Los armadillos son unas de las criaturas más extrañas del planeta. Estos mamíferos con aspecto de oso hormiguero con caparazón son originarios de América y se dividen en tres subfamilias, que engloban numerosos géneros y especies tanto vivas como extintas.
Su relación con el ser humano es complicada, ya que muchas de las especies de armadillo están amenazadas debido a la pérdida de su hábitat y la caza para consumo humano. En muchas regiones del continente americano aún se consume su carne.
El armadillo: cuatro animales en uno
El aspecto del armadillo es muy particular. Este grupo de animales presentan cierto parecido con los pangolines pero, en realidad, están más emparentados a nivel filogenético con los perezosos y osos hormigueros.
Los armadillos presentan un caparazón dorsal o armadura ósea compuesto por pequeñas placas yuxtapuestas, las cuales forman filas transversales alrededor de este. Al contrario de la creencia popular, no todas las especies de armadillos pueden refugiarse dentro de su armazón formando una bola sólida que confunda a los posibles depredadores.
La cabeza de estos animales es alargada, con unos ojos pequeños —no tienen muy buena visión— y que termina en un hocico puntiagudo con una lengua larga y pegajosa con la que atrapan insectos, similar a la de un oso hormiguero. Las patas son cortas y anchas en forma de pala, con grandes garras que utilizan para cavar. También tienen una cola bastante larga.
Los tamaños y colores de los armadillos varían de una especie a otra. Existen armadillos de color rosa, marrón, negro, rojo, gris o amarillo. El tamaño de un ejemplar adulto puede ir desde los 15 centímetros de longitud hasta el metro y medio del armadillo gigante.
¿Cuántas especies de armadillos existen?
Los armadillos se dividen en tres subfamilias de nueve géneros diferentes con pocas especies representativas en cada uno de ellos. Por desgracia, hay una gran cantidad de géneros extintos que solo conocemos por sus restos fósiles.
La especie más extendida de todas en la cultura popular es el armadillo de nueve bandas, pero existen otras muy llamativas dentro de estos curiosos mamíferos. A continuación, te mostramos cuatro ejemplos de ello.
1. Armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus)
Este armadillo mide entre 50 y 60 centímetros de longitud y tiene un peso comprendido entre los cuatro y ocho kilogramos. Es de color negruzco sobre un fondo beige.
La armadura de este animal posee nueve bandas diferenciadas —de ahí su nombre—, compuestas por anillos óseos que cubren la parte superior de su cabeza y espalda. Así, el armadillo de nueve bandas logra proteger sus estructuras más delicadas.
Este es el armadillo con la distribución más amplia, ya que habita las zonas templadas desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina. Actualmente no se encuentra amenazado en su estado silvestre, según indica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
2. Armadillo amarillo (Euphractus sexcinctus)
Llamado así por su coloración amarilla, el armadillo de seis bandas se encuentra en áreas abiertas, sabanas, matorrales y bosques secos semideciduos de Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay. También se han encontrado poblaciones aisladas en Surinam.
Este animal se adapta bien a las modificaciones del hábitat y se han observado ejemplares incluso en plantaciones madereras, plantaciones de caña de azúcar, pastizales y otros cultivos. Desde luego, parece que la actividad humana no le importa mucho.
El armadillo amarillo no está catalogado como especie amenazada, de hecho las poblaciones en áreas protegidas no se ven tan afectadas por la actividad humana. Aun así, es frecuente su caza con fines alimenticios, artesanales y medicinales.
3. Pichiciego menor (Chlamyphorus truncatu)
Es una de las especies de armadillo más pequeñas y atípicas. El pichiciego menor mide de siete a diez centímetros —sin contar la cola— y su apariencia es bastante diferente a la de los demás armadillos.
El pichiciego menor presenta un armazón rosado que lo recorre longitudinalmente, desde la cabeza a la cola, hecho que deja ver una gran cantidad de pelo blanco que recubre su pequeño cuerpo a nivel ventral y facial.
Habita en pastizales secos y llanuras arenosas con vegetación arbustiva, siempre sobre suelos arenosos. Es endémico de Argentina. No se conocen muchos datos de este particular armadillo, pero por su dificultad para encontrarlo en la naturaleza, la progresiva destrucción de su hábitat y su captura como mascota, se mantiene como una especie protegida.
4. El armadillo gigante (Priodontes maximus)
Esta es la especie de armadillo más grande de todas, pues un ejemplar adulto puede llegar a pesar alrededor de los 60 kilogramos y medir más de 1,60 metros desde el hocico hasta la punta de la cola.
Tiene un cuerpo muy voluminoso recubierto de un caparazón con numerosas placas, que también cubren su cabeza y cola. Sus uñas pueden llegar a medir 20 centímetros en sus patas delanteras, hecho que confirma que están totalmente adaptadas para cavar.
Como los demás armadillos, la dieta de este gran animal es principalmente insectívora: se alimenta de hormigas, termitas y larvas, pero también de arácnidos y gusanos. Es capaz de acabar con una colonia entera de termitas con su lengua, pero también puede nutrirse de forma esporádica a base de frutos, serpientes y carroña.
Con sus casi cien dientes, es el mamífero terrestre con la dentadura más poblada que se conozca. Por desgracia, este armadillo está catalogado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) debido a la caza por su carne y a la deforestación de su hábitat natural.
Con estas cuatro especies de armadillos aquí descritas, ya conoces un poco más sobre estos particulares animales. Los armadillos suponen un gran reto para la conservación y esperamos que las especies que han sobrevivido a la extinción permanezcan estables gracias a las acciones gubernamentales e internacionales.
Bibliografía
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- iucnredlist.org
- Balamayooran, G., Pena, M., Sharma, R., & Truman, R. W. (2015). The armadillo as an animal model and reservoir host for Mycobacterium leprae. Clinics in dermatology, 33(1), 108-115.
- Van Twyver, H., & Allison, T. (1974). Sleep in the armadillo Dasypus novemcinctus at moderate and low ambient temperatures. Brain, behavior and evolution, 9(2), 107-120.