La importancia de cuidar el caparazón en las tortugas

Aunque las tortugas parezcan resistentes gracias a su caparazón, estas requieren muchos cuidados. Su coraza es esencial para comprender su bienestar.
La importancia de cuidar el caparazón en las tortugas
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 05 junio, 2022

Cuidar el caparazón en las tortugas es una tarea a la que en ocasiones no se le da la importancia que merece. En la actualidad, se conoce que el caparazón de las tortugas es esencial para su supervivencia.

Sin embargo, puede que no tengas tan claro cuáles son estas razones y por qué debes prestar atención al caparazón de los quelonios domésticos. Con este objetivo, a continuación te exponemos diferentes aspectos sobre el caparazón en las tortugas.

¿Qué es el caparazón de las tortugas?

El caparazón en las tortugas está integrado dentro de su esqueleto, ya que está constituido por huesos fusionados en forma de placas. Además, difiere según la especie consultada, adaptándose a sus necesidades de alimentación, protección y defensa.

El caparazón de una tortuga.

Antiguamente, se creía que la importancia del caparazón de las tortugas residía en la protección que les proporcionaba. Principalmente, se argumentaba que les permitía resguardarse de los depredadores, pues podían esconder todo su cuerpo dentro de él. 

Sin embargo, el estudio del registro fósil ha derivado en un nuevo descubrimiento que cambia la función principal del caparazón en las tortugas. Parece ser que esta labor esencial reside en su forma, que permite al animal excavar en el subsuelo y, así, refugiarse tanto del clima como de los depredadores.

Entre los cambios descritos para este cometido, destaca la ampliación de las costillas y las consecuencias de esta acción en las tortugas. Aunque pueda parecer una adaptación poco significativa, tuvo un severo impacto tanto en la respiración como en la velocidad de estos cuadrúpedos, lo que provocó dos grandes eventos:

  • Reducción de la longitud de la calzada.
  • Dificultad en la respiración. 

En definitiva, el desarrollo del caparazón influyó negativamente en su capacidad de ventilación pulmonar, así como en el movimiento. No obstante, les proporcionó otras herramientas para poder enfrentarse a diferentes amenazas.

Síntomas y causas de problemas en el caparazón en las tortugas

A la hora de comprobar si una tortuga se encuentra en buenas condiciones de salud, es adecuado conocer los síntomas y las causas más relevantes de una falta de cuidados en su caparazón.

Síntomas

Al igual que otros animales pueden desarrollar enfermedades cutáneas, el caparazón de las tortugas también puede mostrar diferentes síntomas de debilidad. Entre ellos, encontramos los siguientes:

  • Grietas o desprendimiento de placas.
  • Zonas blandas o presencia de desniveles.
  • Puntos rojos o decoloración del caparazón.
  • Capa viscosa sobre el caparazón. Deben saltar las alarmas cuando esta capa viscosa no está relacionada con algas.
  • Olores fuertes.
  • Sangre o secreción desde una grieta o herida.

Causas

Entre las causas posibles de la aparición de los síntomas descritos anteriormente en el caparazón, se encuentran las siguientes:

  • Infecciones bacterianas o fúngicas: el crecimiento incontrolado de hongos o bacterias afecta negativamente al caparazón.
  • Déficit de nutrientes: una alimentación en la que se presenten carencias de nutrientes puede dañar la estructura ósea del animal.
  • Cuidado inadecuado: la falta de calcio, un ambiente sucio, luz solar inadecuada o humedad excesiva son eventos que se deben evitar a toda costa.
  • Lesiones accidentales. 

Cómo cuidar el caparazón en las tortugas

Así pues, el caparazón en las tortugas es una parte crítica de su anatomía y, por ello, debe recibir los cuidados necesarios. A continuación, se indican algunos consejos para mantener adecuadamente a esta mascota.

1. Adaptar el terrario o tanque

Según la especie a la que pertenezca la tortuga, requerirá una serie de cuidados específicos. Entre esos cuidados, se incluye adaptar el terrario al tipo de hábitat del animal, así como a la temperatura y porcentaje de humedad específicos para él.

En el caso de las tortugas de tierra, debes cuidar muy bien el sustrato o arena que uses en su hábitat. Recuerda que les gusta enterrarse, por lo que debes proveerles todo lo necesario para que lo hagan. De la misma forma, las tortugas acuáticas precisan tanto de una zona terrestre como de agua. Así que no olvides proporcionarle ambas para mantener su calidad de vida.

Asimismo, el espacio del terrario es importante, ya que permite al animal moverse y explorarlo. También, puede optarse por dejar que la tortuga circule libremente por el hogar o el jardín. En este caso, cuidado con otras posibles mascotas, animales salvajes si se está fuera o lugares que puedan resultar peligrosos para ella.

Por otro lado, son animales curiosos y pueden meterse en más problemas de los esperados. Por ello, deben evitarse los sitios estrechos donde puedan quedarse atrapadas o las alturas desde las que puedan caerse y dañarse el caparazón.

2. Higiene del terrario

El terrario es el espacio en el que más tiempo va a pasar el animal, por lo que es necesario que se limpie regularmente. Si este no se mantiene higienizado, pueden proliferar bacterias u hongos que ataquen al caparazón del animal.

3. Baños regulares

Es posible que las tortugas no parezcan necesitar baños, pero ciertas partículas de tierra, bacterias y hongos pueden llegar a alojarse en las grietas de su cuerpo. Por ello, es necesario que cuando limpies su hábitat, también le des un baño a tu quelonio. Eso sí, solo debes lavar su cuerpo con un cepillo suave y agua, no utilices ningún tipo de jabón ni otra sustancia de limpieza.

Recuerda manipularla con mucho cuidado y sin movimientos bruscos, de lo contrario podrías ocasionarle estrés innecesario. Tampoco talles con mucha fuerza su caparazón o podrías provocarle lesiones, los movimientos de limpieza deben ser suaves y sin mucho esfuerzo. Repite sus baños entre una y dos veces por semana para cuidar el caparazón de las tortugas.

4. Dieta equilibrada

De nuevo, la especie de tortuga determinará qué dieta es la adecuada y cuáles son sus necesidades nutricionales. Además de una alimentación saludable, en ocasiones los suplementos alimenticios o de calcio pueden ser positivos. También considera mantener su alimento en buen estado y desinfectarlo bien (en el caso de las tortugas herbívoras).

5. Luz solar

La luz solar es imprescindible para que el caparazón se mantenga sano, por lo que deben respetarse las dosis de luz solar diarias. Si esto no es posible, pueden emplearse luces especiales para los terrarios, siempre dejando una roca cómoda desde la que el quelonio pueda tomar el sol.

Una tortuga se asoma a la superficie.

De vez en cuando, debe vigilarse el caparazón del animal —por si surgiera cualquiera de los síntomas descritos anteriormente— y visitar frecuentemente al veterinario. Si se observa cualquier cambio significativo, el profesional pertinente indicará el tratamiento adecuado.

Finalmente, es necesario destacar que cuidar el caparazón en las tortugas es esencial, ya que gracias a su desarrollo han podido adaptarse a distintos medios y condiciones. Por ello, el reptil debe recibir la manutención pertinente según el tipo de especie y sus necesidades propias.


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