Características y distribución de la tortuga matamata

La tortuga matamata (Chelus fimbriata), también conocida simplemente como matamata, pertenece a la familia Chelidae; actualmente, es la única especie reconocida de su género, Chelus.

Tortuga matamata: características

La tortuga matamata es un animal único e inconfundible en su género por su peculiar aspecto. Diferente de gran parte de las tortugas, que suelen tener una apariencia pacífica y tierna, esta especie puede llegar a asustar a alguien que la desconoce.

A continuación, te contaremos más sobre la inusual tortuga matamata, sus características físicas, de comportamiento, hábitat y reproducción.

Características físicas y taxonomía de la matamata

Morfológicamente, la matamata se caracteriza por tener una cabeza grande, alargada, aplanada y de formato triangular. Su cuello también es aplanado y largo, y supera en longitud la columna protegida por el caparazón. En sus laterales, tiene unos salientes que confieren a su cuello un aspecto de sierra.

Su piel está cubierta por unas protuberancias o tubérculos, lo que le brinda un aspecto no muy atractivo. En su mentón también se observan un par de bigotes y dos filamentos adicionales o barbillas.

No obstante, estas llamadas ‘escamas de piel’ son muy importantes en el día a día de este reptil. Gracias a su peculiar aspecto, la tortuga matamata consigue camuflarme fácilmente con su entorno, para pasar desapercibida para sus posibles depredadores.

El hocico de la matamata también es muy llamativo por su formato tubular y alargado (algo similar a un cuerno). Su nariz actúa como una especie de snorkel, lo que permite a la tortuga matamata quedarse sumergida por varias horas, sin tener que exponerse a la superficie para respirar.

El caparazón de la matamata mide aproximadamente 45 centímetros de largo en los individuos machos adultos. Su color predominante puede variar entre marrón oscuro o negruzco. Su plastrón es angosto y estrecho, notablemente echado hacia atrás y recortado por delante.

Tortuga matamata: hábitat

Dimorfismo sexual

El principal dimorfismo sexual de las tortugas matamata se encuentra en el formato de su plastrón. Los machos tienen esta región notablemente más cóncava que las hembras; además, su cola es más larga y más gruesa.

Hábitat de la matamata

La tortuga matamata es una especie de tortuga de agua dulce nativa de Sudamérica. Su población habita ampliamente en las cuencas del río Amazonas y del Orinoco, y se extiende por Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, Colombia, Ecuador y Guayanas.

La matamata muestra una notable preferencia por las aguas calmas de ríos, charchas y pantanos, así como por corrientes de aguas negras. Generalmente, habita en zonas poco profundas, ya que su hocico debe alcanzar la superficie para poder respirar.

Curiosamente, la matamata ha sido introducida artificialmente en algunos canales de drenaje en el sureste de Florida (EEUU). Se estima que ello ha ocurrido como consecuencia del comercio ilegal de mascotas exóticas. Pero hasta el día de hoy se desconoce el estado de su población en esta región.

Alimentación de la tortuga matamata

Estas tortugas son estrictamente carnívoras, con una dieta basada mayormente en el consumo de peces cíclidos e invertebrados acuáticos. Su técnica de caza es inteligente y oportunista, y se aprovechan de su capacidad de mimetización con el ambiente.

Las matamata pasan muchas horas prácticamente inmóviles bajo el agua, con su cuello recogido y camufladas con su entorno. Cuando identifican la presencia de una presa, ‘empujan’ su cabeza hacia fuera y abren su boca lo máximo posible.

Tortuga matamata: alimentación

Este movimiento genera un ‘microambiente’ de baja presión, que succiona a la presa hacia el interior de su boca. Entonces, la tortuga cierra rápidamente la boca, engulle a su presa y expulsa el agua lentamente hacia el exterior.

Reproducción de la tortuga matamata

La época de reproducción de la matamata ocurre una vez al año, con la llegada de la primavera al hemisferio sur. Machos y hembras se encuentran para aparearse desde el inicio de octubre hasta mediados de diciembre.

Antes de la copula, el macho suele extender su cabeza repetidas veces, y abre y cierra su boca simultáneamente. También puede extender sus extremidades y lanzar su cabeza hacia la hembra para captar su atención.

Después del apareamiento, la hembra experimenta un embarazo de 200 días aproximadamente. Al final de la gestación pone entre 12 y 20 huevos esféricos, que son muy quebradizos y deben estar bien depositados.

Las crías son pequeñas y tienen un color rosado o ligeramente rojizo en el plastrón y el borde inferior del caparazón. Su audición y tacto están muy bien desarrollados, pero suelen tener mala visión; cuentan con unos nervios sensoriales en los pliegues de su piel que les ayudan a detectar movimientos en su entorno.

En cautiverio, la tortuga matamata puede llegar a vivir unos 35 años. Sin embargo, aún se desconoce con exactitud su esperanza de vida en el hábitat natural; se viene estimando una longevidad promedio de 15 a 20 años.

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