Los animales representados en la cueva de Altamira

En la cueva de Altamira están representados algunos animales que en la actualidad están extintos en Europa, por lo que es una de las demostraciones de que existieron en el Viejo Continente

Cueva de Altamira

La famosa cueva de Altamira tiene plasmada en sus paredes una serie de pinturas rupestres que representan varios animales. Dichas pinturas fueron realizadas por los antepasados del Homo sapiens actual, y son unas de las más grandes y detalladas de Europa. Ello ha convertido la cueva en un icono mundial de las capacidades artísticas desarrolladas por los humanos en el periodo Paleolítico superior.

Las pinturas rupestres de la cueva de Altamira son las primeras halladas en Europa. El descubrimiento de la cueva fue en 1868, pero fue una década después –en 1879– cuando se encontraron en su interior las pinturas rupestres. Lamentablemente, durante todo el siglo XIX se tildaron de falsas estas pinturas.

Fue a partir de 1902 que se le dio importancia científica a la cueva de Altamira. gracias a los descubrimientos de otras cuevas en Francia con pinturas similares a las de Altamira. Por tanto, los científicos más asépticos se vieron obligados a aceptar la autenticidad de las pinturas rupestres.

Características de la cueva de Altamira

La cueva de Altamira se encuentra específicamente en las proximidades de Santillana del Mar en Cantabria, España. La cueva es relativamente pequeña, ya que tiene 270 metros de profundidad, y su estructura interna es sencilla, con tres zonas: el vestíbulo más amplio, la gran sala de pinturas policromas y las salas y corredores secundarios.

Interior de la cueva de Altamira con turistas
Fuente: www.elpais.com

La sala con las pinturas cuenta con 18 metros de largo y 9 de ancho, y se encuentra a solo 30 metros de la entrada. Esta zona es conocida como la Capilla Sixtina del Arte Cuaternario. En las salas secundarias y corredores también hay pinturas rupestres, pero de menor magnitud y complejidad.

Animales representados en la cueva

Las pinturas rupestres de la cueva de Altamira fueron pintadas hace aproximadamente 12 000 – 15 000 años atrás. Por tanto, datan de finales del Pleistoceno y principios del Holoceno. Esta estimación se estableció gracias a la aplicación de pruebas de carbono 14 practicadas en el lugar.

Los animales representados en las pinturas rupestres de la cueva de Altamira son mayoritariamente especies extintas en España y en el resto de Europa. Están pintados bisontes, ciervos, jabalís, mamuts y caballos, todos animales de climas muy fríos porque fueron representados a finales del último periodo glacial.

El bisonte es el animal hegemónico dentro de la cueva, y es que hay en total 16 ejemplares de diversos tamaños y posturas, realizados con técnicas pictóricas diferentes: casi todos están concentrados en el techo de la sala principal. El artista –o los artistas– representaron a los bisontes de manera muy detallada, por lo que quedaba demostrado que estaban muy familiarizados con la anatomía y comportamiento de estos animales.

El bisonte encogido es una de las pinturas más atractivas y admiradas de la cueva de Altamira, debido a que el artista supo como adoptar la posición acostada del animal sin perder las proporciones anatómica. El bisonte tiene sus patas plegadas y su cabeza mirando hacia abajo, lo que le otorga una forma encogida al animal. Esta pintura en particular mide 127 centímetros desde el cuerno hasta el final de la cola.

Bisonte recortado de Altamira
Fuente: www.tuitearte.es

La gran cierva es otra de las representaciones más conocidas y alabadas; es la figura de mayor proporción, con 2,25 metros de ancho. Cuenta con extremidades muy estilizadas, formadas por un trazo firme y modelado cromático bastante realista.

La gran mayoría de las pinturas aprovechan el relieve natural de las rocas para darles dinamismo y volumen a las obras. Todo esto hace que los animales representados tengan gran movilidad, como si estuvieran con vida.

Importancia de estas pinturas rupestres

La razón por la cual fueron realizadas estas pinturas rupestres es aún un misterio, aunque existen varias hipótesis elaboradas por varios arqueólogos. Al principio se creyó que simplemente era arte, por lo que no tenía ningún uso aparente excepto el de ser observado.

Ahora, la hipótesis más difundida es su posible uso como guía de cacería, ya que muchos animales representados tienen heridas o les falta alguna extremidad, hecho que se puede explicar por la intervención de los seres humanos al cazar a esta clase de animales en aquella época.

Sin embargo, lo más importante de la cueva de Altamira no es exactamente lo que simbolizan sus pinturas, sino más bien la demostración de la inventiva cultural humana a lo largo de la historia. El nivel de detalle de los animales representados demuestra la inteligencia y las capacidades artísticas de nuestros antepasados prehistóricos.

Además, estas representaciones de animales de la cueva de Altamira han ayudado a muchos investigadores y al público en general a aproximarse a los ecosistemas y a la fauna extinta de hace miles de años. En definitiva, las pinturas de la cueva de Altamira son una ventana hacia la prehistoria, tanto de los humanos que vivieron a finales del Pleistoceno como de la fauna que los acompañaba.

Bibliografía

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Altuna, J. (2002): “Los animales representados en el arte rupestre de la Península Ibérica. Frecuencias de los mismos”. MUNIBE Antropologia-Arkeologia, N° 54: pp. 21-33. San Sebastian: Sociedad de Ciencias Aranzadi.

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