Para muchos es símbolo de buena suerte. Pero también suele ser odiado por los inoportunos sonidos que puede emitir en una noche calurosa en la que los humanos intentamos dormir. Y hasta es considerado un alimento más que nutritivo –e incluso exquisito– para algunas culturas. Conoce detalles de la vida del grillo, un insecto que, sin duda, no pasa desapercibido.
Un insecto que prefiere climas cálidos
Se conocen más de 900 especies de este integrante de la familia de los gríllidos. Junto con las langostas o saltamontes forma parte de los ortópteros, una orden de insectos hemimetábolos.
El grillo suele estar distribuido en todo el planeta, excepto en las regiones muy frías. Prefiere las zonas cálidas y se ve tanto en campos como en bosques, pastizales, cuevas, playas y, por supuesto, en jardines y casas.
De hábitos nocturnos, este insecto omnívoro se vale de sus antenas para detectar alimentos. Su dieta está formada, principalmente, por:
- Materia vegetal en descomposición
- Hojas tiernas
- Hongos
- Frutas
- Pequeños insectos (áfidos o pulgones, hormigas, etc.)
- Gusanos
Te contamos detalles sobre la vida del grillo, un insecto que destaca por su canto, que es producido por el roce de las alas de los machos.
Aspecto físico del grillo
Entre las características físicas del grillo destacan:
- Cuerpo cilíndrico y fuerte.
- Cabeza de forma redondeada, con antenas largas y delgadas y ojos compuestos.
- Mide entre dos y cinco centímetros, de acuerdo a la especie. Y pesa entre uno y 10 gramos.
- Las patas traseras están más desarrolladas y le posibilitan dar saltos. Pero también se desplazan con movimientos cortos y bruscos.
- Sus colores pueden ser negro, marrón, rojo, amarillo o verde.
- Cuenta con un aparato bucal masticador, utilizado para triturar los alimentos.
Además, aunque no vuele, posee dos pares de alas que son las responsables de la estridulación, el sonido que solo producen los machos al frotarlas. El grillo presenta, en realidad, dos tipos de canto: uno estridente para atraer a las hembras, y otro más suave para cortejarlas.
Conoce más detalles sobre estos gríllidos
Tras el apareamiento, la hembra deposita entre una docena y cientos de huevos en el suelo. Lo hace a través de una estructura que tiene en el abdomen, llamada ovopositor.
A las dos semanas nacen las ninfas, que son similares a los grillos adultos, pero de menor tamaño y sin alas. La mayoría de las crías se cuidan a sí mismas. Sin embargo, en algunas especies, los padres se hacen cargo por unos días de su atención.
Los grillos tienen una “piel” muy dura y resistente llamada exoesqueleto. Esta estructura es tan rígida que les impide crecer como otros animales, por lo que para ello han desarrollado un proceso de muda o ecdisis. De esta forma, cada cierto tiempo rompen su exoesqueleto porque les queda pequeño, y comienzan a endurecer uno nuevo.
La esperanza de vida de este insecto, de acuerdo a la especie, oscila entre tres meses y un año. Sus principales depredadores son las ranas, tortugas, lagartijas, pájaros y algunas arañas grandes.
Curiosidades de la vida del grillo
- Aunque es un insecto que destaca por su gran número, algunas especies están amenazadas. La causa hay que buscarla, como siempre, en la mano del hombre que destruye su hábitat.
- Captan los sonidos a través de los tímpanos ubicados en las patas.
- La cantidad de chirridos que un grillo emite por minuto permite calcular la temperatura exterior. Para esto se desarrolló hasta una ley, la de Dolbear.
- Es un animal muy territorial. Esta característica llevó a que en ciertos países, sobre todo de Asia, se organicen peleas de grillos.
- Se estima que ingerir grillos proporciona más del doble de proteínas que la carne roja. Es un alimento saludable y nutritivo, que aporta los nueve aminoácidos esenciales.
- La producción de grillos en granjas para el consumo humano y de otros animales es una industria en expansión. También son criados para ser vendidos como mascotas.