A lo largo de la historia, los animales han sido protagonistas frecuentes de muchos cuentos y leyendas. La capacidad humana de empatizar con ellos les convierte en portadores perfectos para transmitir valores positivos y hasta información vital. En los niños la influencia de estos cuentos sobre animales es más fuerte. Por ello, no es de extrañar que tratándose de ‘el mejor amigo del hombre’ las fábulas sobre perros estén siempre presentes.
Historias para educar
Las fábulas son, además, un género literario breve. En muy pocas palabras se construye un relato, casi siempre con un marcado sentido educativo y didáctico.
Estas historias son frecuentemente escritas en prosa o verso, el punto clave está en la moraleja. O lo que es lo mismo: la lección que aprende el protagonista de la historia y cuyo conocimiento pasa directamente a los lectores y escuchas.
Su baja densidad de palabras convierten estas fábulas en ideales para niños iniciados en el proceso de aprendizaje de la lectura. También estas historias son positivas para aquellos que, desde pequeños, muestran inclinación natural hacia el hábito de la lectura.
Fábulas sobre perros en español
En la península ibérica y en toda la América Hispana abundan las fábulas sobre perros. Muchas de ellas son heredadas de tradiciones aborígenes o traducidas desde otros idiomas que van desde el latín hasta el italiano.
Gatos, lobos, aves y otros animales también tienen participación de estas historias, que resaltan las virtudes y los vicios del mundo y del ser humano.
Fábula del perro y el gato
La eterna enemistad entre perros y gatos es un elemento clásico de la literatura infantil. En esta fábula estos enemigos –aparentemente irreconciliables– dejan sus diferencias de lado en pos de un objetivo común: conseguir alimento. La moraleja es que el egoísmo no conduce a nada. Para obtener beneficios que favorezcan a todos siempre será un factor imprescindible trabajar en equipo.
Labrador, el perro bombero
Esta es una fábula recomendada para niños mayores de 10 años con la capacidad de leer de forma fluida. Se trata de un relato un poco largo dentro de los cánones del género, que toca varios temas durante su desarrollo: desde la constancia y el esfuerzo que se debe dedicar para alcanzar los sueños hasta el saber aprovechar las oportunidades que se presentan en la vida.
Adicionalmente, es un relato en el que se resaltan valores como valentía y coraje, además de determinación y sacrificio. Solidaridad y agradecimiento son otros tópicos que sirven para dar forma a una moraleja acompañada por un final feliz.
Las dos perras
Dentro de la literatura antigua también destacan autores que se dieron por entero a construir fábulas moralizantes. Uno de ellos fue Fedro, autor romano de la época imperial. No fue reconocido en su tiempo, pero sí redescubierto y reivindicado durante la Edad Media.
Fiel reflejo de su estilo, Las dos perras es una historia muy breve. Se trata de una metáfora sobre la maldad presente en el mundo y que puede terminar por destruir a aquellos de buena voluntad; los que confían ciegamente y sin condiciones en sus semejantes.
El perro y el trozo de carne
Muchos consideran al autor de esta fábula sobre perros como el precursor del género; se trata de Esopo, escritor de la Antigua Grecia. El perro y el trozo de carne presenta un argumento muy breve, desarrollado en verso. La moraleja: quien no valora y cuida lo que tiene terminará por perderlo.
El perro y la campanilla
Otra fábula atribuida a Esopo; el argumento gira en torno a un perro incapaz de reparar en sus propios defectos. El animal actúa con maldad, y cree que ser prepotente y arrogante es sinónimo de fortaleza. La moraleja final es que es justo lo contrario.
Un cazador y un perro
En esta fábula se cuestiona la manera en cómo los seres humanos pueden llegar a despreciar a aquellos que ya alcanzaron la vejez, sin importar todo lo que en el pasado haya sido entregado de manera incondicional.
El lobo y el perro flaco
Es una fábula escrita por Jean de La Fontaine, fabulista francés del siglo XVII. Muchos lo consideran entre los más grandes del género, al lado de los antiguos Esopo y Fedro. Su moraleja: “más vale pájaro en mano que ciento volando“.
Un siglo más tarde, Félix María Samaniego, escritor nacido en el País Vasco, quien se hizo muy popular reescribiendo fábulas de autores clásicos, publicó su propia versión de esta fábula.