El término “rata canguro” no hace referencia a una sola especie, sino a un género entero de roedores (Dipodomys), grupo que engloba a 22 especies de ratones nativas de ciertas zonas áridas de Norteamérica. Su nombre común deriva de su fisiología, pues son animales que se muestran en poses erguidas a 2 patas y tienen una forma de locomoción similar a la de los canguros.
Estos roedores son tan simpáticos como interesantes a nivel científico, pues se han realizado varias investigaciones sobre sus áreas de distribución, relación con otras especies del mismo género y sus adaptaciones al medio árido. Si quieres saber más sobre ellos, sigue leyendo.
Hábitat de la rata canguro
Las ratas canguro (género Dipodomys) son nativas de Norteamérica, habitantes de zonas áridas, desde planicies bajo el nivel del mar hasta zonas escarpadas a 7100 pies de altura. Pertenecen a la familia Heteromyidae, los “otros roedores” que no pueden englobarse con los ratones típicos, de la familia Muridae.
El rango de distribución depende de la especie analizada. Por ejemplo, la especie Dipodomys agilis se encuentra en el sureste de California, mientras que Dipodomys californicus ocupa el noreste de California y el sureste de Oregón. Por otro lado, Dipodomys ordii se localiza desde el extremo sur de Canadá al centro de México.
Curiosamente, estudios publicados en la revista Nature han demostrado que algunas poblaciones de especies diferentes se solapan en su área de distribución. Para evitar la competición, se especializan en nichos distintos. Por ejemplo, Dipodomys ordii prefiere los terrenos con hierbas, mientras que D. merriami selecciona zonas arbustivas.
La competición interespecífica podría haber hecho que las diferentes especies de ratas canguro se adapten a distintos nichos.
Características físicas
Todos las ratas del género Dipodomys presentan características similares, ya que habitan en terrenos que requieren adaptaciones muy parecidas. Las ratas canguro tienen unas patas traseras muy desarrolladas —de ahí su nombre—, extremidades delanteras poco prominentes, una cabeza grande, ojos negros muy evidentes y unas orejas de tamaño medio.
Estos animales son considerados roedores de porte medio, con un rango de 35 a 80 gramos de peso y de 10 a 20 centímetros de longitud. La cola mide lo mismo que todo el cuerpo y el pelaje se presenta denso, suave y con textura sedosa. La tonalidad varía dentro de cada especie, pero en general va del “café con leche” a un marrón oscuro, con el vientre siempre blanquecino.
Una locomoción muy curiosa
Las ratas canguro se mueven de forma bípeda, es decir, apoyándose sobre sus extremidades traseras. Tal y como indica el portal Britannica, son capaces de saltar hasta 2 metros en un solo salto y solo utilizan las patas delanteras para recorrer distancias muy pequeñas. Esto les permite alcanzar una velocidad de 10 kilómetros/hora con un gasto energético reducido.
Además, las ratas canguro pueden cambiar de dirección rápidamente entre saltos. Esta adaptación puede salvarlas de coyotes, zorros, serpientes y búhos que quieran atacarlas.
Dimorfismo sexual
Estas ratas presentan dimorfismo sexual, lo cual significa que machos y hembras tienen signos externos diferenciales. Los machos son más grandes que las hembras, pero cabe destacar que las variaciones de tamaño también se pueden presentar entre poblaciones de una misma especie. Por ello, la distinción a simple vista es muy difícil.
Dieta de la rata canguro
Las ratas canguro se alimentan primordialmente de semillas, aunque también pueden roer vegetales y depredar insectos en algunos momentos del año. Además, son capaces de guardar el alimento en las bolsas de sus mejillas (cheek pouches), también presentes en otras especies de roedores.
Para la rata canguro, la alimentación es una tarea contrarreloj. Cada ejemplar debe conseguir el máximo número de semillas en el menor tiempo posible, pues el clima abrasador en el que habita hace insostenible permanecer por mucho rato en el exterior. Por ello, estos roedores saltan de un lado a otro rápidamente, consiguen más comida de la que consumen y la llevan a sus guaridas.
Además de esta estrategia, cabe destacar que las ratas canguro suelen salir a forrajear por la noche, con el fin de evitar choques de calor y la deshidratación. Al vivir en ambientes desérticos, la actividad durante el día debe reducirse al mínimo.
En la noche hay menor probabilidad de morir por un ataque de calor, pero los depredadores están más activos. Por ello, la rata canguro sale muy poco de su guarida, sea de día o de noche.
Otras adaptaciones a la vida en el desierto
Como hemos dejado entrever en líneas previas, estos roedores pasan gran parte de su vida en guaridas o en grietas del terreno que hacen suyas. Suelen elegir zonas de tierra arenosa, seca, con gravas y vegetación escasa para construir sus refugios, de los que salen muy poco.
Para evitar perder calor y morir de deshidratación, estos roedores minimizan su tasa metabólica. Su actividad se reduce a los mínimos necesarios para vivir, y según estudios, algunas de estas especies son capaces de pasar toda su vida sin beber agua. La oxidación metabólica de las semillas que consumen les otorga suficiente H20 para sobrevivir.
Reproducción de la rata canguro
Estos roedores son promiscuos, es decir, se reproducen con el máximo número de compañeros posibles sin importar el género o la edad. Una hembra dejará que varios machos le monten en periodos de tiempo muy reducidos, pues así se maximiza las probabilidades de producir descendencia. Una vez fecundada, la hembra gesta a sus crías por un mes como mucho (22-27 días).
Además, es interesante conocer que estos animales presentan un pico reproductivo durante el verano, cuando las lluvias primaverales han pasado. Esto asegura que la descendencia tendrá alimento que consumir y minimiza la tasa de mortalidad de las crías.
Estado de conservación de la rata canguro
De nuevo, destacamos que el término “rata canguro” engloba a 22 especies diferentes, así que no es posible inferir un estatus de conservación global. Algunas especies no corren ningún tipo de peligro (Dipodomys agilis, Dipodomys californicus, Dipodomys compactus y Dipodomys deserti, entre otras) mientras que otras están al borde de desaparecer.
Especialmente preocupante es el caso de Dipodomys gravipes, catalogado en la Lista Roja de la IUCN como “en peligro crítico”, ya que desde 1986 a 2017 no se había observado ni un solo ejemplar. Esta especie ha sido redescubierta hace poco, pero su estado poblacional sigue siendo deplorable.
Otras especies de este género, como Dipodomys ingens, también se encuentran en peligro.
Como habrás podido comprobar, la rata canguro es un animal perfectamente adaptado al entorno desértico. Gracias a su tasa metabólica reducida y sus visitas mínimas al exterior, es capaz de sobrevivir con muy poca agua en un medio tan inclemente como fascinante.
Bibliografía
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- Kangaroo rat, Britannica. Recogido a 16 de junio en https://www.britannica.com/animal/kangaroo-rat
- Schroder, G. D., & Rosenzweig, M. L. (1975). Perturbation analysis of competition and overlap in habitat utilization between Dipodomys ordii and Dipodomys merriami. Oecologia, 19(1), 9-28.
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