Tortuga de orejas amarillas: todo lo que debes saber

Estos animales se consideran invasores muy dañinos en todo el mundo y compiten con las tortugas semiacuáticas autóctonas. Por ello, su liberación en el medio natural está estrictamente prohibida.
Tortuga de orejas amarillas: todo lo que debes saber
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 04 marzo, 2024

La tortuga de orejas amarillas es uno de los reptiles más popularmente mantenido como mascota. Tanto es así que un número elevado de personas ajenas al mundo de la terrariofilia conocen a este animal y lo han tenido en sus casas.

Sin embargo, este reptil aparentemente inofensivo presenta una serie de complicaciones en su cuidado en cautividad y puede ser muy dañino para el medio ambiente si es liberado fuera de su área de distribución natural. Si quieres conocer más acerca de las características de este animal, su hábitat, cuidados y problemática medioambiental, te invitamos a seguir leyendo.

¿Cómo es la tortuga de orejas amarillas?

La tortuga de orejas amarillas, denominada científicamente Trachemys scripta scripta, es una subespecie del galápago americano o de Florida. Se trata de un quelonio semiacuático de tamaño mediano, que puede alcanzar entre 20 y 60 centímetros máximos de longitud.

Su piel es de color verde oscuro o negro, con estrías amarillas pálidas recorriendo todo el cuerpo. Además, este reptil cuenta con una mancha de amarillo intenso tras cada ojo, que se extiende por el cuello. De estas manchas proviene su nombre común.

El caparazón de esta tortuga es principalmente oscuro por la parte superior —el espaldar—, aunque pueden observarse también algunas estrías amarillas. La parte inferior —el plastrón— es principalmente amarilla, con algunas manchas negras. En los costados aparece una hilera de ocelos circulares.

Como ocurre en muchos otros reptiles, estos colores son más vivos en los individuos más jóvenes y se van volviendo más apagados y homogéneos a medida que envejece el animal.

Los machos de esta especie pueden diferenciarse de las hembras por su tamaño menor, las uñas de las patas delanteras mucho más largas que las de las patas traseras y el plastrón ligeramente cóncavo.

La cabeza de una de las tortugas de orejas amarillas.

¿Dónde habita la tortuga de orejas amarillas?

De forma natural, este galápago se encuentra únicamente en Norteamérica, en concreto, en Estados Unidos y el norte de México. Es una tortuga de hábitos muy acuáticos. Por esta razón, en su distribución natural pueden encontrarse en todo tipo de hábitats de agua dulce, tales como como ríos, lagunas, embalses, charcas o pantanos.

Este reptil tiene preferencia por aguas tranquilas, con abundante vegetación y lugares donde poder salir del agua para tomar el sol. Además, suele escoger aguas con profundidades de entre 1 y 2 metros, que le permiten pasar los inviernos sumergido en un estado de hibernación.

Las tortugas de orejas amarillas también muestran preferencia por las aguas permanentes frente a las temporales, con el fin de poder evitar el tener que desplazarse a otros cuerpos de agua en caso de desecación.

Cuidados en cautividad

Las tortugas de orejas amarillas tienen una gran personalidad, son capaces de interactuar con sus dueños y muestran una gran voracidad por el alimento. Sin embargo, sus cuidados son más exigentes de lo que podría parecer en primera instancia.

Para que el animal adulto esté en buenas condiciones, necesita un acuario bastante grande —pues las tortugas acuáticas son buenas nadadoras—. El tanque debe tener una capacidad mínima de 285 a 340 litros y una profundidad mínima de 60 centímetros, aproximadamente.

Además, la instalación debe contar con alguna estructura completamente fuera del agua, que les permita a estos reptiles secarse, descansar y solearse. Encima de esta estructura —con una altura suficiente— debe situarse una lámpara que alcance los 32 grados centígrados y que, a su vez, aporte luz ultravioleta al metabolismo de la tortuga.

La luz ultravioleta es imprescindible para estos animales. La necesitan para sintetizar vitamina D y formar adecuadamente los huesos. Si no se proporciona, pueden desarrollar patologías graves como la enfermedad ósea metabólica (EOM), en la que los huesos se atrofian por un desequilibrio interno de calcio.

Por otro lado, el agua debe mantenerse a una temperatura de 20 a 25 grados durante el día y puede disminuir un poco durante la noche. En invierno, puede bajarse la temperatura del agua por debajo de 20 grados para permitir la brumación del animal.

Adicionalmente, el tanque debe contar con un sistema de filtrado potente, ya que las tortugas de orejas amarillas tienen tendencia a ensuciar mucho el agua. Por ello, el tutor debe realizar cambios semanales de hasta el 30 % del agua total.

La comida de las tortugas de orejas amarillas

En cuanto a la dieta, se suele mantener a estos reptiles únicamente con pienso genérico o gambas secas, lo que no es recomendable. Las tortugas de orejas amarillas son omnívoras y requieren una dieta muy variada, rica y completa. Si esta no es la adecuada, es fácil que sufran hipovitaminosis.

Además del pienso —que se puede usar, pero no abusar de él—, estos reptiles deben consumir vegetales variados como dientes de león, espinacas o calabacín. También comerán insectos, gusanos y ocasionalmente se les puede administrar carne baja en grasa, como pechuga de pollo.

La dieta de estos animales de tiene que suplementar frecuentemente con calcio y vitaminas.

Problemática medioambiental

Las tortugas de orejas amarillas, junto con otras subespecies del género Trachemys, se han vendido muy popularmente como mascota en gran parte del mundo. Casi todos tenemos la imagen de estos simpáticos quelonios nadando en las peceras en las tiendas de animales, ¿verdad?.

Cuando son jóvenes, las tortugas de orejas amarillas son muy pequeñas y muy carismáticas, lo que ha provocado que se compren para niños pequeños sin tener en cuenta las dificultades que presentan, su posible agresividad y potencia de mordida, el gran tamaño que alcanzan o su esperanza de vida de más de 30 años.

Esto ha provocado que en muchos lugares estos reptiles se liberen en masa a ecosistemas a los que no pertenecen. Además de ilegal, esto es tremendamente dañino para la naturaleza, ya que estas tortugas acuáticas son muy adaptables y resistentes.

Esto ha provocado que establezcan poblaciones invasoras en gran parte de la geografía española y de muchos otros países, que afectan muy negativamente a los ecosistemas que colonizan.

Actualmente, se considera a los galápagos de Florida una de las 100 especies exóticas invasoras más perjudiciales. Por esta razón, están incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y está prohibida su venta.

Una tortuga grande de orejas amarillas.

Como con tantas otras especies, se recomienda considerar profundamente sus cuidados y características antes de obtener un ejemplar, para evitar posibles arrepentimientos y asegurar el bienestar de los animales. También se recalca la importancia de jamás liberar estas especies al medio bajo ningún concepto, por los graves problemas que pueden causar .


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