En ambientes extremos se necesitan adaptaciones extremas. Las heladas tundras del Ártico, desprovistas de refugio y con escaso alimento para depredadores y presas, son todavía más inhóspitas para aquellas especies que salen por las noches a cazar. De entre todas las estrategias impuestas por estas condiciones, los cambios de color del pelaje del zorro ártico son de las más conocidas.
¿A qué responde este cambio y por qué tan llamativo? Esta es una estrategia que muchas especies comparten con el zorro ártico y explica diversas cuestiones a nivel ambiental y ecosistémico, por lo que merece la pena explorar en qué consiste. No te lo pierdas.
Características del zorro ártico
Los zorros árticos son animales enérgicos que mantienen una alta actividad durante todo el año (es decir, no hibernan). Son de hábitos nocturnos, pues salen por la noche a cazar pequeños roedores y aves gracias a su increíble visión nocturna y su sofisticado sentido del olfato.
No obstante, el zorro polar tiende más a alimentarse de forma oportunista que a depender de la caza.
Estos mamíferos son solitarios, si bien se reúnen en la época reproductiva siempre con la misma pareja. La gestación dura 50-55 días y la hembra dará a luz a camadas de 6 a 12 crías. El zorro ártico alcanza la madurez sexual a los 10 meses de edad, aunque las crías se separan de su madre a los 8 meses.
¿Por qué cambia el pelaje del zorro ártico?
El sorprendente pelaje del zorro ártico es una de sus adaptaciones al clima extremo en el que habita. En invierno es espeso y tan blanco como la nieve sobre la que camina, mientras que en la estación cálida se vuelve más corto y de un color marrón grisáceo.
La espesura del pelaje de este zorro también tiene una función concreta: al ser tan tupido, permite la acumulación de aire entre sus pelos, de forma que ayuda a que el calor corporal no se disipe. Pasa lo mismo con otras especies, como la perdiz nival, que al inflar sus plumas retiene aire entre ellas.
El camuflaje y la supervivencia
El cambio de color del pelaje del zorro ártico no es fortuito, sino que responde a las necesidades de supervivencia de este cánido. Las dos funciones principales que cumple son estas:
- Camuflaje: durante el invierno, el hábitat del zorro ártico es una capa interminable de hielo. En esta época es cuando desarrolla su pelaje blanco, pero al llegar el deshielo este sería demasiado llamativo. Es entonces cuando cambia el pelo a una tonalidad parda, lo que le permite ocultarse entre las plantas y las rocas.
- Supervivencia: este camuflaje es clave para poder cazar y pasar desapercibido ante depredadores más grandes. Además, en verano necesita un pelaje más adecuado para el aumento de temperaturas.
En invierno, por ejemplo, estos zorros acostumbran a seguir a los osos polares para alimentarse y por el camino deben evitar a lobos y búhos nivales, sus principales amenazas naturales. El color de su pelaje les permite mantenerse ocultos entre la inmensidad de la nieve.
Amenazas por el hombre
En la actualidad, el zorro ártico está clasificado en la categoría de preocupación menor (LC) según la Lista Roja de especies amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Si bien estos animales se adaptan fácilmente a entornos habitados por humanos y su población se mantiene estable, no están libres de amenazas como las siguientes:
- Caza: el pelaje del zorro ártico fue en su momento un bien de lujo con el que se traficaba. Afortunadamente, las poblaciones de este cánido ya no están tan afectadas por eso, aunque la práctica continúa.
- Destrucción de su hábitat: la invasión de los terrenos de caza por parte del humano suele ocasionar que los pequeños roedores de los que este mamífero se alimenta escaseen, obligándolo a buscar nuevos lugares de alimentación.
- Mascotismo: la cría de zorros árticos para usarlos como animales de compañía, así como sacarlos de su medio, es una amenaza para su especie, ya que no han pasado por un proceso de domesticación. Los ejemplares en cautividad suelen sufrir altos niveles de estrés y pueden transmitir enfermedades a poblaciones salvajes y a humanos.
- Cambio climático: en el Ártico las temperaturas están aumentando 2 veces más rápido que en el resto del planeta. Esto está ocasionando la reducción de la superficie de hielo marino, el aumento del nivel del mar y el derretimiento del permafrost, lo que se traduce en menos territorio para las especies que viven en él.
Cuando una especie se mantiene estable a pesar de la acción del ser humano, se tiende a desestimar su protección y conservación (si bien siempre hay grupos que luchan contra ello). Aunque ahora mismo haya otros animales cuya preservación sea más urgente que la del zorro ártico, no se puede perder de vista su bienestar si queremos seguir viendo estas maravillas del mundo animal.
Bibliografía
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- Angerbjörn, A. & Tannerfeldt, M. 2014. Vulpes lagopus. The IUCN Red List of Threatened Species 2014: e.T899A57549321. https://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2014-2.RLTS.T899A57549321.en. Downloaded on 02 September 2021.
- Vulpes lagopus (Arctic fox). (s. f.). Animal Diversity Web. Recuperado 2 de septiembre de 2021, de https://animaldiversity.org/accounts/Vulpes_lagopus/