entre los 10 y 16 meses, según la especie de ballena. Es una gestación larga y se produce en el agua. Las ballenas eligen las aguas más cálidas para dar a luz durante las migraciones. En cada ocasión, las hembras dan a luz a una sola cría, lo que significa que su tasa de natalidad es bastante baja.
La madre ayuda a la cría a salir a la superficie a respirar tras el parto y esta permanecerá con su madre durante su primer año de vida. El tamaño de un ballenato depende de la especie y el tamaño de la madre, pero, como norma general, las crías suelen tener aproximadamente el 6 % del peso corporal de la hembra adulta.
Durante el primer año, los ballenatos no pueden permanecer bajo el agua tanto tiempo seguido como los adultos, así que necesita continuamente la ayuda de su madre. La lactancia ocurre debajo de la superficie. Debido a que las crías de ballena no pueden respirar y alimentarse al mismo tiempo, los periodos de lactancia tienden a ser cortos (5-8 meses).
La leche materna contiene suficiente materia grasa —en torno al 45-60 %— para permitir el crecimiento del ballenato, incluso si la lactancia es breve. Sin embargo, en cuanto las crías comienzan a comer por sí mismos, las madres les ayudarán a cazar su alimento.
Los ballenatos llaman a sus madres
La relación de los ballenatos con sus madres es muy estrecha, en un medio acuático y con posibles depredadores es importante mantener este vínculo.
Las crías de ballena viven junto a sus madres durante el primer año de vida, nadan todo el tiempo cerca de ella y se comunican mediante llamadas discretas y roces. Estas tenues llamadas permiten a la madre vigilar a su cría, a la vez que pasa desapercibida ante depredadores como las orcas u otros machos que quieran aparearse con la hembra.
Por desgracia, se cree que la contaminación acústica en el mar puede estar interfiriendo la comunicación entre las ballenas.
Como se puede intuir, el ciclo de reproducción de las ballenas es bastante largo y tardado. Por esta razón, la población de estos animales se encuentra en peligro, pues su tasa de natalidad es tan baja que no pueden recuperarse pronto. En el caso de estos mamíferos marinos, necesitan al menos dos años para poder procrear de nuevo, lo que dificulta mucho la supervivencia de sus especies.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Zoidis, A., & Lomac-MacNair, K. (2017). A note on suckling behavior and laterality in nursing humpback whale calves from underwater observations. Animals, 7(7), 51.
- Videsen, S. K., Bejder, L., Johnson, M., & Madsen, P. T. (2017). High suckling rates and acoustic crypsis of humpback whale neonates maximise potential for mother–calf energy transfer. Functional Ecology, 31(8), 1561-1573.
- Oftedal, O. T. (1997). Lactation in whales and dolphins: evidence of divergence between baleen-and toothed-species. Journal of mammary gland biology and neoplasia, 2(3), 205-230.