Beluga: características, hábitat y comportamiento

El color blanco de las belugas es una característica adaptativa, que sirve para camuflarse entre el hielo marino. ¡Conoce más detalles como este en el siguiente contenido!
Beluga: características, hábitat y comportamiento
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 22 junio, 2023

Las belugas —también conocidas como ballenas blancas— son unos hermosos animales marinos que se distinguen por tener una «cabeza» prominente. Son parientes cercanos de los delfines, así que su morfología es bastante similar. Sin embargo, se han adaptado por completo al frío y viven en zonas que no son adecuadas para otras especies.

El nombre científico de esta «ballena» es Delphinapterus leucas. Pertenece al infraorden Cetacea, en el que se agrupan todos los mamíferos de vida acuática. Sigue leyendo para descubrir todo lo que tienes que saber acerca de la beluga.

Taxonomía de la beluga

La beluga forma parte de los odontocetos (Odontoceti), un grupo de mamíferos marinos que se caracterizan por presentar dientes en la boca. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Conservation Genetics Resources, sus parientes más cercanos son los narvales y los delfines, con los que comparte gran parte de su morfología. Aun así, sus aspectos difieren lo suficiente para distinguir a cada uno.

Esta hermosa especie es la única de su género (Delphinapterus), aunque algunos análisis recientes sugieren que existen varias subpoblaciones que podrían diversificar su linaje. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés), se tiene conocimiento de al menos 21 poblaciones aisladas, de forma parcial, en su área de distribución.

Lo anterior significa que aunque solo existe una especie dentro del género, las subpoblaciones podrían convertirse en subespecies si las condiciones son propicias. Esto aún es una suposición, debido a que de momento no existe evidencia contundente que lo respalde. No obstante, es muy bien conocido que el aislamiento geográfico es un factor decisivo en la especiación.



¿Dónde vive este mamífero marino?

Las belugas viven en las aguas de las regiones árticas y subárticas. De hecho, es uno de los pocos mamíferos marinos que se quedan durante todo el año en esta zona. En este sentido, un estudio de la revista Polar Biology sostiene que la especie está muy asociada al hielo marino.

Estas pequeñas «ballenas blancas» pasan la mayor parte de su tiempo cerca de la costa o de las formaciones de hielo, pero son capaces de adentrarse en el océano o sumergirse a profundidades de casi 800 metros.

Sin embargo, las observaciones de la especie parecen indicar que el frío tiene cierto efecto restrictivo en sus movimientos, pues cuando las temperaturas bajan tiende a mantenerse cerca de la superficie.

Características físicas de la beluga

Beluga en vista frontal.
El melón de la beluga se aprecia como una masa «amorfa» en su frente. Crédito: Carol M. Highsmith/Rawpixel.

La beluga recibe el nombre de «ballena blanca» debido a que en su edad adulta exhibe un distintivo color blanco en todo su cuerpo. Además, mide entre 3 y 7 metros de longitud, lo que rivaliza con el tamaño de la ballena franca pigmea.

Este mamífero marino también demuestra un dimorfismo sexual, con respecto a su tamaño. Según el portal Animal Diversity Web, los machos de la especie son alrededor de un 25 % más grandes que las hembras.

Visto de otra forma, existe una diferencia promedio de 1.2 metros de largo entre ambos sexos.

Aunque se le conoce como «ballena», su morfología es más parecida a la de un delfín. Eso sí, se caracteriza por dos diferencias: carece de aleta dorsal y su cabeza muestra una protuberancia, por el órgano conocido como «melón». Esta última estructura es esencial para la beluga, pues algunos especialistas sugieren que sirve de apoyo para el sistema de ecolocalización.

En resumen, el cuerpo de la beluga es alargado y curvado, con una prominente «joroba». Además, posee dos aletas pectorales y una aleta caudal. Su piel es gruesa y puede observarse lisa o presentar una serie de pliegues o arrugas. Asimismo, posee una boca relativamente «pequeña» con una serie de entre 8 y 9 dientes en cada mandíbula.

Apariencia de las crías

Las crías de las belugas mantienen las mismas características físicas de los adultos, con excepción del color blanco típico de la especie. Al nacer, los pequeños exhiben tonalidades grises, marrones o azul oscuro, que se aclaran conforme crecen hasta alcanzar el blanco. No obstante, en este punto de su vida se les puede confundir con sus parientes cercanos: los narvales.

Alimentación

La beluga es un animal carnívoro que se alimenta de una gran variedad de peces e invertebrados marinos. Debido a su distribución, su dieta puede variar un poco por la disponibilidad de presas que existan en su hábitat. Aun así, los componentes más habituales de su alimentación son los siguientes:

  • pulpo,
  • calamar,
  • camarón,
  • salmón,
  • bacalao ártico,
  • eulacon,
  • eperlano arcoíris.

Según un estudio publicado en la revista Marine Fisheries Review, la dieta de la beluga también cambia conforme el ejemplar crece. Los jóvenes tienden a consumir presas pequeñas como cangrejos y camarones, mientras que los adultos buscan aperitivos más grandes.

Contrario a lo que se podría pensar, las belugas ingieren a sus presas completas o en pedazos grandes. A pesar de que cuentan con dientes, estos no son tan largos y dificultan la trituración. Esta es la razón principal por la que prefieren tragar su comida en lugar de masticarla.

Comportamiento de la beluga

Dos belugas en una inmersión.
El nombre de «ballena blanca» lo recibe porque tiene cierto parecido con dichos cetáceos. Crédito: Brian Gratwicke/Wikimedia Commons.

Esta especie tiene un comportamiento tranquilo y sereno, por lo que pasa la mayor parte de su vida nadando lento por todo su hábitat. A diferencia de otras «ballenas», la beluga no suele saltar o salir del agua con frecuencia.

Sin embargo, cada cierto tiempo necesita subir a la superficie para respirar, pero basta con que saque solo su espiráculo —orificio de respiración— para subsidiar su demanda de oxígeno.

Durante la época de invierno, algunas poblaciones de belugas optan por migrar a zonas más calientes, en las regiones subárticas.

En lo que se refiere a este desplazamiento, un estudio de la revista Polar Biology, publicado en 2014, menciona que parece ser una adaptación a la falta de recursos de la temporada. Del mismo modo, existe cierta fidelidad por sus sitios de crianza.

Otro aspecto interesante es que la beluga sigue la misma ruta migratoria que sus antecesores. Esto significa que pueden predecirse sus movimientos. En vista de esto, los cazadores y algunos depredadores aprovechan este rasgo de su comportamiento para capturarla.

Este mamífero marino es una especie social que disfruta vivir en grupos de entre 2 y 10 integrantes. En épocas de migración, este número puede aumentar demasiado de forma momentánea. De todos modos, esto depende mucho de la densidad poblacional de la zona.

Vocalizaciones

Las vocalizaciones de las belugas se parecen un poco a las de los delfines. No obstante, los patrones y la intensidad son diferentes, tanto que parece regirse por un «lenguaje» complejo y desconocido. Según un estudio publicado en The Journal of the Acoustical Society of America, se ha detectado que tienen al menos 34 tipos de vocalizaciones diferentes.

Aunque aún es muy pronto para afirmar qué significa cada uno de estos sonidos, se ha demostrado que se utilizan con ciertos patrones predeterminados. Tal como lo menciona un estudio divulgado a través de la revista Marine Biology, las belugas tienen vocalizaciones especiales para la comunicación a larga y corta distancia.



Reproducción

La reproducción de la beluga se lleva a cabo antes de la migración invernal, por lo que tiene un intervalo de duración que abarca desde primavera hasta otoño. El objetivo es que las hembras tengan a sus hijos en zonas con aguas «cálidas» y recursos abundantes.

Las belugas son polígamas y tanto hembras como machos se aparean con varias parejas. De hecho, según un artículo publicado en la revista Aquatic Mammals, existe competencia espermática en la especie. Esto significa que el macho que fecunda a la hembra es aquel que produzca un esperma más «apto» y veloz, lo que sirve como una fuerza de selección natural.

La gestación de la beluga dura un tiempo aproximado de 14 meses y da origen a una única cría. En cuanto nace, el pequeño es dependiente de su madre por al menos 2 años. Esta es una de las razones por las que solo tiene una cría cada 3 años.

Estatus de conservación

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) clasifica a la beluga como una especie de «preocupación menor». Esto se debe a la falta de información que existe sobre sus poblaciones. De esta manera, es imposible asignarle un nivel de riesgo acorde a su situación.

No obstante, diferentes gobiernos locales —como Alaska— han reportado una disminución alarmante en la cantidad de belugas cercanas a sus costas. En consecuencia, algunos países clasifican a la especie como «amenazada» o «en riesgo». A pesar de que no tiene muchos depredadores, enfrenta otros peligros: la cacería, la contaminación de su hábitat y el cambio climático.

Enigmáticos mamíferos marinos

Como se puede observar, las belugas son animales interesantes que resguardan varias curiosidades. Aunque se desconocen muchos aspectos sobre ellas, es claro que se trata de un animal llamativo y de gran importancia económica y biológica.


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