¿Qué comen los toros?

Los toros son grandes bovinos que requieren enormes cantidades de alimento para mantener su desmesurada masa corporal. ¡Conoce aquí cuáles componen su dieta!

Un toro comiendo hierba.

Conocidos mundialmente por la tauromaquia, las exhibiciones bovinas y las prácticas agrícolas, los toros se constituyen como unos de los animales indispensables para la ganadería y la vida de granja. Como todo animal, el alimento es pilar de su bienestar, por lo que preguntarse sobre qué comen los toros es el primer paso en caso de que se quieran mantener en cautiverio.

Sin embargo, la respuesta a dicha pregunta incluye aspectos más complejos de lo que podría parecer, como los nutrientes y las cantidades específicas de alimento que los toros deben consumir. A continuación conocerás los principales elementos que conforman la dieta de estos grandes bovinos.

Alimentación de los toros

Los toros son animales que comen una variedad reducida de alimentos. La base de su dieta en el entorno natural y en cautiverio es el pasto, por lo que es un animal herbívoro. De igual forma, estos grandes bóvidos incluyen en su menú forrajes a base de fibra y leguminosas y concentrados formados por trigo, sorgo, cebada, arroz y otros ingredientes.

Con dichos alimentos se busca que el desarrollo alimenticio del toro sea el más adecuado. Por lo tanto, estos deben ser bajos en grasas y creados con materias primas naturales que faciliten su digestión. Asimismo, en tiempos de sequía se debe asegurar una buena nutrición a través del heno o hierba seca (que ha sido conservada cuidadosamente con el fin de evitar la proliferación de bacterias).

Por lo otro lado, hay algunas sustancias que los toros comen, pero no pueden digerir (como las ligninas y los taninos). En contraste, las plantas que más consumen pertenecen a la familia de las gramíneas que se encuentran en el pasto, como el trébol blanco, el trébol rojo y la alfalfa, las cuales cuentan con una buena fuente de nitrógeno.

En ocasiones, los ganaderos brindan complementos alimenticios a los toros con la finalidad de engordarlos e incrementar la tasa de crecimiento. También se les puede ofrecer complementos concentrados proteínicos o energéticos que incluyen vitaminas y minerales.

Un toro mirando a cámara.

Requerimientos nutricionales

Durante el invierno y el otoño, a los toros se les debe suministrar la cantidad de alimento necesario para que su condición corporal no disminuya durante dichos periodos de escasez de pasto. Asimismo, si se les brinda comida de más, los toros podrían sufrir sobrepeso, lo cual disminuye la calidad de su semen y su capacidad de monta.

Los toros, como algunos otros bovinos, no requieren suplementos de vitaminas hidrosolubles como B1, B3, B12 y C porque las bacterias de su aparto digestivo logran sintetizarlas.

Por lo tanto, es recomendable ofrecer las cantidades de alimento óptimas para no afectar la salud del bovino. Los requerimientos nutricionales de este mamífero varían según el peso corporal, pero por lo general es indispensable un buen porcentaje de calcio, potasio, fósforo y proteína digerible.

En el caso de las proteínas, la mayor fuente de estas se encuentra en los residuos sólidos obtenidos de la extracción del aceite de semillas o frutos oleaginosos. Estos son mayormente conocidos como turtós y los más famosos son los de girasol, soja o lino. Esta alternativa nutricional ha evolucionado desde las harinas de origen animal que se usaban como concentrado proteínico en el siglo XX.

¿Los toros atacan humanos?

Aunque es cierto que en múltiples ocasiones los toros han atacado humanos, no lo han hecho con intención de alimentarse de ellos. En vista de que estos bóvidos son herbívoros, los ataques se han presentado en su gran mayoría por actividades como las corridas de toros y otras tradiciones en las que se incita al animal a perseguir al hombre y este intenta escapar del bovino.

Aparto digestivo de los toros

Como se mencionó anteriormente, los toros dedican mucho tiempo a alimentarse: por ejemplo, un adulto invierte al rededor de 8 a 9 horas diarias (al igual que las vacas). El proceso se inicia con la prensión del alimento con su lengua y sus incisivos inferiores. Mientras mastican se produce la saliva que ayuda a que el alimento baje al estómago.

Sin embargo, los toros (como los demás animales rumiantes) regurgitan lo que comen para masticarlo nuevamente y deshacerlo. Una de las grandes particularidades del estómago de los toros es que se divide en 4 partes: 3 se dedican a la rumia y 1 al depósito principal. Estas divisiones permiten que el toro aproveche los carbohidratos de las plantas (como la celulosa).

El intestino delgado de los toros se encarga de la digestión y absorción de los nutrientes. Por su parte, el intestino grueso fermenta los alimentos no absorbidos y el colon se encarga de absorber el agua y los minerales restantes. Finalmente, el recto recibe los desechos finales para construir las heces a expulsar.

El comportamiento reproductivo de los toros depende de muchos factores.

Como pudiste apreciar, los toros comen algunos alimentos limitados pero llenos de nutrientes y vitaminas. Con estos se asegura su bienestar, su crecimiento y su energía para las actividades en la ganadería o la participación en exposiciones de ejemplares grandes, bellos y sanos.

Bibliografía

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  • Bartolomé Rodríguez, D. J., Alonso De La Varga, M. E., García García, J. J., Posado Ferreras, R., Gómez, L., & Gaudioso Lacasa, V. R. Efecto del sistema de alimentación aplicado en el toro de lidia sobre diversos parámetros indicadores de alteración ruminal.
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