El número de loros creados como mascotas se ha multiplicado en las últimas décadas. Son animales inteligentes y sociables, pero requieren mucha atención a su higiene y nutrición. Conocer los cuidados de tu loro es fundamental para preservar la salud de la mascota y del hogar.
Origen etimológico
En realidad, el término “loro” denomina a más de 340 especies de aves que constituyen el orden de los Psitasiformes. Entre ellas, las más comúnmente encontradas en tiendas de animales y hogares son las cacatúas, los guacamayos y los pericos.
Hay muchas discusiones sobre cómo se ordenan en subfamilias y/o razas. Pero notablemente estos pájaros comparten similitudes en su apariencia. El pico corto y fuerte en forma de gancho, la orientación de los dedos de las patas, el atractivo plumaje colorido, las alas redondeadas y cortas.
La diversidad estética y de carácter hizo de estas aves la pasión de mucha gente. Actualmente es frecuente encontrar creadores particulares o profesionales especializados en loros. Su belleza combinada a la inteligencia y facilidad de aprender a hablar son atractivos innegables de la especie.
Sin embargo, estas aves solo desarrollan correctamente sus habilidades cuando se sienten sanas y seguras. Por eso, antes de adoptar un nuevo compañero, se invita a conocer los principales cuidados de tu loro.
¿Cuáles son los principales cuidados de tu loro?
Los cuidados de tu loro abarcan una serie de medidas preventivas para conservar la salud del animal. El foco está en la higiene periódica, en la alimentación y en el acondicionamiento del ambiente.
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Higiene
Los animales entran en contacto con muchos microorganismos y pueden alojar parásitos en su cuerpo. Cuando se adopta una mascota de cualquier especie, es indispensable reforzar la higiene del hogar.
Los loros son animales naturalmente limpios, pero muy vulnerables a la infección por parásitos internos y externos. Estos microorganismos pueden diseminarse con facilidad por toda la jaula y en los accesorios de tu mascota.
Es fundamental higienizar por lo menos 2 veces a la semana el espacio de tu loro. Además de retirar y limpiar la bandeja de excrementos y los restos de alimentos diariamente.
No se debe dejar que se acumule comida y/o excrementos en el fondo de la jaula, en el comedero y/o en el bebedero. Todos los accesorios deben ser muy bien lavados y desinfectados para evitar la aparición de hongos y bacterias.
Existen productos específicos que ayudan a combatir diversos tipos de parásitos en loros. Es muy recomendable utilizarlos en el aseo y prevención de tu mascota. Especialmente cuando se trata de evitar la aparición de ácaros rojos.
También es una buena práctica revisar con frecuencia sus patas, sus plumas y su pico. Al reconocer cualquier herida, alteración de color o apariencia, es indispensable concurrir rápidamente al veterinario.
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Alimentación
Es uno de los principales cuidados de tu loro. La alimentación balanceada es clave para el desarrollo de su sistema inmunológico.
Estos pequeños amigos parlantes necesitan una dieta variada y se adaptan muy fácilmente a casi todo tipo de alimento. Aunque sea muy común ofrecerles semillas, hay que tener cuidado con la cantidad. En exceso pueden provocar graves daños hepáticos.
Cerca del 80% de su dieta debe ser compuesta por frutas y verduras. Los otros 20% pueden ser complementados por semillas y granos. De 1 a 2 veces por semana, es recomendable ofrecerle yogurt, arroz y/o huevo duro.
Los alimentos deben ser frescos y jamás tener mal olor. También es indispensable ofrecer agua limpia y potable constantemente.
Alimentos prohibidos en la dieta de tu loro
- Alimentos industrializados, embutidos y/o condimentados.
- Chocolates.
- Ajo y perejil.
- Palta (aguacate).
- Calabaza y papa crudas (ofrecer siempre cocinadas, preferencialmente en puré).
- Berenjena.
- Café y productos con cafeína.
- Leche y lácteos con mucha grasa.
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Acondicionamiento del ambiente
Aunque pueda vivir suelto cuando es educado, es recomendable contar con una jaula para tu loro. Será su vivienda, donde podrá alimentarse, descansar y sentirse seguro. Por eso es importante elegir conscientemente.
El tamaño debe permitir que el animal se mueva y se ejercite. Además, lo recomendable es que el comedero se distancie de la bandeja de excrementos. Lo ideal es que la jaula supere en 4 o 5 veces el tamaño del loro.
Es importante contar con juguetes en el interior de la jaula para distraer e incentivar el loro. Este animalito acostumbra a ser muy activo y puede volverse inquieto con el sedentarismo.
También se debe elegir la ubicación más adecuada para la jaula. No es recomendable dejarla a la intemperie. Un golpe de calor o frío extremo pueden llevar el animal a fallecer o enfermar gravemente. Tampoco se debe privar el loro de estar al aire libre. Lo ideal es que se pueda transportar la jaula del interior del hogar para el exterior.