Las tortugas son unos de los reptiles más usuales como mascotas, pues se suele creer que sus cuidados son sencillos. Sin embargo, estos animales necesitan ciertos conocimientos especiales para que se pueda asegurar su salud a largo plazo. De lo contrario, comenzarán a presentar problemas como la pérdida del apetito, es decir, que la tortuga no come durante varios días.
Es necesario prestar atención a las señales sutiles de la mascota, pues de esta forma se puede evitar un desenlace fatal. En el caso de que el reptil deje de comer, lo más probable es que se sienta incómodo con su hábitat o con su salud. Si quieres conocer cuáles son las razones por las que una tortuga no come, sigue leyendo este artículo.
¿Qué come una tortuga?
El tipo de alimento que come una tortuga depende de la especie y la edad. La mayoría de estos reptiles son omnívoros que se alimentan de insectos, plantas, crustáceos y peces Sin embargo, para poder darle la nutrición adecuada a la mascota es necesario que antes de adquirirla se investigue la dieta más adecuada para cada especie.
Las tortugas pequeñas comen 1 vez al día, mientras que las adultas se alimentan entre 3 y 4 veces por semana. Si tu mascota ha dejado de comer durante 3 días o más, es una clara señal de que algo no anda bien con el animal a nivel fisiológico o emocional.
¿Cuáles son las razones por las que una tortuga no come?
Cuando una tortuga deja de comer se necesita ser precavido con el tiempo, pues es normal que los adultos no prueben bocado por 2 o 3 días. Sin embargo, en los individuos jóvenes un solo día sin alimento supone un gran riesgo para su salud, ya que podría derivar en una desnutrición aguda o crónica.
Las razones detrás de este problema pueden ser diversas, pero en su mayoría tienen que ver con el hábitat o la salud del ejemplar. A continuación se recopilan algunas de las razones más habituales por las que la tortuga del hogar pierde el apetito.
Hora del día
Las tortugas suelen ser organismos diurnos que se mantienen activos por las mañanas. Por ello, si se les intenta alimentar durante la noche, es probable que no se encuentren interesadas en probar la comida. La solución a esto es darle de comer en las primeras horas del día, pues así se asegura que el reptil esté dispuesto a degustar su plato.
Este es quizá el caso más sencillo de resolver, ya que la respuesta es casi inmediata y no tiene ninguna complicación. Si aun así observas que tu mascota sigue sin alimentarse, considera llevarla a revisión en un centro veterinario de exóticos.
Estrés
Cuando la tortuga llega por primera vez al hogar de su tutor, es probable que se estrese por el cambio de hábitat. En estas ocasiones, los reptiles llegan a mostrarse renuentes a comer en el tiempo en el que se adaptan a su nueva casa. Conforme se habitúa a su nuevo espacio, el apetito del animal regresará de manera gradual.
Otros factores importantes a tener en cuenta son la calidad del agua y la luz del hábitat, pues ambos pueden ocasionarle estrés al reptil. Para evitarlo, asegúrate de que el agua se encuentre limpia y que el fotoperiodo no exceda las 14 horas, pues de lo contrario el quelonio seguirá muy reacio a comer.
Finalmente, recuerda que las tortugas no son animales que se deban manipular por mucho tiempo. Esto se debe a que son ejemplares que prefieren ambientes bastante tranquilos. Por esta razón, evita sacarlos o tocarlos de más, pues esto los hace sentirse incómodos y estresados, lo que fomenta que pierdan el apetito y se afecte su salud.
Temperatura y luz UV
Como cualquier otro reptil, las tortugas necesitan la luz de una bombilla especial para calentarse y para recibir rayos UV. Esto se debe a que son organismos ectotermos, es decir, requieren dichas condiciones para regular la digestión y el metabolismo de su cuerpo. Cuando su hábitat no tiene estos requisitos, la comida se procesa lento y la tortuga pierde el apetito.
La temperatura adecuada para una tortuga oscila entre los 26 y 32 grados Celsius, aunque el intervalo puede variar según la especie de la que se trate. Además, es necesario asegurar que la bombilla emita rayos UV (UVA y UVB), pues son imprescindibles para la piel del organismo. Recuerda que para mantener la salud del reptil solo se necesitan de 12 a 14 horas luz diarias como máximo.
Dieta poco variada
Al ser unas mascotas populares, se suele creer que el alimento procesado (pellets) es todo lo que necesitan las tortugas para sobrevivir. Esto no es así, pues en la naturaleza su dieta es mucho más variada. Algunas tortugas se cansan de la comida procesada, por lo que dejan de ingerir los pellets comerciales.
Para solucionarlo, solo hay que darle a la mascota una dieta más variada que incluya frutas, plantas, insectos, peces y semillas adecuadas para cada especie. Recuerda que, si bien la mayoría de las tortugas comunes son omnívoras, es mejor investigar cuál es su dieta natural para darles sus alimentos preferidos.
Si esta es la causa de la pérdida de su apetito, en el momento que se le introduzca otro tipo de dieta el quelonio debería volver a comer. En caso contrario, evita que tu mascota pase más días sin alimentarse y acude a un veterinario especializado.
Deficiencia de vitaminas o calcio
Al basar la dieta de las tortugas por completo en los pellets comerciales, algunos ejemplares llegan a exhibir deficiencias nutricionales. Esta situación puede provocar que tu mascota pierda el apetito, se observe cansada desaparezca coloración en su caparazón. La mejor forma de contrarrestar este problema es integrar alimentos frescos y variados a la dieta.
En casos críticos, es posible también añadir suplementos vitamínicos o de calcio para eliminar las deficiencias que pueda tener la tortuga. Sin embargo, recuerda que esto debe estar vigilado por un veterinario, pues solo así podrás asegurarte de que la salud de tu mascota no se verá afectada.
Enfermedades
Al igual que todas las mascotas, las tortugas son susceptibles a diversas enfermedades si se descuida su salud. Los síntomas pueden incluir diversos cambios en la coloración de su piel, secreciones nasales, cansancio y pérdida del apetito.
Aunque parezcan fáciles de controlar, muchas enfermedades pueden ser letales para la mascota. A continuación se presentan algunos signos de alerta que indican la presencia de una patología en la mascota:
- Vómitos o regurgitación.
- Pérdida de peso.
- Letargia (cansancio).
- Dificultad para respirar.
- Retención de heces.
- Heces con gusanos.
¿Cómo puedo prevenir que mi tortuga deje de comer?
La mejor forma de prevenir la pérdida del apetito en las tortugas es mantener las necesidades básicas de la especie. Esto incluye la temperatura, la humedad, la iluminación y la dieta variada. Aunado a ello, también es una buena idea realizar de manera frecuente el aseo del hábitat para evitar cualquier tipo de infección y estrés en el animal.
La razón detrás de la pérdida del apetito de una tortuga puede ser grave, por lo que al menor indicio es preferible buscar ayuda de un veterinario. Recuerda que las mascotas no pueden comunicar verbalmente su malestar, de modo que es necesario mantenerlas vigiladas y estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento.
Bibliografía
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