El petauro es un marsupial de pequeñas dimensiones que no suele superar los 18 centímetros de longitud. Se caracteriza por tener un tierno aspecto y una curiosa capacidad para planear. Gracias a esto se le compara mucho con las ardillas voladoras, por lo que ha ganado fama y algunos lo consideran una buena opción como mascota.
El nombre científico de esta especie es Petaurus breviceps y pertenece a la familia Petauridae. Estos animales son endémicos de Australia, Indonesia y Nueva Guinea, pero por sus hermosas características se han distribuido como mascotas en otros países. Sigue leyendo y conoce cómo es el mantenimiento del petauro en cautiverio.
¿Es posible tener un petauro como mascota?
Antes de adquirir a un petauro es necesario informarse de las legislaciones que existan en tu país. Por lo regular, solo se permite adquirir ejemplares que provengan de criaderos establecidos, ya que así se asegura que no son víctimas del tráfico ilegal. Esto se verifica gracias a los permisos y a la documentación que aporte el sitio en el que vendan al animal.
La mayoría de los países permitirán que tengas a esta bella mascota si cuentas con los permisos necesarios. Sin embargo, los gastos iniciales suelen ser altos en comparación con cualquier otro animal de compañía. Recuerda que la responsabilidad de cuidar a un ser vivo es grande, por lo que se deberá pensar bien si se cuenta con el tiempo, el dinero y el espacio necesarios para ello.
Estas restricciones tienen el objetivo de asegurarle una buena calidad de vida al petauro, aunque también buscan evitar que los tutores lo liberen en otros ecosistemas. De hecho, en algunos lugares está prohibido tenerlo como mascota debido al peligro que representa como especie invasora. Estas son regiones en las que su tenencia no es legal:
- California.
- Alaska.
- Hawái.
- Massachusetts.
- Varias provincias de Canadá.
El petauro como mascota
A rasgos generales, el petauro es un animal nocturno al que le encanta curiosear y explorar cada rincón de su hogar. Esto significa que se debe mantener un espacio amplio para que se sienta cómodo, ya que de otra manera comenzará a desarrollar conductas agresivas y conflictivas.
Los petauros se caracterizan por ser muy cariñosos con sus tutores una vez han logrado formar un vínculo fuerte. De hecho, les encanta vivir en grupo y recibir atención, por lo que se suelen mantener a 2 o más ejemplares juntos en la misma instalación. Esto permite que liberen su estrés y se mantengan saludables a nivel emocional, no solo físico.
Los tutores deben tener en cuenta que un petauro demandará muchos cuidados, ya que odia la soledad y no soporta vivir en espacios pequeños. Además, su actividad nocturna puede incomodar mucho a la mayoría de las personas. Todos estos aspectos hacen que tener a esta mascota exótica sea un poco más difícil de lo que se piensa.
¿Cómo es el hábitat adecuado para el petauro?
Estos animales pasan la mayor parte de su vida entre los árboles, por lo que su hábitat tiene que ser alto y amplio para intentar simular su ambiente natural. Para ello, las jaulas deben tener como mínimo 2 metros cuadrados de base con 1,5 metros de altura, aunque siempre es mejor optar por algo más grande. Esto es suficiente para mantener a 2 ejemplares sin ninguna complicación.
La jaula debe contener un pequeño nido (similar al de las aves) que sirva de refugio para las mascotas. Este debe ser colocado en la parte superior del hábitat para hacer que se sientan seguros. Asimismo, cerca de esta zona deberá ser puesto su contenedor de comida y el de agua, ya que de esta forma no necesitarán bajar y exponerse para alimentarse.
Aunado a esto, es necesario que el hábitat tenga ramas y lazos que atraviesen la jaula y permitan la movilidad de los petauros. Recuerda que son excelentes escaladores, por lo que esto servirá como su área de juegos para mantenerlos activos. También es posible añadir ruedas para roedores que les permitan ejercitarse y mantenerse ocupados.
Finalmente, se les debe proveer de un sustrato que puedan transportar con facilidad, ya que ellos mismos adecuan sus refugios de un modo similar a las aves. Dicho material suele ser papel, pero cualquiera que sea apto para roedores como hámsteres sirve también para el petauro. Evita a toda costa usar el serrín o la viruta de madera porque desprenden toxinas peligrosas para estas mascotas.
¿Qué come el petauro en cautiverio?
Los petauros son animales omnívoros que tienen una dieta amplia que abarca frutas, verduras, insectos, néctares y polen. De hecho, en inglés se les conoce como sugar gliders por su fascinación con las cosas dulces. Esto debe tomarse con cuidado, pues si su alimentación no es balanceada pueden llegar a presentar serios problemas nutricionales.
Según un artículo de la revista Veterinary Clinics of North America: Exotic Animal Practice, el petauro debe consumir raciones diarias correspondientes al 30-40 % de su peso corporal. De estas, una tercera parte debe contener alimento comercial (como el del gato o el del perro), mientras que los 2/3 restantes serán una mezcla de frutas y verduras.
La dieta diaria para un ejemplar que pesa 100 gramos podría quedar de la siguiente manera:
- 10 gramos de comida para gato.
- 5 gramos de bayas.
- 5 gramos de cítricos.
- 5 gramos de otra fruta.
- 5 gramos de papa dulce o camote.
- 1 gramo de insectos vivos (gusanos de harina, grillos, tenebrios, larvas de mosca, saltamontes u otros invertebrados).
Los insectos son complementos muy buenos para la dieta del petauro, aunque no son fundamentales. Recuerda agregarles suplemento de calcio en polvo antes de que se los coma, ya que de esta forma balancearás mejor su alimentación. Ten en cuenta que, a pesar de seguir esta dieta, tus mascotas pueden ser propensas a la obesidad. Por ello, mantén visitas regulares con el veterinario.
¿Es fácil formar un vínculo con el petauro?
El proceso para formar un vínculo con el petauro es sencillo, puesto que basta con mantenerse cerca de él sin intentar agarrarlo para que pierda el miedo. De esta manera comenzará a habituarse al olor de su tutor y pronto se dejará manipular sin problema. Es importante recalcar que al principio puede ser muy tímido y cualquier sonido lo espantará.
Lo esencial al intentar formar un vínculo con un petauro en cautiverio es la paciencia. Cualquier intento por forzar el contacto podría provocar estrés y rechazo, lo que retrasaría el proceso por mucho tiempo más. Es mejor que la mascota se comience a acercar a ti a su propio ritmo. Una buena forma de lograrlo es darle premios como los insectos vivos desde tu mano.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes del petauro?
A pesar de que se mantengan las condiciones propicias para su bienestar, existen algunas enfermedades frecuentes que pueden afectar al petauro en cautiverio. Algunas de estas se listan a continuación:
- Enfermedad metabólica de los huesos: es provocada por la falta de vitamina D y calcio. Esta deficiencia es muy usual por la carencia de información acerca de la dieta adecuada del petauro.
- Parásitos intestinales: la mayoría son protozoarios que infectan el sistema digestivo de esta mascota. Son provocados por una mala higiene en el hábitat o por no desinfectar sus alimentos (frutas y verduras).
- Enteritis bacteriana: suele ser provocada por infecciones oportunistas que aprovechan la depresión del sistema inmunitario del animal. Esto es consecuencia del estrés ocasionado por malos cuidados o por una mala higiene de su hogar.
- Cirrosis hepática: se desconoce el origen de este problema, pero representa el 5 % de los casos de petauros que asisten al veterinario por problemas médicos.
- Neoplasias: parecen ser frecuentes en estos ejemplares, pues se han reportado en ellos al menos 14 tipos de tumores diferentes. Los casos más documentados provienen de zoológicos, aunque las neoplasias podrían afectar por igual a cualquier petauro en cautiverio.
Como te podrás dar cuenta, el petauro no tiene necesidades difíciles de cumplir a la hora de mantenerlo en cautiverio. Sin embargo, demanda mucha atención y requiere un espacio amplio para sentirse cómodo. Si crees que no puedes cumplir con todo lo que conlleva ser el tutor de este curioso animal, recuerda que existen otras opciones que seguro se acoplan mejor a tus posibilidades.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Dierenfeld, E. S. (2009). Feeding behavior and nutrition of the sugar glider (Petaurus breviceps). Veterinary Clinics of North America: Exotic Animal Practice, 12(2), 209-215.
- Campbell, C. D., Pecon-Slattery, J., Pollak, R., Joseph, L., & Holleley, C. E. (2019). The origin of exotic pet sugar gliders (Petaurus breviceps) kept in the United States of America. PeerJ, 7, e6180.
- Garner, M. M. (2011). Diseases of pet hedgehogs, chinchillas, and sugar gliders. Proceedings of the Association of Avian Veterinarians, Seattle, WA, 351-359.
- Booth, R. (2003, October). Sugar gliders. In Seminars in Avian and Exotic Pet Medicine (Vol. 12, No. 4, pp. 228-231). WB Saunders.
- Brewer, P. (2007). Sugar Gliders: Living with and Caring For Sugar Gliders Is this the Right Pet for You?. Author House.