¿Los murciélagos son peligrosos para las personas?

¿Los murciélagos son peligrosos para las personas?

Escrito por Yamila

Última actualización: 07 diciembre, 2017

Solemos relacionar a los murciélagos con historias de vampiros chupasangre y, por ello, les tenemos miedo. Eso sin contar que no son los animales más bonitos del mundo, junto al hecho de que salen solo de noche, motivo por el que quizás también hay mucha desinformación en torno a ellos. En este artículo intentaremos responder a la pregunta de si son peligrosos para las personas o no.

Los murciélagos y los tabúes

¿Sabías que son los únicos mamíferos que pueden volar ya que sus extremidades superiores se desarrollaron como alas? ¿O que desempeñan un rol ecológico muy importante como polinizadores y controladores de plagas de insectos?

Probablemente estas cuestiones las hayas leído por primera vez en tu vida. Y no eres el único, ya que para muchas personas los murciélagos son unos seres extraños, oscuros y hasta tenebrosos.

Los hábitos nocturnos de estos animales, que habitan en todos los continentes menos en la Antártida, les han valido el calificativo de ‘peligrosos’, al que además debemos sumar las películas e historias de terror sobre vampiros.

En la mayor parte del planeta son considerados individuos siniestros por su capacidad para desplazarse en la oscuridad, o porque duermen de día y salen de noche… ¡Eso es porque su visión no les permite distinguir las cosas cuando hay luz!

Para ubicarse ellos utilizan el mismo sistema que los delfines o los cachalotes: la ecolocalización, y es por ello que oímos sus sonidos o chillidos en medio de la noche. De esta manera, se comunican entre sí y emiten ondas que rebotan en diversos objetos.

Los murciélagos y las enfermedades

No es muy frecuente que un murciélago ataque a una persona o que la muerda. Sin embargo, debemos saber que este animal puede portar ciertas enfermedades que pueden ser transmitidas a los seres humanos: rabia, henipavirus y síndrome respiratorio agudo severo.

Asimismo, cabe señalar que solo un porcentaje muy bajo de la población de esta especie está infectada, e incluso esta cifra es mucho menor que los casos de perros con rabia que viven en las calles. Lo que sí es cierto que los ejemplares rabiosos se desorientan con más facilidad y no pueden volar bien, por lo cual es más probable que se escondan en los techos de las casas o incluso que ingresen en las viviendas.

Murcielago
Fuente: U.S. Department of Agriculture

No es necesario tenerles miedo irracional o tratar de matarlos solo porque aparezcan en el jardín o garaje, pero sí es preciso tomar ciertas medidas si los encontramos cerca de un bebé, una persona durmiendo o una mascota. Y es que el murciélago puede haberlos contagiado.

Los murciélagos y la sangre

En sectores urbanos son recurrentes las quejas de los vecinos, cuando por diversos motivos aparecen más murciélagos de lo habitual o se cuelan en las casas, pues se encuentran buscando refugio cuando se desata una tormenta.

A pesar de tener un aspecto amenazador y relacionarlo con historias de terror, lo cierto es que la mayoría de los murciélagos que rondan las ciudades se alimentan de insectos y frutos.

Por supuesto que también existen los hematófagos, que chupan sangre y que son conocidos como ‘vampiros’, pero estos prefieren zonas alejadas de la gente. Por ello, son más frecuentes en el campo, donde eligen al ganado para conseguir su alimento y a los cuales tampoco matan con sus colmillos ni con la sangre que extraen.

Todos los murciélagos tienen hábitos nocturnos y solo piensan en comer y mantenerse a salvo cuando salen de su escondite, por lo que no tienen la intención de atacar a una persona o a un animal doméstico.

Incluso cuando detectan un objeto grande que se mueve, como por ejemplo un ser humano, su primera reacción será la de huir, ya que lo considerará un depredador. Ahora bien, si el animal se siente atacado, está enfermo o asustado puede que intente morder para defenderse.

Por eso, lo mejor que podemos hacer en estos casos es no asustarlo y ayudarlo para que pueda salir de donde está y encuentre rápido su refugio.

Fuente de las imágenes: Fritz Geller-Grimm y U.S. Department of Agriculture.


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