Mi gato babea, ¿por qué y qué hacer?

El babeo en gatos es un síntoma de varias afecciones médicas. Para cuidarlos de manera más adecuada, hay que conocer las causas que pueden estar generando este signo.
Mi gato babea, ¿por qué y qué hacer?
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Revisado y aprobado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 marzo, 2023

Tu gato babea y no sabes por qué, algo que te pone nervioso. Es natural que te preocupes, en especial si el comportamiento se ha manifestado de forma inesperada y se acompaña de indicios de que tu gato no está bien de salud.

Desafortunadamente, el babeo en felinos es un signo inequívoco de problemas médicos, algunos de ellos muy graves. Si tu gato está babeando, debes llevarlo a la consulta veterinaria de inmediato.

En los gatos puede tener causas muy variadas, desde situaciones de estrés, ansiedad o miedo, hasta problemas mucho más graves, como fallo renal o trauma tras golpes muy fuertes. A continuación, detallamos cada uno de los motivos y las orientaciones de lo que puedes hacer al respecto.

11 causas por las que mi gato babea

Resulta pertinente que distingas la salivación normal de la excesiva, y a su vez las diferencias entre estas dos y el babeo. Es normal que los gatos saliven un poco luego de acicalarse, de comer e incluso cuando los acaricias (producto del ronroneo). En estos casos puedes ver un poco de saliva debajo de su mentón, aunque solo si te acercas y lo detallas muy bien.

Por el contrario, un gato que babea en exceso lo hace fuera de estos contextos. El acto es muy notorio, e incluso el volumen de la baba puede ser tal que llega a gotear hasta el suelo o manchar las zonas donde posa su mentón. Este problema suele ser causado por dos condiciones clínicas: ptialismo (salivación excesiva) y el falso ptialismo (incapacidad de tragar la acumulación normal de saliva).

Dicho esto, el acto de babear responde casi siempre a una condición patológica o a un fenómeno que tiene el potencial de serlo. Se trata de un fenómeno atípico, uno que se presenta de forma repentina y que se acompaña de otros síntomas que indican que algo está mal. Te dejamos con 11 causas por las cuales tu gato babea en exceso.

1. Babeo por estrés

Babeo en gatos
Aunque los dueños no suelen reparar en ello, el estrés puede incentivar diversas reacciones en sus mascotas. El babeo es una de ellas.

Una de las causas por las que tu gato puede babear es por algún evento estresante para él, que le genera ansiedad o incluso miedo. Por ejemplo, ante las visitas al veterinario. Un felino es muy sensible en diversas situaciones o cambios en su vida, por lo que puede desencadenar signos y comportamientos diferentes, incluyendo la producción de babas.

2. Babeo por toma de medicamento

Ciertos fármacos son difíciles de suministrar a los felinos. En especial, los que vienen en presentación de jarabe que no les gustan mucho. Si este es el caso, los gatos pueden mostrar salivación excesiva tras la toma de un medicamento, sobre todo si le desagrada su sabor.

Sin embargo, se trata de un episodio momentáneo, y al poco tiempo estará como si nada. Si la situación persiste, debes consultar con el veterinario para descartar una intoxicación u otro problema.



3. Tu gato babea debido a una reabsorción dental

En mininos, las lesiones de reabsorción dental son muy frecuentes. De acuerdo con un estudio publicado en la Revista de la Clínica Veterinaria de Pequeños Animales, hasta el 75 % de los gatos domésticos sufren estos padecimientos a lo largo de sus vidas.

Los veterinarios no han logrado determinar las causas detrás de esta patología, pero saben que el resultado siempre es dolor en la cavidad bucal y excesiva salivación. La reabsorción dental puede ocurrir de forma interna o externa. Cuando se presenta de manera interna, la enfermedad carcome el diente desde el centro hacia afuera.

En la reabsorción externa, es usual que el deterioro comience en el punto en que la raíz y el esmalte coinciden. Sin embargo, esta zona suele estar cubierta por encía o sarro dental, lo que hace que la detección sea bastante difícil.

En general, la reabsorción dental puede identificarse como una línea roja a lo largo de la encía. Este padecimiento es muy doloroso para tu gato. Así, su cuerpo reacciona de manera natural produciendo un exceso de saliva para aliviar la irritación. Algunos de los síntomas accesorios de esta condición son los siguientes:

  • Halitosis o mal aliento.
  • Disfagia o dificultad para tragar.
  • Anorexia por incapacidad para consumir alimento.
  • Deshidratación y pérdida de peso.
  • Letargia y malestar generalizado.

4. Tu gato babea debido a fallo renal

Como muchos veterinarios podrán decirte, el fallo renal es una de las primeras causas de muerte en gatos domésticos, en especial, en los geriátricos. Puede ser agudo o crónico y sus síntomas incluyen pérdida de peso, aumento de sed o en la cantidad de orina, una orina diluida (por el exceso de agua que beben), mal aliento, vómitos y salivación.

Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Veterinary Internal Medicine en el año 2020 informa sobre diversos signos clínicos en gatos con enfermedades renales agudas o crónicas. Entre ellos se observan con mayor frecuencia la anorexia, el letargo, la pérdida de peso y el vómito. También menciona que la salivación excesiva y la secreción bucal pueden estar presentes en estas patologías.

Si notas estos síntomas en tu felino, debes llevarlo de inmediato al veterinario. Ten en cuenta que estos seres son depredadores que ocultan muy bien su malestar para no mostrarse vulnerables, así que es posible que el cuadro ya esté algo avanzado cuando tu minino exhiba signos clínicos.

Tu veterinario sabrá qué hacer y muchas veces insertará hidratación intravenosa tan pronto como pueda. En general, un gato con problemas renales debe disminuir el consumo proteico en su dieta. Además, es importante monitorizar sus valores sanguíneos de manera regular.

Por desgracia, los fallos renales crónicos no tienen una cura 100 % efectiva. La terapia de soporte es la única salida, en muchos casos, para reducir los signos clínicos de la enfermedad, y mejorar la calidad y esperanza de vida en los animales.

5. Intoxicación o envenenamiento

Qué hacer si mi gato babea
Un posible episodio de envenenamiento también puede explicar el babeo excesivo en tu gato.

Por supuesto, los químicos que se encuentran en el hogar son dañinos para nuestras mascotas. Estos productos son, en su mayoría, detergentes y productos de limpieza o jardín. Algunos medicamentos para humanos, insectos venenosos y comida para humanos (como el chocolate) pueden ocasionar estos episodios.

La mayoría de los químicos y detergentes pueden ser fatales para los gatos. Esto se debe a que carecen de algunas enzimas necesarias para metabolizar ciertos compuestos a nivel hepático que los canes y otros mamíferos sí poseen. Al no poder metabolizarlos, los químicos intoxican el organismo de los gatos desde el interior.

Así, si tu gato babea sin ninguna razón aparente, puede ser el primer síntoma de envenenamiento accidental. Consulta con el veterninario de inmediato al momento de detectar este y otros indicios.

6. Intoxicación por consumo de planta dañina

Por otra parte, ciertas plantas que contienen cristales de oxalato de calcio insolubles pueden causar quemaduras en la boca de los gatos. Por fortuna, estos compuestos jamás son fatales para los felinos, solo muy incómodos. La oreja de elefante (Caladium spp.) y la galatea (Dieffenbachia spp) son algunas especies con este compuesto químico.

Así como en el envenenamiento, el primer síntoma de ingesta de cristales de oxalato es salivación excesiva. Si tu gato babea, debes enjuagar su boca de inmediato con abundante agua. Recuerda usar una jeringa sin aguja para facilitar el proceso.

Otras plantas pueden ocasionar problemas más graves en los felinos. Es el caso de las especies de lirio, pertenecientes a los géneros Lirium y Hemerocallis, que se emplean como ornamentales en muchos jardines y poseen moléculas nefrotóxicas que producen insuficiencia renal e incluso la muerte.

Una publicación del año 2019 en la revista Acta Scientiae Veterinariae informa sobre dos casos de ingesta de lirios en dos gatos, ambos con desenlaces fatales. Los signos clínicos fueron babeo, anorexia, vómitos, apatía y polidipsia (sed excesiva). Además, se presentó evidencia de insuficiencia renal.

7. Tu gato babea por un trauma

Es recomendable que tu gato se quede dentro de casa por muchas razones, pero sobre todo para minimizar el riesgo de trauma. No estamos hablando de un trauma psicológico (que también), sino físico.

Un gato puede sufrir traumas tras ser golpeado por un vehículo o atacado por un perro, entre muchas otras circunstancias. Aunque tu felino no parezca golpeado, puede que su organismo solo esté reaccionando a la adrenalina de la situación salivando más de lo normal.

En un escenario algo menos optimista, un golpe en las mandíbulas o una fractura pueden ser razones por las que un gato babea en exceso. Si tienes dudas, consulta a tu veterinario. Él te indicará si debes hacer radiografías u otros exámenes.

8. Babeo por enfermedad respiratoria

Algunos microorganismos son capaces de colonizar las vías respiratorias superiores del félido, provocando así una infección del sistema respiratorio. Por otro lado, ciertas patologías víricas son capaces de ulcerar la boca del animal, además de afectar a su respiración, lo que provoca la hipersalivación citada, como en la afección por calicivirus felino.

En la mayoría de los casos, el único tratamiento para una enfermedad vírica es la terapia de soporte y esperar a que el sistema inmunitario del gato combata la infección por sí solo. Por otro lado, si el cuadro es causado por bacterias y hongos, se necesitará la administración de antibióticos o antifúngicos durante un intervalo temporal variable.



9. Tu gato babea por un tumor oral

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Para descartar las causas, se recomienda consultar con el veterinario en caso de un babeo de características patológicas.

El cáncer oral de las células escamosas felino ocurre cuando se forma un tumor en la línea de los tejidos bucales, incluyendo las encías, el paladar, la lengua y la amígdala. Es el tipo de neoplasia de la boca más común en gatos y puede expandirse con mucha facilidad a los huesos de la mandíbula.

Por desgracia, los tumores cancerígenos orales crecen muy rápido y se requiere una cirugía de resección bastante invasiva para tratar al minino. También se recomienda la aplicación de radioterapia para eliminar cualquier remanente de células malignas.

A pesar de todos los intentos clínicos, se estima que menos del 10 % de los gatos afectados sobreviven 1 año después del diagnóstico. Así, lo detalla un estudio publicado en la revista Journal of Small Animal Practice, del año 2007, en el que se evaluaron 54 mininos afectados en el Reino Unido.

10. Babeo por estomatitis

La estomatitis felina es una inflamación grave de la boca y las encías. Su causa es una reacción desmedida por parte del sistema inmunitario en respuesta a la acumulación mínima de placa dental. Además de babeo, es común que este cuadro curse con secreciones sanguinolentas por la boca, pérdida de peso, apatía y falta absoluta de apetito.

Esta condición es difícil de tratar. Se suele abordar con analgésicos y antibióticos en primera instancia. Aunque también se requiere un abordaje a largo plazo.

11. Tu gato babea porque tiene algo atorado

Aunque no sea el motivo más común por el que un felino babea, es probable que la hipersalivación se deba a la presencia de un cuerpo extraño en su boca. Por ejemplo, puede que un trozo de hueso o una espina de pescado se haya quedado clavada entre sus dientes. En un intento de librarse del elemento atorado, producirá saliva de más.

Nunca intentes quitarle un objeto atorado de la boca a tu gato. Acude al veterinario y deja que se ocupen los expertos.

¿Qué hacer si tu gato babea?

Si notas que tu gato babea, debes consultar a tu veterinario. El babeo en gatos no es normal y no debe tomarse a la ligera. Existen diversos motivos que pueden generar este signo, y solo un profesional puede determinarlo.

El veterinario buscará la causa del problema, descartará posibles intoxicaciones y examinará la cavidad oral de tu felino. Asimismo, puede indicar otros análisis, radiografías y ecografías. El tratamiento será variable en cada caso. Es importante observar a tu gato de manera constante para evitar que los problemas empeoren por no ser tratados.


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