Es una de las razas maltratadas por excelencia. Tiene a más protectoras únicamente especializadas en ella que cualquier otra raza. Los galgos son unos perros fáciles de distinguir por la forma de su cuerpo, tan estilizada, delgada y aparentemente frágil.
Tantos de ellos han pasado por el maltrato y el abandono que es muy difícil encontrar a uno que no tenga miedo. Estamos acostumbrados a ver a los galgos vestidos con un collar ancho, normalmente de tela de colores; eso es un martingale. Debemos preguntarnos, ¿son los martingale para galgos collares apropiados?
Qué es un martingale
Un martingale es el típico collar bonito que llevan los galgos, y es ancho y de cuero o tela. Se compone de dos partes, y una de ellas es fija y termina en dos argollas, en la cual se engancha una parte movible. La correa va amarrada en la parte movible del collar: si el perro que lo lleva tira de la correa, la parte movible le aprieta el cuello. Entonces, si el can quisiera escapar no lo conseguiría.
Resulta que los martingale para galgos son muy fáciles de encontrar; y es que hay muchos artesanos que los hacen a medida y se pueden encontrar con muchas telas de colores. Desafortunadamente, también hay protectoras especializadas en galgos que los venden para recaudar fondos.
Por qué se usan los martingale en galgos
La principal razón de por qué se usan los martingale para galgos es una combinación de dos cuestiones: la proporción cabeza-cuello única en los galgos y el miedo que tienen muchos de ellos.
Con un collar normal, un perro de cualquier otra raza, si ocurre algo que le da miedo e intenta huir, no se escapa. Esto es así porque el cuello es mucho más estrecho que la cabeza, y el collar no podría escurrirse por las orejas.
Sin embargo, en el caso que nos ataña –el de los galgos– tienen el cuello muy ancho en proporción al cráneo; por lo que con cualquier otro collar, si quieren huir, se escapan sin dificultad. Como el martingale aprieta en el cuello, en caso de recular para huir, no podría sacárselo.
Por qué el martingale es poco conveniente
Lo que muchos dueños de galgos no tienen en cuenta es que los martingale hacen daño. Hemos comentado los problemas de salud que tienen los perros que tiran de la correa, todos derivados de ejercer presión en el cuello durante largos períodos de tiempo.
Este tipo de collares provocan problemas de salud, que aparecen casi siempre en perros que llevan collares de castigo o adiestramiento; es decir, collares que aprietan constantemente en el cuello, al igual que un martingale. En vez de hacer presión con pinchos metálicos, lo hace con una tira de tela, pero la presión continuada sigue ejerciéndose.
A pesar de que los martingale para galgos tengan un tope de presión o una tela acolchada, siguen apretando excesivamente el cuello, una zona muy sensible en cualquier perro.
Además, algunos dueños de galgos no suelen contar con lo que llamamos memoria muscular; es decir, sensaciones o recuerdos que quedan asociados con el tacto. Si en su vida pasada y, durante el maltrato, el galgo estaba sujeto por el cuello con algo que le apretaba, tendrá sensación de miedo e indefensión cada vez que algo le oprima la garganta.
Como el martingale se asienta en esa zona no podrá olvidar nunca ese recuerdo. Con él, su recuperación tras el maltrato será imposible, o muchísimo más lenta y difícil, que con cualquier otro tipo de sujeción que nos dispongamos a ponerle.
Alternativas al martingale para galgos
Los collares normales no garantizan la seguridad de un galgo con miedo porque se escaparía con facilidad. Sin embargo, los arneses normales tampoco parecen seguros, por el pecho tan ancho que tienen los galgos.
Están apareciendo, cada vez más, los llamados arneses de tres puntos o arneses antiescape. Son arneses normales, que se enganchan alrededor del pecho y de las costillas del perro, pero que tienen un punto de agarre extra en la parte baja de la barriga; en la zona más estrecha del cuerpo.
Por este tercer punto, al ser la tira más corta de las tres, el perro no se puede escapar. En el caso de que sea capaz de librarse del resto de tiras, esta tercera asegura que el perro no pueda zafarse de la sujeción.
Como el resto de arneses, si el perro da un tirón la fuerza va al pecho o a las costillas; es decir, a huesos y no a partes blandas y sensibles como el cuello. Además, el can está más sujeto que si llevase únicamente un collar.
A fin de cuentas, si el galgo siente dolor no podrá superar el daño del maltrato, y vivirá asustado y triste para toda su vida. Nuevamente, es preciso recalcar que los martingale aprietan el cuello y provocan dolor, por lo que la mejor elección para cualquier raza lebrel es un arnés de tres puntos. Son muy seguros en caso de escape y también son seguros para la salud.
Fuente de la imagen principal: OmarCurrosSimón